Hace mucho, mucho tiempo
El hallazgo en Groenlandia de los f¨®siles m¨¢s antiguos de la Tierra vuelve a plantear una pregunta esencial: ?cu¨¢n probable es la vida?
Hace 15 a?os, las evidencias f¨®siles m¨¢s antiguas de vida ten¨ªan 3.900 millones de a?os. Despu¨¦s se pusieron en duda ¨Chab¨ªa maneras de explicarlas por meros procesos qu¨ªmicos o geol¨®gicos¡ª y tuvimos que empezar a decir que los f¨®siles m¨¢s antiguos que no suscitaban controversia acad¨¦mica ten¨ªan s¨®lo 3.500 millones de a?os. Y ahora volvemos casi a la primera casilla, como puedes leer en Materia: cient¨ªficos australianos han hallado en Groenlandia evidencias f¨®siles, de momento no discutidas, de hace 3.700 millones de a?os. ?Y por qu¨¦ estos ajustes de unos cuantos cientos de millones arriba o abajo son importantes?, se preguntar¨¢ el lector. Pues lo son, y mucho.
Una de las cuestiones m¨¢s importantes que tiene planteada la ciencia actual es: ?cu¨¢n probable es la vida? Muchos cient¨ªficos y pensadores han sostenido durante los ¨²ltimos 150 a?os que somos un accidente tan extraordinariamente improbable, tan imposible redondeando un poco, que lo m¨¢s seguro es que estemos solos en el universo. Es una idea en cierto modo religiosa, que nos devuelve al centro de la creaci¨®n por m¨¢s centenares de miles de millones de planetas que haya en nuestra galaxia, y por m¨¢s centenares de miles de millones de galaxias que existan en el universo visible.
De ser correcto ese punto de vista, sin embargo, lo que cabr¨ªa esperar es que el milagro de la vida hubiera tardado un mont¨®n en ocurrir en la Tierra. Todas esas mol¨¦culas inorg¨¢nicas, u org¨¢nicas en el peor de los sentidos, habr¨ªan pasado lo que no est¨¢ escrito para lograr organizarse, siempre por casualidad, y mucho antes de que existiera una entidad susceptible de evoluci¨®n, porque de otro modo la vida habr¨ªa surgido por todas partes en este cosmos inabarcable. Si la emergencia de la vida a partir de la materia inerte fuera casi imposible, es en eso en lo que la biolog¨ªa tendr¨ªa que haberse gastado la mayor parte de su tiempo en este planeta cruel.
Si la emergencia de la vida a partir de la materia inerte fuera casi imposible, es en eso en lo que la biolog¨ªa tendr¨ªa que haberse gastado la mayor parte de su tiempo en este planeta cruel
Pero la Tierra, amigos, solo tiene 4.500 millones de a?os, y durante los primeros 500 o 600 millones estuvo martirizada por un bombardeo permanente de meteoritos, planetoides y cometas gigantescos ¨Cuno de ellos nos arranc¨® la Luna, directamente¡ª que seguramente convirtieron el planeta en un infierno inhabitable, no ya para nosotros, ni para las bacterias, sino incluso para las primeras mol¨¦culas que tuvieran la m¨ªnima aspiraci¨®n de trasmitir una m¨ªnima informaci¨®n, una semilla de sentido, un germen de la evoluci¨®n futura.
Si los primeros seres vivos ya exist¨ªan hace 3.700 millones de a?os, solo nos quedan 200 o 300 millones para fabricar un milagro. Incluso en el terreno de la evoluci¨®n de los seres vivos propiamente dichos, eso un lapso bastante modesto, m¨¢s o menos la mitad de lo que ha trascurrido desde el origen de los animales hasta nuestros d¨ªas. Para unas miserables mol¨¦culas que a¨²n no han descubierto c¨®mo evolucionar, se trata de un mero pesta?eo. Por eso los nuevos f¨®siles de Groenlandia indican que la vida es un fen¨®meno bastante probable, y nos estimulan a seguir busc¨¢ndola en la noche infinita de ah¨ª fuera.
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