El muro de Trump
Fronteras exteriores e interiores irradian el p¨¢nico ante una decadencia inevitable
En su reciente visita a M¨¦xico, el inefable Trump volvi¨® a la carga con su obsesiva cuesti¨®n sobre el muro. El tema del cerco fronterizo refleja una tendencia general en la nueva oleada de pol¨ªticos iluminados que persisten en las ideas y soluciones simplistas a la hora de confrontar problemas complejos. La pol¨ªtica del amurallamiento es una de esas escenificaciones simb¨®licas de poder y control pretendidamente soberano desplegado tanto al interior como al exterior de los Estados. La soluci¨®n pol¨ªtica ante determinados retos del mundo globalizado pasa hoy por ese levantamiento de fronteras internas y externas.
El muro de Trump es un ejemplo de ¡°frontera externa¡±. Ya no se trata de afirmar esa lucha de ¨ªndole moral que enfrentaba ¡°el mal contra el bien¡± exportando la democracia al mundo, como hizo Bush con su ¡°globalismo democr¨¢tico¡±. Ahora se impone el aislacionismo: la ideolog¨ªa del miedo al otro. Los estudios sobre migraciones lo confirman: estos muros fronterizos tienen una capacidad muy limitada para cumplir con el fin al que supuestamente responden, disuadir a los flujos migratorios. M¨¢s bien agravan el problema porque potencian la violencia que pretenden repeler al pie de esas fronteras. En realidad, son muros pol¨ªticos que organizan el miedo y que tratan de generar identidades culturales recurriendo a ese imaginario espacial.
La prohibici¨®n del burkini en Francia es un ejemplo de ¡°frontera interna¡±. El burkini es un muro pol¨ªtico impuesto en el interior del Estado, que se justifica como medio para proteger a la ciudadan¨ªa. Lo que favorece, sin embargo, es la exaltaci¨®n de un nacionalismo xen¨®fobo desestabilizador del mismo orden p¨²blico que pretende preservar. Prohibir el burkini es estigmatizar a quien lo lleva: construirlo como un otro dentro de la comunidad pol¨ªtica impidiendo as¨ª que pueda acceder a ella. Prohibir el burkini es elevar una frontera interior que se apropia de las mujeres como portadoras de la identidad nacional y defensoras de su pureza.
Fronteras exteriores e interiores irradian el p¨¢nico ante una decadencia inevitable, el viejo sue?o de la naci¨®n como comunidad identitaria homog¨¦nea. Nacionalismo y xenofobia son los monstruos que acaba produciendo ese sue?o. @MariamMartinezB
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.