El gateo es una posibilidad, no una necesidad

La mayor¨ªa de los padres ve con expectaci¨®n y asombro como sus hijos van consiguiendo logros madurativos durante los primeros meses de vida que les hacen, entre otras cosas, sonre¨ªr, sostener la cabeza, acercarse objetos, sentarse y, en la mayor¨ªa de los casos, gatear. Un ejercicio f¨ªsico que requiere de una gran destreza y que les ofrece todo un mundo de posibilidades, entre otras, conseguir su propia autonom¨ªa y estar cada vez m¨¢s cerca de lograr una independencia motora total, que se traduce en andar sin ayuda.

Pero no todos los ni?os que caminan de manera independiente han pasado previamente por la fase de gateo. Seg¨²n recoge el art¨ªculo ¡°Desarrollo psicomotor y signo de alarma¡±, elaborado por Mar¨ªa Asunci¨®n Garc¨ªa P¨¦rez y Miguel ?ngel Mart¨ªnez Granero y publicado dentro de las monograf¨ªas del 13? Curso de Actualizaci¨®n Pediatr¨ªa 2016 de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria (AEPAP), el 18% de los ni?os no pasan por la fase de gateo antes de iniciar a andar.

El hecho de que el ni?o gatee o no sigue siendo tema de controversia entre los expertos. Seg¨²n manifiestan los especialistas, el gateo proporciona al beb¨¦ que lo ejercita una serie de beneficios como son: coordinar ambos hemisferios cerebrales, desarrollar una mejor visi¨®n, fortalecer el eje de las caderas y el eje de los hombros y tonificar as¨ª los m¨²sculos que luego le ayudar¨¢n a mantenerse erguido y caminar. Adem¨¢s, aprende a entender el mundo tridimensional que le rodea, conociendo las distancias, siendo consciente de la fuerza de la gravedad y mejorando la coordinaci¨®n del gesto mano-boca. Y adquiere autonom¨ªa antes, porque empieza a tomar sus primeras decisiones a la hora de separarse de sus padres, acercarse a ellos, explorar zonas que no conoc¨ªa, etc.

Pero, pese a todo ello, los padres no deben preocuparse si su hijo no gatea antes de caminar. Ana Camacho, neuropediatra de la Sociedad Espa?ola de Neuropediatr¨ªa (SENEP), comenta que ¡°el gateo es un hito madurativo motor que presentan la gran mayor¨ªa de los ni?os, pero no es imprescindible para la consecuci¨®n de la marcha. Por lo tanto, su ausencia, si el resto de los neurodesarrollos y la exploraci¨®n son normales, no debe suponer un signo de alarma. No gatear no implica que el ni?o no llegue a caminar. La sedestaci¨®n, por el contrario, s¨ª es un hito motor fundamental: es obligatorio que el ni?o se mantenga sentado sin apoyos a una edad adecuada para que sea capaz de caminar¡±.

Adem¨¢s, Camacho subraya que, ¡°lo importante es que haya desplazamiento en el suelo, que bien puede ser en forma de arrastre o culeteo. Si un ni?o sano se desplaza arrastr¨¢ndose, es un m¨¦todo v¨¢lido y no es preciso insistir en un desplazamiento alternativo¡±. Una opini¨®n que comparte Jos¨¦ ?ngel P¨¦rez Quintero, m¨¦dico pediatra y profesor de la especialidad de la Facultad de Medicina de Sevilla. P¨¦rez Quintero se?ala que, ¡°en los ni?os sanos, el gateo es una posibilidad, no una necesidad. En muchos ni?os no existe fase de gateo porque no es inexcusable ni un paso previo a la deambulaci¨®n. En otros, el gateo es un m¨¦todo r¨¢pido y f¨¢cil de desplazamiento y llegan a perfeccionarlo tan bien, son tan r¨¢pidos, que no llegan a caminar hasta muchos meses despu¨¦s de lo habitual, simplemente porque no lo necesitan. Otros ni?os no gatean sino que se arrastran y algunos se deslizan hacia atr¨¢s arrastrando el culete y usando las manos como remos. Son variantes de la normalidad y no tienen significado patol¨®gico o consecuencias negativas posteriores¡±. El doctor P¨¦rez Quintero apostilla, de este modo, que ¡±el gateo es una opci¨®n que elige el beb¨¦. No es imprescindible ni necesario para un adecuado desarrollo del ni?o, solamente una destreza m¨¢s f¨¢cil de adquirir y muy funcional para ellos, porque les permite moverse en etapas m¨¢s precoces. Los ni?os que no gatean pero deambulan son tan bonitos, cari?osos, inteligentes y prometedores como los que si gatean¡±.