No habr¨¢ arroz para los camboyanos
Tras hacer frente a una larga sequ¨ªa por los efectos del fen¨®meno 'El Ni?o', los granjeros de Camboya y otros pa¨ªses de la zona temen la llegada de La Ni?a y posibles inundaciones
Son tiempos dif¨ªciles para los campesinos camboyanos. Las primeras precipitaciones de este a?o no llegaron hasta principios de junio a Pursat, una provincia situada en el noroeste del pa¨ªs, donde las tierras luc¨ªan peladas y sedientas en plena ¨¦poca de sembrado. La devastadora sequ¨ªa, que el Gobierno ha calificado como la m¨¢s grave desde 1979, se suma a las pobres precipitaciones del a?o pasado, cuando incluso se dieron plagas por el calor y los campesinos tuvieron que echar mano del agua potable que dispens¨® el Gobierno para regar sus cultivos.
Soy Hourn y sus vecinas de Pursat aseguran no recordar nada parecido en m¨¢s de una d¨¦cada. ¡°En la radio dijeron que este a?o llover¨ªa m¨¢s que el anterior, por eso seguimos intent¨¢ndolo¡±, explica Phaly, una agricultora de 27 a?os. Su familia, y la tierra seca que rodea su peque?a choza de madera, esperaban impacientes la llegada de las precipitaciones.
En el Sudeste Asi¨¢tico el a?o est¨¢ dividido en dos periodos: la estaci¨®n seca y la estaci¨®n de lluvias que acostumbra a llegar a Camboya en mayo y se extiende hasta el mes de octubre. La llegada de las precipitaciones es clave para los campesinos de la regi¨®n, ya que es cuando comienzan las siembras y se llenan los pozos para el resto del a?o.
Tras seis meses de estaci¨®n seca, los meses previos al monz¨®n acostumbran a ser dif¨ªciles para los campesinos de la zona, pero las condiciones han empeorado dr¨¢sticamente en 2015 y 2016 con la llegada de El Ni?o, un fen¨®meno clim¨¢tico que provoca calor excesivo y la disminuci¨®n de las lluvias, adem¨¢s de la escasez de alimentos. Como promedio, se presenta en intervalos de dos a siete a?os y puede durar hasta 18 meses, pero seg¨²n las predicciones de los climat¨®logos podr¨ªa convertirse en el m¨¢s fuerte jam¨¢s registrado.
Los cient¨ªficos temen ahora la llegada de La Ni?a, un fen¨®meno climatol¨®gico con efectos opuestos a El Ni?o: inundaciones. Estas podr¨ªan llegar en septiembre coincidiendo con la segunda temporada de siembras. La alarma recuerda a cuando en 2011 se produjeron fuertes precipitaciones tras una prolongada sequ¨ªa. La combinaci¨®n provoc¨® inundaciones, desplazamientos, p¨¦rdidas agr¨ªcolas y la muerte de dos mil personas en la regi¨®n.
Hasta la fecha, las consecuencias de la llegada tard¨ªa de las precipitaciones de este a?o han sido nefastas. Seg¨²n los datos oficiales, alrededor de 2,5 millones de personas se han visto damnificadas en todo el pa¨ªs por la falta de agua. En abril, 19 de las 25 provincias camboyanas fueron clasificadas en condiciones serias que requer¨ªan intervenci¨®n del Gobierno. Los animales tambi¨¦n han sido fuertemente afectados por el calor o la falta de agua y numerosos granjeros en todo el pa¨ªs reportaron la muerte de peces, monos y b¨²falos.
Alrededor de 2.5 millones de personas se han visto damnificadas en todo el pa¨ªs por la falta de agua
Las consecuencias econ¨®micas a¨²n se desconocen, ya que los analistas hacen balance todav¨ªa de la ausencia de lluvia en julio. Las precipitaciones de verano son cr¨ªticas para el crecimiento del arroz, y por lo tanto, para los 60 millones de campesinos camboyanos que dependen de la producci¨®n de este cereal. Seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la alimentaci¨®n y la agricultura (FAO), el a?o pasado la producci¨®n fue de 9,3 millones de toneladas, sin cambios desde 2014. La cosecha de ma¨ªz, sin embargo, fue de 400.000 toneladas, casi un 30% menos que el a?o anterior.
El retraso de las lluvias no es el ¨²nico quebradero de cabeza para los campesinos a lo largo del Mekong, el r¨ªo que serpentea a trav¨¦s de la provincia china de Yunnan, Myanmar, Laos, Camboya, Tailandia y Vietnam. Seg¨²n la organizaci¨®n International Rivers, la reactivaci¨®n de los planes para construir once presas a lo largo del recorrido con el fin de obtener energ¨ªa hidroel¨¦ctrica podr¨ªa suponer una seria amenaza para el medio ambiente y poner en riesgo el bienestar de millones de personas.
¡°La construcci¨®n de presas de China en la zona alta del Mekong ya ha causado impactos aguas abajo, especialmente a lo largo de la frontera entre Tailandia y Laos, donde las comunidades han sufrido la disminuci¨®n de la pesca y el cambio de los niveles de agua que han afectado seriamente sus medios de vida¡±, indica esta organizaci¨®n.
Sopheak Meas, oficial de comunicaciones del secretariado de la Comisi¨®n del R¨ªo Mekong (MRC, en sus siglas en ingl¨¦s), indica, sin embargo, que las presas localizadas r¨ªo arriba en algunas circunstancias pueden aliviar las condiciones generadas por la falta de precipitaciones r¨ªo abajo cuando hay una acci¨®n coordinada entre los pa¨ªses. Sucedi¨® recientemente cuando China liber¨® agua de la estaci¨®n de Jinghong para aliviar la sequ¨ªa en los pa¨ªses que se encuentran r¨ªo abajo del Mekong. La liberaci¨®n de emergencia estuvo en marcha desde el 15 de marzo hasta el 10 de abril de 2016.
El Ni?o ha perjudicado tambi¨¦n a otros vecinos del Sudeste Asi¨¢tico como Tailandia, el mayor exportador de arroz de la regi¨®n, seguido por Vietnam, donde al menos 21 personas murieron durante una ola de calor.
En Vietnam, donde se encuentra el delta del Mekong, se report¨® la m¨¢s amplia intrusi¨®n de agua salada en 90 a?os debido al bajo nivel de agua el pasado abril. El efecto del agua salada en los campos de arroz es similar a echar agua hirviendo en los cultivos; junto a la sequ¨ªa, afect¨® a los medios de subsistencia y seguridad alimentaria de 2,3 millones de personas en el pa¨ªs, seg¨²n OCHA, la Oficina de la ONU para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios.
La sequ¨ªa tambi¨¦n se ceb¨® con Laos, aunque en menor medida. ¡°Laos es uno de los pa¨ªses menos afectados de la zona, excepto en el sur del pa¨ªs, donde apenas hay sistemas de riego y los agricultores dependen en gran medida de la lluvia y los estanques naturales¡±, explica Meas desde MRC.
Algunos campesinos de Pursat no han tenido m¨¢s remedio que abandonar sus medios de vida. Muchos han migrado a Tailandia para trabajar en el boom de la construcci¨®n
En Pursat y otras provincias camboyanas, algunas organizaciones como Oxfam est¨¢n tratando de ayudar a los campesinos a aumentar la productividad de arroz con menos agua. Las recomendaciones incluyen un sistema de intensificaci¨®n del cereal para ayudar a los agricultores a adaptarse al cambio clim¨¢tico, as¨ª como a cultivar algunas especies de vegetales m¨¢s resistentes a la sequ¨ªa y las inundaciones. Todav¨ªa hoy, en el Sudeste Asi¨¢tico, muchos agricultores contin¨²an utilizando pr¨¢cticas convencionales que no son resistentes a la sequ¨ªa.
¡°Teniendo en cuenta que el arroz es un producto b¨¢sico para muchas personas, su disminuci¨®n podr¨ªa afectar las oportunidades comerciales causando un impacto negativo en los medios de vida y un menor n¨²mero de alimentos para el consumo¡±, explica Minh Le, asesora de agricultura de oXFAM.
Otros campesinos de Pursat no han tenido m¨¢s remedio que abandonar sus medios de vida por completo. Muchos de ellos han migrado a otras provincias en busca de trabajo, o incluso han cruzado a Tailandia, un pa¨ªs de mayores ingresos econ¨®micos, para trabajar en el boom de la construcci¨®n.
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