Dani Mart¨ªn dice que prefiere la muerte al 'reggaeton' y se arma la Marimorena
El cantante provoca un aluvi¨®n de cr¨ªticas (y algunos elogios) por uno de sus pol¨¦micos comentarios en Twitter
"Si la vida me diera solo dos ¨²ltimas opciones y esas fueran hacer una canci¨®n reggaetonera de estas de moda de ahora, o morir, elegir¨ªa MORIR". Con esta rotundidad y en may¨²sculas por si hab¨ªa dudas se ha expresado Dani Mart¨ªn?(Madrid, 39 a?os) en su cuenta de Twitter.?El cantante, que en los ¨²ltimos d¨ªas sufre una extra?a pseudo adicci¨®n al retuit con motivo de la publicaci¨®n de su nuevo disco (La monta?a rusa, que se publica el 23 de septiembre), ha provocado que un ej¨¦rcito de haters respondiera raudo a sus palabras. Ni siquiera se trata de defender al reggaeton: la mayor¨ªa de las contestaciones se centran en la calidad musical ¨Co en la ausencia de ella- del madrile?o.
"Como artista y m¨²sico que eres deber¨ªas pensarlo antes de decir eso. ?Imaginas a Raphael decir que no cantar¨ªa temas de El Canto del Loco?", le dice un seguidor
Algunas de las reacciones negativas apelan al respeto corporativo. "Como artista y m¨²sico que eres deber¨ªas pensarlo antes de decir eso. ?Imaginas a Raphael decir que no cantar¨ªa canciones de El Canto del Loco?". Otras le recuerdan sus canciones m¨¢s facilonas. "Claro, Dani, coraz¨®n. Por que Jean-Baptiste Lully se emocionar¨ªa con tu Zapatillas"; "Es que 'la madre de Jos¨¦ me est¨¢ volviendo loco'. Esa s¨ª que era una canci¨®n maravillosa, ni Freddie Mercury!!" . Y tambi¨¦n hay quien le reprocha su estudiado estilismo. "Un in¨²til hecho millonario por enchufe y guaperas".
Pero como en casi toda batalla dial¨¦ctica tambi¨¦n est¨¢n los que le defienden: "A m¨ª Dani Mart¨ªn musicalmente me importa cero, pero su frase me gusta"; "Hombre, siempre podr¨ªas intentar dignificar el g¨¦nero" o "es que el reggaeton no se puede considerar m¨²sica". Y en el borde de todos los argumentos est¨¢n los que asumen que el tuit es simplemente una estudiada provocaci¨®n, que esto es Internet.
Si la vida me diera solo dos ultimas opciones y esas fueran hacer una canci¨®n reggaetonera de estas de moda de ahora o morir, elegir¨ªa MORIR
— Dani Mart¨ªn (@_danielmartin_) August 15, 2016
El mundo digital nos ha ofrecido numerosas formas de vida, no solo existentes en redes sociales, pero s¨ª cuya constante presencia es casi inherente a la tan manida viralidad. Primero fueron los trols, aquellos individuos que tra¨ªan de cabeza a los moderadores de cualquier foro que tuviera m¨¢s de tres participantes y que m¨¢s tarde o m¨¢s temprano ca¨ªan irremediablemente en la ley de Godwin: conforme cualquier discusi¨®n en la Red se alargue, la probabilidad de que aparezca una comparaci¨®n que mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno.
M¨¢s tarde, este esp¨¦cimen digital que tan bien se amparaba en el anonimato mut¨® en una nueva subespecie: los haters. Se trataba de trols que focalizaban toda su rabia en un solo punto; una persona, un equipo, un medio de comunicaci¨®n o una comunidad aut¨®noma, cualquier cosa vale. A veces consiguen amargar la vida a ese elemento que provoca su odio, pero otras logran justo lo contrario, darle m¨¢s notoriedad al protagonista de su aversi¨®n y que este los utilice en su beneficio, usando, en no pocas ocasiones, el sentido del humor que a ellos parece faltarles.
Dani Mart¨ªn es uno de los ejemplos que pueden ilustrar casi al mil¨ªmetro este fen¨®meno que encuentra en Twitter uno de sus hogares predilectos. El que fuera cantante de El Canto del Loco ha protagonizado varias pol¨¦micas en la red social al opinar de artistas o grupos musicales; hace a?os consideraba a Los Planetas poco indies porque ¡°llevan muchos a?os en una multinacional¡±, a Bob Dylan le dedicaba el calificativo de ¡°pesado¡± y ahora le tocaba el turno al reggaeton. Lo cierto es que, solo con ese tuit, ¨¦l mismo ya estar¨ªa opositando a convertirse en un hater, pero en vez de enzarzarse en las cl¨¢sicas discusiones en Twitter que acaban muriendo m¨¢s por agotamiento que por est¨¦riles, ¨¦l tir¨® de humor y nutri¨® un poco m¨¢s el personaje.
Primero, con sorna, diciendo que echaba de menos a sus ¡°jeiters" y luego, adornando con corazones el nombre que se hab¨ªan autoimpuesto sus fans en la lucha contra los haters; las lovers. La pol¨¦mica virtual ya ten¨ªa todos los elementos necesarios y hab¨ªa cumplido uno a uno los cap¨ªtulos que se le exig¨ªan. El cantante se maneja con holgura en estas situaciones; entre sus selfi con peineta y la autopromoci¨®n de camisetas y sudaderas con el lema ¡°Who the fuck is Dani Martin?¡± (?Qui¨¦n cojones es Dani Mart¨ªn?) en alusi¨®n a la que luci¨® Keith Richards y que hac¨ªa menci¨®n a Mick Jagger, produce, junto al humorista Ra¨²l Cimas, una suerte de miniserie llamada Desmontando a Dani Mart¨ªn en la que se encarga de re¨ªrse de s¨ª mismo.
Se trata de una estrategia casi perfecta: cada nueva cr¨ªtica le ofrece m¨¢s material para otro cap¨ªtulo. Y los haters ya tengan su propio episodio. Protagonismo para todos.
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