La verdura con amor entra
C¨®mo puedo lograr que mis hijos adquieran h¨¢bitos saludables y coman de todo?¡±, me pregunta mucha gente. Imag¨ªnese que est¨¢ de vacaciones despu¨¦s de un a?o de trabajo agotador. Se encuentra en C¨¢diz, con su pareja y unos amigos, disfrutando de la playa y el clima. Tiene tiempo para callejear, echar la siesta, leer un libro que ten¨ªa pendiente y disfrutar de largas sobremesas. El tercer d¨ªa que salen a cenar les descubren un vino blanco en un restaurante. Tras su color pajizo percibe los aromas a fruta blanca y pl¨¢tano, con notas c¨ªtricas, ahumadas y anisadas. Rebusca con el olfato y encuentra tambi¨¦n matices de frutos secos, principalmente de avellana y nuez. Al llevar la copa a la boca, tras el frescor aparecen otra vez notas ahumadas y salinas junto a un ligero amargor. Es un momento de calma y felicidad. Antes de finalizar las vacaciones, decide comprar unas botellas de ese vino. Vuelve a su rutina y un d¨ªa, tras una estresante jornada, decide descorchar una durante la cena. Y, ?oh, sorpresa! No es el mismo vino. Al menos no lo percibe igual. ?Qu¨¦ ha cambiado? La respuesta es f¨¢cil. El vino no ha cambiado, lo que ha cambiado es el contexto.
Pero ?qu¨¦ hubiera sucedido si durante la cena su pareja le da una buena noticia? Lo percibido se hubiese grabado m¨¢s intensamente y al probar el vino de nuevo recrear¨ªa, adem¨¢s del momento, lo que sinti¨® en aquel instante. El aprendizaje sensorial es asociativo, y aunque existen diferencias a la hora de sentir y evaluar lo que percibimos, esto tambi¨¦n puede ser modulado por la forma en la que dise?amos nuestras experiencias. Por eso, un aroma o un sabor nos puede trasladar a un escenario de nuestra vida, lo que es parte importante de la devoci¨®n que se tiene hacia la cocina de la madre y la abuela.
Este hecho, la interacci¨®n de un aroma o sabor con lo que percibimos a trav¨¦s de otros sentidos, es trascendental en el desarrollo del control de la ingesta en los ni?os. Si la mesa es una fiesta, y el marco en el que se prueban las cosas, placentero, las consecuencias psicol¨®gicas asociadas ser¨¢n positivas. Si, por el contrario, el momento de alimentarse est¨¢ cargado de tensi¨®n y castigos, la respuesta ser¨¢ negativa y moldear¨¢ la relaci¨®n con esa elaboraci¨®n o producto.
Y ?por qu¨¦ nos tiene que gustar siempre lo que nutricionalmente es considerado poco saludable y no nos agrada lo considerado m¨¢s sano? Porque la inhibici¨®n latente, la ense?anza previa adquirida, junto a nuestras caracter¨ªsticas individuales, condicionan las nuevas experiencias. Si desde ni?os tomamos alimentos poco saludables en un contexto agradable, los asociaremos a esa situaci¨®n. Por eso es importante que los m¨¢s peque?os unan desde el principio las propiedades organol¨¦pticas de los ingredientes y elaboraciones saludables a una mesa rebosante de alegr¨ªa y amor a trav¨¦s de experiencias que incluyan estas emociones. De esta forma, sembrando buenos h¨¢bitos, y haci¨¦ndolo de manera constante en el tiempo, fomentaremos en los ni?os pr¨¢cticas que quedar¨¢n asociadas a sus recuerdos. Quiz¨¢ no ha ca¨ªdo en la cuenta, pero cada vez que acude en familia a un local de comida r¨¢pida est¨¢ potenciando lo que su hijo vivir¨¢ en el futuro como una tradici¨®n cultural y afectiva. ?Es eso lo que quiere?
Esp¨¢rragos embarrados
Ingredientes
Para 4 personas
- 16 esp¨¢rragos blancos frescos
- 4 remolachas grandes
- 200 gramos de aceitunas negras tipo aragonesas
- 50 gramos de cr¨¨me fra?che o queso crema mezclado con dos cucharadas de yogur natural sin az¨²car
Instrucciones
1. Los esp¨¢rragos blancos
Pelar el tallo de los espárragos blancos. Cocinarlos en agua con sal durante cuatro minutos. Enfriar.
2. El jugo de remolacha
Pelar las remolachas y licuarlas. Servir el zumo en un cazo y reducirlo a la mitad. Reservar.
3. El polvo de aceitunas negras
Deshuesar las aceitunas y disponerlas en una bandeja de horno sobre un papel absorbente. Deshidratarlas en el horno a 80 grados durante tres o cuatro horas. Una vez que estén bien secas, pulverizarlas con la ayuda de un molinillo de café o una batidora de sobremesa. Reservar.
4. Acabado y presentaci¨®n
Poner el jugo de remolacha en la sartén y calentar. Añadir los espárragos e ir bañándolos con una cuchara durante 10 minutos hasta que el jugo haya quedado reducido a una textura de sirope. Reservarlos y dejarlos templar en el líquido.
Mezclar el polvo de aceitunas con la crème fraîche de manera no uniforme. Servir la crema en el plato. Disponer los espárragos sobre ella y cubrirlos con el jugo de remolacha reducido.
Calor¨ªas: Los esp¨¢rragos son un alimento poco energ¨¦tico, con 20 calor¨ªas por 100 gramos y un alto contenido en agua.
Vitaminas: Destaca su contenido en vitamina K. Estos vegetales poseen adem¨¢s un efecto diur¨¦tico.
Minerales: Es rese?able su aporte en hierro, seguido de f¨®sforo y potasio; este ¨²ltimo en peque?as cantidades.
Compuestos: Contienen inulina y oligofructosa, compuestos prebi¨®ticos no digeribles pero beneficiosos.
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