Otro extrabajador de ¡®Vogue¡¯ utiliza sus vivencias para escribir un libro

Han pasado 13 a?os desde que?Lauren Weisberger, una extrabajadora de la edici¨®n estadounidense de Vogue, publicara El diablo viste de Prada. El exitoso tomo fue llevado a la gran pantalla dos a?os m¨¢s tarde, generando otro gran triunfo y d¨¢ndose a conocer al p¨²blico en general de la mano de sus protagonistas: Meryl Streep, la cruel jefa que simulaba a Anna Wintour, y Anne Hathaway, la becaria a sus ¨®rdenes.?

Ahora, otro trabajador en pr¨¢cticas de Vogue ha publicado un tomo bas¨¢ndose en las vivencias dentro de la redacci¨®n. Aunque esta vez no ha centrado sus argumentos en Wintour, sino en el exeditor del medio Andr¨¦ Leon Talley.

An Innocent Fashion,?de R.J. Hern¨¢ndez, explora las vivencias de un redactor millennial que intenta hacerse un hueco en los editoriales de moda en Nueva York, pero cuya realidad no se ajusta a sus perspectivas. Su autor, de origen cubano y graduado en la Universidad de Yale en 2011, entr¨® en Vogue con un seud¨®nimo: Seymour Glass, un personaje de ficci¨®n creado por el escritor J.D. Salinger. "Evidentemente, nadie en la industria de la moda lee a J.D.Salinger", ha dicho Hern¨¢ndez al portal Page Six.

Seg¨²n relata Page Six, una fuente asegura que nadie lo cuestion¨® porque estaba graduado de Yale y se supon¨ªa que era amigo de la familia Missoni, la casa de moda italiana y porque hab¨ªa trabajado en la revista W y en Elle. "El que realmente sale peor parado en el libro es Andr¨¦. Ni si quiera los trabajadores de Vogue se dieron cuenta de que R.J. Hern¨¢ndez, era el autor del libro hasta que apareci¨® posando en Vanity Fair", ha relatado la fuente. ?

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En la historia, un personaje llamado?Eli¨¢n San Jamar cursa sus estudios en la Universidad de Yale y se incorpora para realizar pr¨¢cticas a la plantilla de la revista Vogue?con el seud¨®nimo Ethan St. James. All¨ª trabaja a las ¨®rdenes de Edmund Benneton "que siempre lleva una capa o un abrigo de piel" ¡ªla comparaci¨®n aqu¨ª con Andr¨¦ Leon Talley ya es inevitable, aunque el personaje de ficci¨®n tenga 30 a?os y Talley 66¡ª. ?

Hern¨¢ndez relata el duro trabajo que realiza para su ¨ªdolo, que incluye la elaboraci¨®n de ensaladas de frutas, "una vieja silla como un trono" o reservar restaurantes en su nombre. En una de sus tareas, ordenar los diarios personales de Benneton, se da cuenta de que no es realmente un genio sino un hombre cansado, acabado y confiado en que podr¨ªa seguir manteniendo su reputaci¨®n como creativo a base de rumores.?