Javier Ajenjo, el paisano ejemplar

SANTO, SANTO, santo es el se?or, Dios del universo, Hosanna...¡±. Javier Ajenjo no recuerda muy bien c¨®mo segu¨ªa la canci¨®n con la que sacaba una propina a las feligresas despu¨¦s de la misa de cinco. Su abuelo, desesperado por la hiperactividad del nieto, lo llevaba a la iglesia para que se estuviera quieto un rato. Ahora, con 43 a?os, aquel chaval¨ªn travieso (¡°y so?ador¡±) ha pasado de dar la nota en las calles de Aranda de Duero a organizar el Sonorama, uno de los festivales de m¨²sica indie m¨¢s consagrados del pa¨ªs. Un evento que re¨²ne cada agosto a miles de seguidores ¨Ceste a?o han sido 60.000 asistentes¨C ¨¢vidos de escuchar las nuevas bandas del pop rock en espa?ol y, puestos a disfrutar, del vino de la tierra: el Ribera de Duero. ¡°Tambi¨¦n se viene a probar el lechazo, la morcilla¡±. Porque el ¨¦xito de esta cita estival ¨Cy lo que la diferencia del resto¨C es que va m¨¢s all¨¢ de la programaci¨®n. Lo que Javier Ajenjo concibi¨® hace ya casi 20 a?os fue crear un evento que aunara buenos conciertos y gastronom¨ªa en plena meseta. La condici¨®n que pone a los hosteleros es que durante esos d¨ªas no suban los precios de los men¨²s. Les merece la pena. La idea de Ajenjo reporta a este municipio de vi?edos, de unos 30.000 habitantes, cientos de empleos y una gran campa?a promocional.

Aranda celebr¨® la 19? edici¨®n del Sonorama entre los d¨ªas 10 y 14 de agosto.VIDEO Y FOTO: THOMAS CANET

¡°Lo que hicimos fue explotar nuestros recursos. Que no hay playa, pues ni falta que nos hace¡±, dice frente a un plato de cocochas y otro de congrio rebozado. ¡°Incluso tenemos buen pescado¡±, bromea en el bar El Pescadero, justo al lado del pol¨ªgono que alberga este fest¨ªn de modernos. Su sonrisa perenne y su voz pausada no hacen presagiar los nervios que lleva dentro. ¡°Mi padre me pregunta por qu¨¦ toco en un conjunto [llamado los Yani Como] con 40 a?os. ?Pero tendr¨¦ que derramar mi energ¨ªa y ansiedad de alg¨²n modo!¡±. No le vale con gestionar su propia bodega (¡°justo hoy tengo la visita de un posible cliente de Oriente Pr¨®ximo. ?Sabe que tambi¨¦n le hacemos el vino a Loquillo?¡±), llevar un bar de copas, un estudio de grabaci¨®n, una productora, y dirigir el Sonorama. Con apenas 22 a?os, este licenciado en Turismo dirig¨ªa el hotel del Asador de Aranda en la localidad burgalesa. ¡°Nunca he querido irme de aqu¨ª, no podemos emigrar todos. Si no esto es un drama¡±, defiende. Con esa mentalidad, tocaba desarrollar proyectos locales. Para ello contaba con ¡°los mejores amigos¡±. Con algunos de ellos se fue a Oxford Street, en Londres, y se pusieron a repartir botellas de Neo, su sofisticada marca. Y con los mismos constituy¨® la asociaci¨®n Art de Troya, organizadora del Sonorama. ¡°Mi novia y yo pensamos en hacer un festival para intentar salvar nuestra tienda de m¨²sica. Pero perdimos tres millones de pesetas. Tard¨¦ 10 a?os en pagarlo¡±. A pesar de la dura experiencia y sin contar tampoco con el apoyo institucional que tienen ahora, repitieron al a?o siguiente.

Luego se les ocurri¨® utilizar las plazas. La del Trigo se ha convertido en una lanzadera para bandas como Vetusta Morla o Supersubmarina. Hace dos a?os decidi¨® darle otra vuelta de tuerca a su exitoso formato: invitar a cantantes cl¨¢sicos de la m¨²sica espa?ola. Este verano el grupo estrella ha sido el D¨²o Din¨¢mico. ¡°As¨ª contento a mi madre¡±, dice mientras supervisa el montaje del escenario principal. ¡°Mire, estos son el Blas y el Toni, los carpinteros del pueblo. ?Para qu¨¦ voy a dar trabajo a otros si aqu¨ª tenemos a los mejores?¡±. Los arandinos, encantados, claro.