Thriller
Ya no tememos a la muerte, sino a la vida y todo lo que lleve dentro
Si no sabe usted qu¨¦ hacer con la ¨²ltima semana de verano ¡ªesos d¨ªas de hast¨ªo, bancarrota y colesterol¡ª a¨²n est¨¢ a tiempo de leer La viuda, de Fiona Barton. Se trata de la apuesta de la editorial Planeta para la estaci¨®n y es un thriller de esos que nos agarran del pescuezo y nos arrastran hasta la ¨²ltima p¨¢gina. Su elemento principal son los secretos del matrimonio, amplificados ¡ªo m¨¢s bien distorsionados¡ª en la caja de resonancia de la prensa amarilla.
La viuda pretende repetir el ¨¦xito del a?o pasado de La chica del tren. O de los libros de Gillian Flynn como Perdida. La f¨®rmula, el domestic thriller: historias de terror cotidiano, basadas en las peque?as cosas de la vida diaria como los peri¨®dicos, el fracaso laboral o, sobre todo, el matrimonio. La mayor¨ªa de estos libros est¨¢n protagonizados y escritos por mujeres, sobre todo porque la mayor¨ªa de los lectores son lectoras (los hombres juran que les encantar¨ªa leer pero no tienen tiempo, qu¨¦ pena).
El reinado del domestic thriller a estas alturas del siglo XXI contrasta con las historias g¨®ticas del siglo XVIII, cuando nos daban miedo las historias g¨®ticas con castillos embrujados o fantasmas. O con el XIX, aquel siglo de Dr¨¢culas y Frankensteins. Incluso con el XX, cuando, ya a trav¨¦s del cine, los zombies entraron en la cultura popular.
Hoy en d¨ªa, ya no nos asustan los fen¨®menos de ultratumba. Las fuentes de nuestros terrores est¨¢ mucho m¨¢s cerca: en la almohada de al lado. O en el vecino malhumorado. Tememos a los refugiados. Tememos a los banqueros. Los ingleses temen a los europeos. Los franceses, a los burkinis. Ya no tememos a la muerte, sino a la vida y todo lo que lleve dentro. Desde el siglo XVII hasta hoy, no s¨¦ si nos hemos vuelto m¨¢s racionales, pero s¨ª mucho m¨¢s miedosos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.