Genios de la moda, diablos de la vida
La relaci¨®n de los dise?adores y sus musas, al cine con McQueen y Blow como estrellas
Son musas, amigas, confidentes, pa?o de l¨¢grimas, esp¨ªritus afines o mentoras y, en ocasiones, todo a la vez. El mundo de la moda tiene una larga tradici¨®n de relaciones intensas y casi siempre tortuosas entre genios creativos y mujeres visionarias que descubrieron en ellos una val¨ªa de la que el resto del mundo a¨²n no era consciente. Pero ninguna de esas leyendas tuvo un final tan tr¨¢gico como la de Alexander McQueen e Isabella Blow, cuya amistad, seg¨²n acaba de anunciarse, ser¨¢ llevada al cine. The Ripper que se estrenar¨¢ en 2017 y se centrar¨¢ en los primeros a?os de su relaci¨®n. Issie y Lee, como todos los llamaban, se conocieron en 1992. ?l era un dise?ador reci¨¦n licenciado en Saint Martins; ella, una estilista con sangre azul y un olfato infalible para descubrir talentos. Tanto le impact¨® a Blow la oscura belleza de la colecci¨®n de fin de carrera de aquel joven (inspirada en la ¨¦poca de Jack el Destripador, incorporaba pelo humano debajo del tejido) que la compr¨® entera por 5.000 libras y se propuso ayudarle a triunfar.
Y vaya si triunf¨®; en 1996, con solo 27 a?os, fue nombrado director creativo de Givenchy. Dana Thomas, autora del libro Gods and Kings. The rise and fall of Alexander McQueen and John Galliano, asegura que la intercesi¨®n de Isabella fue determinante en su ¨¦xito: ¡°Hizo mucho m¨¢s que animarle. Le ofreci¨® un sitio donde trabajar, le dio dinero para materiales, le present¨® a gente como el dise?ador Julien Macdonald o el sombrerero Philip Treacy, le introdujo en las revistas, organiz¨® y protagoniz¨® su primera sesi¨®n de fotos con el Vogue brit¨¢nico, llev¨® famosos a sus desfiles, le acompa?¨® a museos... Su apoyo fue incalculable¡±.
Y como parece que los biopics de dise?adores siempre vienen de dos en dos ¡ªas¨ª sucedi¨® cuando adaptaron a la gran pantalla las vidas de Saint Laurent y Coco Chanel¡ª, The Ripper coincidir¨¢ en el tiempo con otra pel¨ªcula sobre McQueen, dirigida por Andrew Haigh y basada en Blood beneath the skin,la biograf¨ªa autorizada que el escritor Andrew Wilson public¨® sobre ¨¦l en 2015. Este autor cree que la exc¨¦ntrica arist¨®crata y el hijo del taxista se hicieron inseparables. ¡°Reconocieron en el otro una cierta oscuridad. En 1964, cuando Issie ten¨ªa cinco a?os y se supon¨ªa que ten¨ªa que vigilar a su hermano de dos, se distrajo. El ni?o se atragant¨® con un trozo de galleta, se cay¨® a un estanque y muri¨®. Lee tambi¨¦n ten¨ªa demonios con los que lidiar: hab¨ªa sufrido abusos por parte de su cu?ado, que adem¨¢s maltrataba a su hermana mayor¡±. Y a?ade: ¡°Tanto Lee como Isabella utilizaban la moda como una forma de armadura. Aunque su relaci¨®n tuvo altos y bajos ¡ªcuando Lee no le dio trabajo a Isabella en Givenchy, ella se sinti¨® traicionada¡ª, estaban unidos por un profundo amor. Cuando Isabella se suicid¨® bebiendo herbicida en 2007 creo que Lee se sinti¨® culpable por no haber hecho m¨¢s por ella¡±. El dise?ador m¨¢s brillante de su generaci¨®n tambi¨¦n era el m¨¢s torturado. Nueve d¨ªas despu¨¦s de la muerte de su madre y tres a?os despu¨¦s del suicidio de Blow, sigui¨® sus pasos: ingiri¨® un c¨®ctel de coca¨ªna y pastillas y se ahorc¨® en su piso de Mayfair.
Tal vez por su propia naturaleza ef¨ªmera, esta industria no es ajena a este tipo de encuentros y desencuentros. La escritora Dana Thomas menciona otra relaci¨®n que guarda con ellos ciertos paralelismos: ¡°John Galliano tambi¨¦n tuvo su musa aristocr¨¢tica: Amanda Harlech. Ella comenz¨® como editora de moda, descubri¨® a Galliano despu¨¦s de su desfile de graduaci¨®n en Saint Martins. Su huella en sus primeros a?os de ¨¦l como dise?ador fue profunda. Pero cuando a Galliano lo contrataron en Dior, no se llev¨® a Amanda; pens¨® que no la necesitaba. Karl Lagerfeld se dio cuenta de su talento y la fich¨® para Chanel, donde a¨²n sigue hoy¡±.
La amistad de Yves Saint Laurent con Betty Catroux y Loulou de la Falaise, a quienes conoci¨® a finales de los sesenta, tambi¨¦n forma parte de la historia de la moda. A la primera la llamaba su ¡°gemela¡±; hasta la muerte de ¨¦l en 2008 lo compartieron todo, depresiones e ingresos en rehabilitaci¨®n. Loulou, dise?adora de joyas y accesorios, cuid¨® de ¨¦l y trabaj¨® durante tres d¨¦cadas en su atelier; dej¨® tal impronta en la marca que hab¨ªa quien la llamaba ¡°Yves Saint Loulou¡±. Y relaciones como las de Lagerfeld con In¨¨s de la Fressange (formaron un t¨¢ndem inseparable en Chanel durante los ochenta, pero su relaci¨®n se rompi¨® al final de la d¨¦cada y tardaron 20 a?os en reconciliarse) o, m¨¢s recientemente, la de Lady Gaga y su exestilista Nicola Formichetti tambi¨¦n son material de guion cinematogr¨¢fico. La moda los une, pero es Hollywood quien los hace inmortales.
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