Gonzalo Su¨¢rez, el heterodoxo de los fogones

Los mismos vuelcos de la vida que hicieron pasar su pel¨ªcula Aoom de los abucheos al culto, hoy llevan al mismo Gonzalo Su¨¢rez que en su d¨ªa casi provoc¨® un incendio al fre¨ªr un simple huevo a preparar un suculento ceviche mexicano. ¡°Aunque mi especialidad es rehogarlo todo, incluso si no viene a cuento. Y, sobre todo, dejarlo reposar.

Esto se me da muy bien¡±, bromea. Quiz¨¢ sea su humor a prueba de embestidas el causante de esos giros del destino. El suyo, repleto de hitos, le ha hecho transitar por el cine, la literatura y el periodismo en una extensa carrera de inesperadas fluctuaciones tem¨¢ticas y estil¨ªsticas marcada por t¨ªtulos impresos sobre el papel como Ciudadano Sade (1999) o pel¨ªculas como Remando al viento, que en 1987 se alz¨® con seis premios Goya y empuj¨® al gal¨¢n brit¨¢nico Hugh Grant al estrellato.

De su heterodoxa y rompedora Aoom, una cinta a caballo entre la risa y la l¨¢grima, entre la filosof¨ªa y el arte, recuerda Su¨¢rez el siseo demoledor de las protestas del p¨²blico cuando se proyect¨® en el Festival de San Sebasti¨¢n de 1970. ¡°Hubo solo un aplauso en un momento dado: yo hac¨ªa un peque?o papel y me ca¨ªa un rayo. En ese momento se oy¨® al un¨ªsono un ¡®bravo¡¯. Les alivi¨® mucho¡±, se r¨ªe. Cuatro d¨¦cadas y media despu¨¦s, aquel filme se puede ver en pantallas de cine de todo el mundo, desde los Pa¨ªses Bajos a Australia, con parada este mismo verano en La Casa Encendida de Madrid. ¡°Curiosamente, quien s¨ª quiso verlo fue Sam Peckinpah, al que le entusiasm¨®. Despu¨¦s me pregunt¨® a d¨®nde iba, y acabamos pasando 15 d¨ªas apasionantes en Asturias que marcaron el principio de una gran amistad¡±.

Lino Escur¨ªs

El inimitable director de La balada de Cable Hogue ¨Cque present¨® en aquel mismo certamen en Donostia¨C no es el ¨²nico artista que se ha abrigado en la confraternidad de Su¨¢rez. Desde los miembros del movimiento de la gauche divine en la Barcelona de los sesenta hasta titanes de las letras como Julio Cort¨¢zar, el asturiano (Oviedo, 1934) se ha codeado con algunos de los nombres de mayor resonancia en el imaginario cultural global. A Luis Bu?uel, por ejemplo, lo conoci¨® en sus a?os de juventud, cuando practicaba el periodismo. ¡°Hice un reportaje sobre ¨¦l¡±, rememora. ¡°Pero antes de publicarlo fui a ense?¨¢rselo y se enfad¨® mucho¡±. En una conversaci¨®n distendida hab¨ªan llegado a hablar ¨Cy no bien¨C de temas peliagudos como el car¨¢cter de ciertas actrices. ¡°Y mira por d¨®nde, la paradoja de Bu?uel censurando en el momento en que a ¨¦l le censuraron por segunda vez Tristana¡±.

Mientras Su¨¢rez remueve los ingredientes, comprendo que la existencia est¨¢ escrita a base de gritos y susurros, altos y bajos en el camino. De esas iron¨ªas que ¨¦l menciona. Con un nuevo libro y un mediometraje en camino, lo sabe bien este hombre que en los a?os sesenta trabaj¨® como ayudante del futbolista Helenio Herrera en su etapa de entrenador del Inter de Mil¨¢n recabando informaciones sobre jugadores rivales, pero nunca ha tenido un ¨²nico equipo favorito. El mismo artista que pas¨® del hambre de la posguerra a la bonanza de una Barcelona en la vanguardia; ese que un d¨ªa se decidi¨® a fre¨ªr un huevo y ¡°por arte de birlibirloque se quem¨® la sart¨¦n, y no se me ocurri¨® otra cosa que echarle un vaso de agua¡±. El que, con su inquebrantable sorna, cuenta c¨®mo ¡°con una rapidez que nunca he abandonado a la hora de huir me met¨ª debajo de la mesa y, como se ve, sobreviv¨ª¡±. Y que concluye: ¡°Luego he hecho tambi¨¦n el pan con tomate, pero tendr¨ªa que practicar de nuevo¡±.

Ceviche Vuelve a la Vida

4,5 euros por persona