Patriotismo
Demostrarse ap¨¢trida deportivo es motivo suficiente para que te consideren un bicho raro, incluso sospechoso de antiespa?ol
Como carezco del gen del patriotismo no me he alegrado de las 17 medallas ganadas por los espa?oles en los Juegos Ol¨ªmpicos de Brasil; quiero decir que no me ha alegrado m¨¢s que por las conseguidas por los franceses, los jamaicanos o los estadounidenses. Es m¨¢s: a veces he deseado que ganaran los rivales de los nuestros ante la efusi¨®n de patrioterismo con la que quienes me rodeaban asist¨ªan al desarrollo de la competici¨®n, comenzando por los periodistas encargados de retransmitirla.
El patriotismo deportivo es quiz¨¢ una de las manifestaciones m¨¢s absurdas de ese sentimiento extra?o que hace que los nacionales de un pa¨ªs se identifiquen con ¨¦l aun a costa de excluir a los dem¨¢s. Que se considere a unos deportistas detentadores de su representaci¨®n es algo tan infantil que deber¨ªa hacer psicoanalizarse a la sociedad que cree que, si sus deportistas triunfan, triunfa el pa¨ªs entero, y, al rev¨¦s, si fracasan, fracasa este tambi¨¦n. No digamos ya cuando en el empe?o por que sus deportistas demuestren al mundo su superioridad les dopan, como hicieron algunos durante d¨¦cadas. Cuando un atleta salta m¨¢s que sus competidores lo ¨²nico que demuestra es que salta m¨¢s que estos, e igual sucede con los que corren, lanzan el peso o la jabalina, nadan o juegan al voleibol. Que se alegren sus familiares y amigos de sus victorias me parece l¨®gico, pero ?por qu¨¦ me tengo que alegrar yo si no los conozco de nada? ?Porque llevo un pasaporte con la misma nacionalidad que ellos?
Mostrarte ap¨¢trida deportivo es motivo suficiente, sin embargo, para que te consideren un bicho raro, incluso sospechoso de antiespa?ol, que es un delito grav¨ªsimo para seg¨²n qu¨¦ personas. Que no te alegres de que un compatriota gane en su especialidad atl¨¦tica o no te entristezca que otro pierda una prueba m¨¢s de f¨®rmula 1 te convierte en sospechoso de no amar a tu pa¨ªs tanto como deber¨ªas. Ni que pagues todos tus impuestos, colabores a su mejor¨ªa econ¨®mica y participes de su vida p¨²blica, nada te exonerar¨¢ de ser considerado un antipatriota si no te emocionas al ver a una chica de Huelva jugar mejor al b¨¢dminton que su competidora hind¨² o a un cubano nacionalizado espa?ol correr m¨¢s r¨¢pido que sus adversarios. Hasta los catalanes que celebran sus victorias ondeando la senyera merecen mejor consideraci¨®n que los ap¨¢tridas deportivos, esos tocapelotas antiespa?oles que no solo no celebramos los ¨¦xitos de nuestros atletas, sino que nos avergonzamos de ver a nuestros vecinos berrear envueltos en la bandera porque Nadal o Ruth Beitia han ganado una medalla, prueba de nuestra superioridad racial.
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