?Ha visto a este joven?
La ONU conmemora cada 30 de agosto a las v¨ªctimas de las desapariciones forzadas. Los conflictos, las migraciones o los desastres naturales son las principales causas de este fen¨®meno que cada a?o sume a miles de familias en una b¨²squeda interminable
La guerra entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC termin¨® el pasado domingo despu¨¦s de 52 a?os. No para la madre de Enrique, quien desapareci¨® en 1992 cuando ten¨ªa 15 a?os. Unos encapuchados se lo llevaron mientras vend¨ªa boletos para la rifa de una bicicleta por las calles de Calamar, en el departamento de Bolivar. "?Ha visto a este joven?", es la pregunta que repet¨ªa la progenitora mientras mostraba la foto de su hijo a todo aquel que quisiera escucharla. Y a los que no, tambi¨¦n. Como Enrique, unas 100.000 personas se han desvanecido en el ¨²ltimo medio siglo en Colombia, convirti¨¦ndose en sombras del pasado para sus familias que no dejan de buscarlas, ni pierden la esperanza de encontrarlas. Que vuelvan. La de Enrique es la historia real relatada en un c¨®mic editado por el Comit¨¦ Internacional de Cruz Roja (CICR) para sensibilizar sobre este problema global con motivo del D¨ªa Internacional de las Desapariciones Forzadas e Involuntarias que se celebra cada 30 de agosto.
"Lo he visto en Sri Lanka, en la ¨¦poca m¨¢s dura del conflicto.?Lo he visto tambi¨¦n en Colombia y Timor-Leste. Las familias de los desaparecidos, principalmente las madres, sufren como el primer d¨ªa. A pesar del paso de los a?os, siguen teniendo la esperanza de que sus allegados vuelvan a aparecer en la puerta de casa un buen d¨ªa. Te dicen: 'Lo espero'. 'No quiero morir sin saber lo que ha pasado". Lo explica?Fr¨¦d¨¦rique Desgrais, responsable de la Unidad para el Restablecimiento de contactos familiares y personas desaparecidas del CICR. Para mitigar el dolor que deja la ausencia y la falta de informaci¨®n, la organizaci¨®n cuenta con programas de apoyo a las v¨ªctimas que abarcan desde ayuda psicol¨®gica, jur¨ªdica y material para las personas afectadas, as¨ª como de b¨²squeda, reasentamiento y reagrupaci¨®n familiar.
La sombra de Enrique
Puedes leer aqu¨ª el c¨®mic La sombra de Enrique, realizado por Benjamin Dix y su equipo, Positive Negatives, basado en una historia real de uno de los miles de desaparecidos en el conflicto en Colombia.
La dimensi¨®n de este problema global es desconocida "e hist¨®ricamente no reconocida", denuncia esta organizaci¨®n en un comunicado. La falta de registros nacionales y reconocimiento de la figura del desaparecido en muchos pa¨ªses oculta a¨²n m¨¢s a los ya ausentes. El Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas ha recogido desde su creaci¨®n, en 1980, un total de 55.273 casos en 107 Estados, de los que 44.159 siguen en estudio y ata?en a un total de 91 pa¨ªses. En el ¨²ltimo a?o, se han logrado esclarecer un total de 161. Seg¨²n el ¨²ltimo informe de este organismo, los pa¨ªses con mayor n¨²mero de desaparecidos desde que se registran los datos son: Irak (16.560), Sri Lanka (12.349), Argentina (3.446), Argelia (3.168), Guatemala (3.154), Per¨² (3.006), El Salvador (2.673), Colombia (1.260), Chile (907) y Filipinas (786).
Cada uno de esos n¨²meros es un drama familiar, una fotograf¨ªa manoseada, una pregunta sin respuesta. ?Le ha visto?? "Los familiares de las personas desaparecidas tienen derecho a conocer la verdad sobre la suerte y el paradero de sus seres queridos", recuerda el alto comisionado de la ONU de los Derechos Humanos en un comunicado. "Si est¨¢n con vida, los desaparecidos deben ser localizados y protegidos. Si fallecieron, los restos deben ser buscados, tratados adecuadamente, identificados cuando sea posible y devueltos a sus seres queridos", a?ade el CICR. Pero, a tenor de las denuncias de esta y otras organizaciones como Amnist¨ªa Internacional, falta voluntad pol¨ªtica para que as¨ª sea. "Inexplicablemente. Es dif¨ªcil saber por qu¨¦ se produce esa indiferencia por parte de los Estados. Nuestro rol es alertar", se limita a declarar Desgrais, que reh¨²sa cualquier tipo de cr¨ªtica concreta.?
Espa?a y los desaparecidos de guerra
Otras organizaciones, sin embargo, s¨ª ponen nombre y apellidos a esta falta de voluntad. Lo ha hecho Rights International Spain, que ha recordado que en Espa?a todav¨ªa hay quienes buscan a sus padres, abuelos o t¨ªos entre los 114.000 desaparecidos en la Guerra Civil (1936-39) y los a?os de dictadura franquista (hasta 1976). "Los familiares de las v¨ªctimas de desapariciones forzadas en esta oscura etapa de nuestro pa¨ªs siguen siendo ignorados por el Estado espa?ol", subrayan en una carta dirigida a quien sea el "pr¨®ximo presidente". Los gobiernos democr¨¢ticos han puesto trabas, denuncia esta organizaci¨®n, al mandato de la ONU de cumplir con el derecho internacional en este sentido.
As¨ª lo cree tambi¨¦n Amnist¨ªa Internacional, que en un informe publicado hoy sostiene: "En Espa?a se sigue privando del derecho a la verdad, la justicia y la reparaci¨®n a las v¨ªctimas. Las autoridades espa?olas siguen sin prestar asistencia adecuada al poder judicial argentino, que ejerce la jurisdicci¨®n universal para investigar estos cr¨ªmenes de derecho internacional. En los ¨²ltimos dos a?os, al menos cinco mecanismos de Naciones Unidas han constatado y expresado que Espa?a ni investiga ni deja investigar y le han instado a cumplir con sus obligaciones".
La ONG destaca en su documento que, adem¨¢s de la necesidad de luchar contra la impunidad y reparar el da?o sufrido en el pasado, todav¨ªa muchos Estados o personas que act¨²an en su nombre y se niegan a reconocerlo, hacen desaparecer a personas para acallar la disidencia y eliminar cualquier oposici¨®n pol¨ªtica, as¨ª como para perseguir a grupos ¨¦tnicos o religiosos. No es que se nieguen a investigar los casos, es que son los culpables. "La desaparici¨®n forzada se usa a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensaci¨®n de inseguridad que esa pr¨¢ctica genera no se limita a los parientes pr¨®ximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad", aclara la ONU.
Es el caso de Sud¨¢n del Sur, donde la poblaci¨®n civil "se encuentra a merced de las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas gubernamentales tras la firma del acuerdo de paz en agosto de 2015 en un escenario de total impunidad", se?ala Amnist¨ªa. Seg¨²n datos del CICR, en este pa¨ªs subsahariano se han registrado m¨¢s de 10.000 casos de menores no acompa?ados separados de sus familias o desaparecidos.
Perdidos en el camino
"Las desapariciones forzadas con implicaci¨®n del Estado y las perpetradas por agentes no estatales contin¨²an siendo una pr¨¢ctica generalizada en M¨¦xico. La impunidad por estos cr¨ªmenes sigue siendo absoluta. Seg¨²n datos oficiales, 27.638 personas (20.203 hombres y 7.435 mujeres) se hallaban en paradero desconocido en el pa¨ªs al concluir 2015. Por lo general, las pocas investigaciones criminales sobre esos casos presentaban deficiencias y las autoridades no buscaban a las v¨ªctimas", sostiene Amnist¨ªa.
Y as¨ª en un largo listado de pa¨ªses donde por acci¨®n u omisi¨®n del Estado, las desapariciones forzadas son pr¨¢ctica habitual. Siria, Egipto, Etiop¨ªa, Ucrania, Turqu¨ªa, Guatemala, Irak, Per¨²... Adem¨¢s de los conflictos y la lucha sucia contra personas inc¨®modas, desde activistas hasta periodistas, las migraciones son un gran agujero negro que se traga la vida de miles de personas. Mueren o se pierden en el camino. Les ocurre a cientos, miles, de los que tratan de llegar a Europa por peligrosas rutas a trav¨¦s de ?frica y Oriente Medio; o en el Mediterr¨¢neo, donde se ahogan ante la mirada de un continente rico, pero incapaz de salvar sus vidas. Les sucede a hondure?os, salvadore?os o guatemaltecos que tratan de hacer realidad el sue?o americano en Estados Unidos huyendo de sus pa¨ªses marcados por la violencia. Y M¨¦xico los engull¨®. Les pasas a los rohingya, minor¨ªa perseguida en Myanmar (antigua Birmania) donde viven en condiciones miserables, sin derecho a poseer tierra, explotados y limitados en sus movimientos, y se echan a la mar desesperados, no siempre para acabar con un final feliz.
?C¨®mo actuar? El CICR propone, entre otras medidas, que se desarrollen marcos jur¨ªdicos orientados a identificar e informar sobre las v¨ªctimas, as¨ª como responder a las necesidades de las familias. Muchas no solo pierden a un padre, hija o hermano, sino que se quedan sin sost¨¦n econ¨®mico y no adquieren, debido a la falta de leyes concretas, el derecho de volver a casarse en el caso de las mujeres, vender los bienes comunes o al acceso a determinados servicios sociales. Permanecen en un limbo emocional y legal que les hace revivir cada d¨ªa el mismo d¨ªa: el ¨²ltimo que vieron a su Enrique.
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