El hombre ameba y la Tierra Gemela
Si un ser humano se dividiera en dos individuos id¨¦nticos, ?qu¨¦ ocurrir¨ªa con su identidad personal?
De los experimentos mentales mencionados la semana pasada (el ascensor de Einstein, la Tierra Gemela de Putnam, el violinista de Thompson¡), tal vez el menos conocido -y a la vez el m¨¢s inquietante- sea el del hombre ameba de Parfit.
Supongamos, querido lector o lectora L, que te divides cual ameba en dos individuos L1 y L2 id¨¦nticos a ti. ?Qu¨¦ pasa con tu identidad personal? ?Sigues siendo a la vez L1 y L2? ?Dos personas y una sola naturaleza, como en una versi¨®n pagana del misterio de la Sant¨ªsima Trinidad?
En un episodio de Star Trek titulado El propio enemigo (escrito por Richard Matheson, tambi¨¦n autor, como vimos, de El hombre menguante), el capit¨¢n Kirk, debido a un fallo en el teletransportador, se divide en dos, uno m¨¢s amable que el otro pero ambos convencidos de ser el verdadero. Al final, Spock consigue reintegrar a los dos Kirk en uno; pero, ?qu¨¦ habr¨ªa pasado de no lograrlo?
La cuesti¨®n de la identidad personal ha preocupado desde siempre a los fil¨®sofos (y desde hace poco tambi¨¦n a los cient¨ªficos). Seg¨²n Locke, la identidad reside en -consiste en- la memoria: soy yo porque recuerdo, al menos en una parte sustancial, lo que he hecho y me recuerdo a m¨ª mismo haci¨¦ndolo. Pero esta visi¨®n psicologista de la identidad dista de ser satisfactoria. ?Qu¨¦ pasa con la amnesia? ?Y con los falsos recuerdos? Philip K. Dick y otros autores de ciencia ficci¨®n han especulado sobre la posibilidad de implantar recuerdos prefabricados, incluso vidas enteras, en la mente de un individuo.
Frente a los psicologistas, los fisicalistas consideran que la identidad reside en el cuerpo
Frente a los psicologistas, los fisicalistas consideran que la identidad reside en el cuerpo. Pero el cuerpo cambia, las c¨¦lulas se renuevan continuamente, y el cuerpo de un ni?o es muy distinto al de un adulto. En un hilarante relato titulado ?Existe realmente el se?or Smith?, Stanislaw Lem plantea el caso de un hombre al que le han hecho tantos trasplantes e implantes que ya no queda casi nada del Smith original. El cerebro, sede de la conciencia, es m¨¢s estable, m¨¢s permanente en el tiempo, pero no del todo, y tambi¨¦n es susceptible de alteraciones y manipulaciones.
Seg¨²n Derek Parfit, de este tipo de consideraciones se desprende que la identidad est¨¢ sobrevalorada. Si mi identidad es una relaci¨®n biun¨ªvoca conmigo mismo, se perder¨¢ si me divido como una ameba. Pero lo m¨¢s importante es la supervivencia, argumenta Parfit, as¨ª que sobrevivir como dos individuos es mejor que desaparecer. Un Kirk es mejor que dos, pero dos es mejor que ninguno. ?Qu¨¦ opin¨¢is al respecto?
?Existe la Tierra Gemela?
En su art¨ªculo El significado de ¡°significado¡±, publicado en 1975, Hilary Putnam plante¨® su famoso experimento mental de la Tierra Gemela, con el que pretend¨ªa demostrar que el contenido de un t¨¦rmino no viene determinado por el concepto que el hablante tiene en su cabeza.
Pero lo que nos interesa en relaci¨®n con el tema de la identidad es que Putnam imagina un planeta id¨¦ntico al nuestro incluso en su poblaci¨®n, es decir, con un doble exacto de cada habitante de la Tierra. Lo que nos remite una vez a la hip¨®tesis de un universo infinito y homog¨¦neo en el que la Tierra Gemela de Putnam existir¨ªa realmente. ?O no?
Carlo Frabetti es escritor y matem¨¢tico, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado m¨¢s de 50 obras de divulgaci¨®n cient¨ªfica para adultos, ni?os y j¨®venes, entre ellos Maldita f¨ªsica,Malditas matem¨¢ticas o El gran juego. Fue guionista de La bola de cristal.
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