"Har¨ªan falta 1,6 planetas para saciar la codicia humana"
Ante la gran crisis ecol¨®gica, la Comisi¨®n Europea pidi¨® a sus Estados miembros que redujeran sus emisiones de CO2. Esto es lo que ha hecho Espa?a...
2020 fue el primer plazo fijado para reducir las emisiones mundiales de CO2 en aras de preservar el medioambiente. La elecci¨®n de esa fecha no pudo ser m¨¢s acertada. Un reciente an¨¢lisis realizado por la Universidad de Haw¨¢i augura que para entonces algunos lugares de la Tierra alcanzar¨¢n un punto de no retorno. Para muchos, este funesto diagn¨®stico ya no resulta sorprendente: seg¨²n el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Clim¨¢tico (IPCC), durante los 30 ¨²ltimos a?os se han registrado las temperaturas m¨¢s altas desde 1850. Y para entonces, de poco servir¨¢n los ventiladores y el aire acondicionado. Veamos qu¨¦ se est¨¢ haciendo...
Seguimos emitiendo mucho m¨¢s di¨®xido de carbono de lo que la naturaleza puede absorber (Espa?a consume casi el triple de lo que puede regenerar). Har¨ªan falta 1,6 planetas para saciar la codicia humana, seg¨²n el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Conscientes de esta crisis ecol¨®gica, la Comisi¨®n Europea pidi¨® a sus Estados miembros que redujeran y compensaran las emisiones a trav¨¦s de pol¨ªticas dirigidas a aumentar la productividad de la energ¨ªa, reducir los residuos, restaurar los da?os, fomentar las energ¨ªas renovables, desarrollar la innovaci¨®n¡ Aunque los esfuerzos de europeos (y americanos) para conseguir el tan deseado saldo negativo tienen poco que hacer contra el incremento en pa¨ªses tan contaminantes como India (solo en 2015 emiti¨® 112 millones de toneladas m¨¢s que el anterior) o China (cuyo gr¨¢fico, todo hay que decirlo, ha bajado por primera vez), parece que el crecimiento, al fin, se est¨¢ frenando.
Eficiencia energ¨¦tica
Los recursos son m¨¢s escasos y la demanda cada vez mayor. Seg¨²n el 65? informe anual de BP sobre la energ¨ªa en el mundo, Statistical Review of World Energy, publicado este junio, en 2015 batimos un nuevo r¨¦cord de consumo de combustibles f¨®siles y de emisiones de CO2 (por sexta vez consecutiva), y para el 8 de agosto ya hab¨ªamos consumido todos los recursos naturales dispuestos para este a?o. Y a¨²n queda por delante mucho calor y todo el fr¨ªo, ¨Cseg¨²n la EIA (Administraci¨®n para la Informaci¨®n sobre Energ¨ªa del Gobierno norteamericano), el verano y el invierno son las dos ¨¦pocas con m¨¢s demanda energ¨¦tica¨C¡ ?Un palmar¨¦s como para sentirnos orgullosos?
EE UU lidera el ranking de los que han adelgazado sus estad¨ªsticas ¡°gracias al descenso de consumo de carb¨®n, que fue sustituido por gas natural¡±, seg¨²n public¨® en Forbes Robert Rapier, ingeniero y autor del libro Power Plays: Energy Options in the Age of Peak Oil (algo as¨ª como El juego del poder: opciones de energ¨ªa en la edad del petr¨®leo). Espa?a, que hoy emite unas 224 millones de toneladas, se deshizo del 21% de las emisiones del sector servicios, agricultura, residuos, transporte y hogar. Y saca pecho cuando se trata del aumento de su productividad energ¨¦tica: en 2014 superaba el objetivo de consumo primario (f¨®sil y renovable) ahorrando la misma cantidad de combustible que la necesaria para que el buque Majestic, que dice ser el mayor del mundo, navegue durante 1.126 d¨ªas. Greenpeace asegura que esta restricci¨®n no es m¨¦rito del Gobierno, y que siendo as¨ª poco tendr¨¢ que trabajar para cuadrar las cifras propuestas por la UE.
En el ¨¢mbito de lo privado, Telef¨®nica, que emite alrededor de dos millones de toneladas de CO2 al a?o, espera rebajar el gasto en un 50% modernizando las instalaciones, utilizando nuevas energ¨ªas hasta que supongan m¨¢s de la mitad de sus fuentes, e invirtiendo en ahorro la nada desde?able cifra de 90 millones de euros. Si lo lograse, ser¨ªa casi como plantar un descomunal parque de 20 millones de ¨¢rboles (dejar¨ªa de emitir aproximadamente 608 toneladas de CO2, seg¨²n calcula la iniciativa londinense Million Tree Challenge). Sigamos sumando.
Gesti¨®n de desechos
Seg¨²n Eurostat, en 2010 se produjeron solo en Espa?a 137 millones de toneladas de residuos (66.000 veces el peso de la Estatua de la Libertad). Y apenas se recicl¨® el 33%. El Gobierno se va a esforzar en reducir la cifra de desechos urbanos a la mitad ¨Csiguiendo instrucciones de la UE¨C y en disminuir en un 10% los 535 kilos anuales que genera cada persona. El orden de prioridades es sencillo: prevenci¨®n, reutilizaci¨®n, reciclado, otras formas de valorizaci¨®n y, por ¨²ltimo, eliminaci¨®n.
Coca-Cola y Nestl¨¦ son dos de las empresas que tambi¨¦n se han comprometido con este prop¨®sito a nivel mundial. La suiza trabajar¨¢ para lograr que ning¨²n alimento se desperdicie. Por eso no enviar¨¢ residuos al vertedero ni la incineradora a no ser que se recupere energ¨ªa en el proceso. Por su parte, la empresa americana devolver¨¢ a la naturaleza el 100% del agua que contienen sus envases ¨C0,92 litros por cada litro de refresco¨C. Si cada d¨ªa se venden en todo el mundo 1.900 millones de latas, supondr¨¢n m¨¢s de 580 millones de litros a diario o la capacidad de 232 piscinas ol¨ªmpicas. La compa?¨ªa cosm¨¦tica L¡¯Or¨¦al tambi¨¦n se ha propuesto disminuir en un 15% el consumo de agua ¨Cen 2015 consigui¨® ahorrar el equivalente a la octava parte del lago Titicaca¨C. Para lograrlo, minimizar¨¢ su uso u optar¨¢ por el reciclaje o la reutilizaci¨®n. Adem¨¢s, recortar¨¢ un 60% de la cantidad de basura que generan sus plantas y centros de distribuci¨®n a tan solo ocho gramos de material desechable por producto (como una cucharadita).
Sphere, una empresa especializada en bolsas y films, utiliza desde 2011 polietileno vegetal (se obtiene de la ca?a de az¨²car y es 100% biodegradable), en sustituci¨®n de otros materiales como el petr¨®leo. Y por su parte, HP pondr¨¢ todos sus esfuerzos en aliviar en un 20% sus emisiones (lo mismo que si cancelaran 440 viajes de avi¨®n entre Madrid y Malasia) haciendo que todo su papel y cartonajes sean reciclados.
Energ¨ªas renovables
Si Espa?a sigue aplic¨¢ndose superar¨¢ la cuota acordada ¨Cen 2014 alcanzaba el 17,3%¨C. Aunque con todo, se encuentra lejos de pa¨ªses como Suecia o Noruega que, en 2012, se situaban por encima de la media con un 51,1% y un 65,9%, respectivamente. No hace tanto, solo algunos particulares y empresas concienciadas recurr¨ªan a las renovables. Hoy en d¨ªa tambi¨¦n las multinacionales las incorporan a sus filas. Es el caso de Unilever, que ha invertido en gas natural licuado, mucho menos contaminante. Si se cumplen sus expectativas, lograr¨ªa reducir la misma energ¨ªa que la necesaria para poner en marcha 80 f¨¢bricas como las que explota. En 2015, Iberdrola, cuyas emisiones el a?o pasado fueron las mismas que las que genera toda Galicia (unas 8,8 millones de toneladas), aspira a recortarlas en un 30%. Para que se haga una idea, lo mismo que si se retiraran de la circulaci¨®n m¨¢s de 1,7 millones coches de los casi 28 que hay en Espa?a. Hacerlo pasar¨¢ por poner en marcha m¨¢s producci¨®n e¨®lica, nuclear e hidroel¨¦ctrica. La empresa invirti¨® en renovables el equivalente a lo que consumen 953 viviendas unifamiliares durante un a?o.
Casi todos los mencionados van camino de conseguir su meta. Al menos, as¨ª lo muestran los n¨²meros que nos facilitan. Son muy pocos los que ignoran el beneficio que la sostenibilidad supone para su propio crecimiento. Es una inversi¨®n monetaria ¨Cmuy peque?a en el caso de los grandes capitales¨C que consigue abaratar costes a corto plazo. Las multinacionales son las m¨¢s propicias para presentar proyectos de mayor envergadura y alcanzar resultados que pesen en la factura total. Aun as¨ª, los ¨®rganos ejecutivos, los Gobiernos y las peque?as corporaciones resultan esenciales. Incluso las acciones m¨¢s min¨²sculas contribuyen a frenar el cambio clim¨¢tico. Ver si salen victoriosos o no es solo una cuesti¨®n de tiempo.
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