Otro estilo de vida, otra ropa
Primer s¨¢bado de octubre. Son las siete pasadas en el Aula Ambiental Bosc Turull, un refugio natural y centro de educaci¨®n ambiental situado en pleno barrio de Vallcarca (Barcelona). Varias decenas de personas se han sentado en las escalinatas de un teatro al aire libre. ?El motivo? En unos minutos empieza Quina Tela!, espect¨¢culo teatral que da inicio al ciclo Arrelarts.
El objetivo es tratar, de forma cr¨ªtica y desenfadada, la manera en la que compramos, usamos y tiramos la ropa. De ello se encargan los actores de la compa?¨ªa Xucrut, con el apoyo de la ONG Setem. El ciclo sigue los d¨ªas 8, 13 y 20 de octubre con m¨¢s actividades, entre ellas una sesi¨®n de poes¨ªa y la proyecci¨®n de un documental. La Sociedad Catalana de Educaci¨®n Ambiental, responsable del Aula Ambiental Bosc Turull, coordina el evento. Al¨¨xia Cumplido, t¨¦cnica de la organizaci¨®n, explica que la idea intenta acercar la idea de transformar la sociedad ¡°a trav¨¦s de las artes¡±. ¡°As¨ª es m¨¢s f¨¢cil emocionar¡± y concienciar, a?ade.
Empieza la funci¨®n. Sin perder la sonrisa, los actores de Xucrut no dejan t¨ªtere con cabeza. Desde el taller gallego que trabaja jornadas infinitas para satisfacer las necesidades de una firma de moda hasta sus equivalentes en los pa¨ªses asi¨¢ticos; pasando por la fiesta de acudir a tiendas con la m¨²sica a todo volumen ¨Chasta el punto de cortar la m¨²sica ¡°por respeto a los espectadores¡±¨C. Entre risa y risa, los asistentes se enfrentan a m¨²ltiples contradicciones: a esos pantalones que compramos porque nos seducen, pero que en verdad ni nos hacen falta, ni nos encajan. A ese vestido que nos llevamos a casa por autoestima. A esa prenda que nos empujan a comprar.
Tras la representaci¨®n, los actores conversan con el p¨²blico acerca de lo que han visto. Un espectador lamenta que la ropa se tenga que romper, y se pregunta por qu¨¦ se vende tal cantidad de prendas en las tiendas. Ainhoa Roca, actriz de Xucrut Teatre, explica que ¡°hubo un trabajo de documentaci¨®n¡± previo a la obra. Ella y Albert Requena, co-protagonista de Quina Tela!, se informaron acerca de la situaci¨®n del sector, preguntando a amistades, conocidos y gente conocedora de la industria. ¡°El del textil siempre fue un sector durillo, pero [antes de la deslocalizaci¨®n] la ropa aguantaba¡±, reflexiona Roca.
Nada que ver con la situaci¨®n actual, seg¨²n ONGs como Setem: prendas producidas en masa en pa¨ªses asi¨¢ticos como Camboya o Bangladesh. Cadenas de subcontrataci¨®n que van de las marcas de moda hasta la fabricaci¨®n de ropa en un hogar de la India, pasando por f¨¢bricas cuyas trabajadoras ¨CTres de cada cuatro personas en el sector son mujeres, sector que emplea a 75 millones en todo el mundo¨C realizan jornadas de 14 horas para atender los encargos justo a tiempo de los clientes. Ropa ef¨ªmera, de temporada. Piezas tejidas a muy bajo coste, y con salarios que no garantizan una vida digna. Seg¨²n un documento de la Clean Clothes Campaign ¨Calianza entre ONGs europeas y organizaciones sindicales de los pa¨ªses fabricantes para mejorar las condiciones de trabajo en el sector¨C en ning¨²n pa¨ªs de la regi¨®n las trabajadoras pueden alimentar a sus familias, pagar un alquiler o ir al m¨¦dico, con lo que ganan.
Todo ello, en pa¨ªses en los que los derechos laborales no son respetados. Seg¨²n el informe Moda: industria i drets laborals de Setem es habitual que las autoridades de la regi¨®n dificulten la organizaci¨®n de sindicatos independientes. No es raro, adem¨¢s, que los empresarios elaboren listas de sindicalistas, para que no sean contratadas. Y, aunque las principales firmas de moda cuentan con c¨®digos de conducta que deber¨ªan garantizar unos derechos laborales m¨ªnimos en las f¨¢bricas proveedoras, ONGs como Setem, vinculadas a la Clean Clothes Campaign, denuncian que son demasiado d¨¦biles.
?Hay alternativas a este modelo de producci¨®n y consumo? Requena recuerda que ¡°el ritmo fren¨¦tico de la actividad en las tiendas no deja pensar¡±. Induce a no reflexionar sobre lo que se compra. D¨®nde y c¨®mo se ha hecho, si realmente es necesario¡
Y, precisamente, el cambio puede ir en la direcci¨®n de reflexionar sobre qu¨¦ prendas hacen realmente falta, seg¨²n los actores. ?C¨®mo? Entre artistas y p¨²blico, surge una amplia variedad de alternativas: las tiendas de segunda mando de la cooperativa Roba Amiga, que reutiliza y recicla la ropa. Parecido fin tienen los establecimientos de segunda oportunidad de Oxfam Interm¨®n, donde es posible donar prendas y comprar de segunda mano. Otras propuestas, como el centro social Can Masdeu, van un paso m¨¢s all¨¢: Roca explica que all¨ª se puede dar y recibir vestimenta sin coste alguno, como en cualquier mercado de trueque. Alexia Cumplido, t¨¦cnica de la SCEA, menciona una iniciativa parecida. Se trata de Renova la roba, proyecto liderado por asociaciones de Barcelona con el apoyo del Ayuntamiento: durante unos d¨ªas al a?o es posible ir a ¡°puntos de intercambio¡± repartidos por toda la ciudad. Tambi¨¦n est¨¢n los proyectos para la producci¨®n y comercializaci¨®n de prendas de comercio justo, como la colecci¨®n Veraluna de Oxfam Interm¨®n y la ropa Hecha con Amor.
Existe, adem¨¢s, una web que agrega estas y otras alternativas de consumo. Se trata de Pam a Pam, un ¡°mapa que agrega alternativas de proximidad y comercio justo¡±, explica Xenia Dom¨ªnguez, activista de Setem y responsable en Catalunya de la campa?a Roba Neta. Setem y la Red de Econom¨ªa Solidaria de Catalunya lideran la iniciativa.
M¨¢s all¨¢ del consumo cr¨ªtico, tambi¨¦n hay otras maneras de hacer frente al modelo de consumo y producci¨®n tradicional. Dom¨ªnguez explica que Setem lidera, junto al colectivo Rets, la campa?a Clean Clothes en Catalunya ¨CCampanya Roba Neta, en catal¨¢n¨C. El objetivo de las ONGs que participan en la iniciativa es mostrar al p¨²blico la situaci¨®n en la que se encuentran las trabajadoras del sector textil, y presionar a las grandes compa?¨ªas para que obliguen a sus proveedores a cambiar la situaci¨®n.
Fotos: David Fern¨¢ndez Guerrero
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