Una nutrici¨®n saludable para los menores: los desaf¨ªos en el Caribe
Hay un incremento de ni?os y j¨®venes que padecen sobrepeso. El problema puede derivar en trastornos metab¨®licos o endocrinos, entre otros
Jugar fuera, correr en la calle, montar en bicicleta son los buenos recuerdos infantiles de muchos de nosotros. Pero para muchos ni?os y j¨®venes caribe?os estos no ser¨¢n recuerdos de su infancia, seg¨²n un nuevo estudio. Al rev¨¦s, son bastante poco activos. Y el precio de esta vida sedentaria es una creciente prevalencia de sobrepeso y obesidad en esta poblaci¨®n.
Creado en 1959, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es la principal fuente de financiaci¨®n multilateral de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Tiene como miembros a 48 pa¨ªses, 2.000 empleados y su principal misi¨®n es reducir la pobreza en la regi¨®n a trav¨¦s del apoyo de proyectos de desarrollo econ¨®mico, social e institucional, en forma de pr¨¦stamos, donaciones y asistencia t¨¦cnica. Su sede central est¨¢ en Washington.
El estudio Factores Asociados al Estilo de Vida Saludable, realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo y que se publicar¨¢ en breve, muestra el incremento de ni?os y j¨®venes que padecen sobrepeso. Entre los pa¨ªses del Caribe con mayor crecimiento se encuentra Barbados 32.5%, , seguido por las Bahamas con 32.3%,Trinidad y Tobago 32%, Cuba, 20% y Jamaica 17.7%.
La falta de una nutrici¨®n saludable, un ejercicio f¨ªsico escaso y un alto tiempo delante de una pantalla, es decir, viendo televisi¨®n o jugando a los videojuegos, representan importantes retos. En las Bahamas, la Encuesta de Gasto del Hogar 2013 identific¨® que menos del 8% de los ni?os com¨ªan frutas y vegetales al menos tres veces al d¨ªa, el 66% pasaba m¨¢s de dos horas al d¨ªa pegado a un monitor y ¨²nicamente el 30% practicaba alg¨²n ejercicio f¨ªsico.
Las cifras no son tan dispares de otros pa¨ªses y territorios de la regi¨®n. El consumo apropiado de fruta y vegetales en Puerto Rico no rebasa el 40% y la proporci¨®n de adolescentes con insuficiente actividad f¨ªsica oscila entre el 72% de Estados Unidos y el 83% en Dominica. En Barbados, la prevalencia de sobrepeso es mayor en familias de escasos recursos, algo que se ve en varios otros pa¨ªses.
Adicionalmente, muchos estudios reportan que el sobrepeso afecta con mayor frecuencia a las ni?as que a los ni?os, lo que indica la necesidad de analizar con cuidado el enfoque de g¨¦nero para poder mejorar estos n¨²meros no solo con los varones.
Las consecuencias del sobrepeso en la ni?ez y la adolescencia son m¨²ltiples. Algunas aparecen durante la ni?ez, otras no se sufren hasta edades posteriores. Las consecuencias en la salud de la gordura se manifiestan en problemas metab¨®licos, ortop¨¦dicos, respiratorios, endocrinos; adem¨¢s, hay consecuencias psicol¨®gicas, como ansiedad y depresi¨®n y baja autoestima; y problemas de aceptabilidad social; frecuentemente los ni?os con sobrepeso/obesidad son discriminados. En Nassau se identific¨® que entre adolescentes de 12 a 14 a?os, la prevalencia de hipertensi¨®n alcanza el 8.9%. Un tercio de los ni?os que son obesos en edad preescolar ser¨¢n adultos obesos.
Los estilos de vida no saludables, que se reflejan en el estado nutricional representan un problema de salud p¨²blica complejo que requiere acciones complejas e intersectoriales. La mayor¨ªa de los estilos de vida poco saludables son modificables mediante intervenciones que promuevan el cambio de conducta, pero la perspectiva que apoye este cambio no es ¨²nicamente individual. Las Organizaciones internacionales y los gobiernos no son omisos ante esta grave problem¨¢tica. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud public¨® un Plan de Acci¨®n enfocado en ni?os y adolescentes que comprende propuestas legislativas y pol¨ªticas nacionales compuestas por mejoras en la regulaci¨®n e impuestos a los alimentos con alto contenido cal¨®rico, mejoras en los programas nutricionales escolares, etiquetado m¨¢s informativo de alimentos y bebidas y de la calidad nutricional de los alimentos en las escuelas.
La FAO public¨® un manual para el Caribe de habla inglesa para el desarrollo de lineamientos nutricionales. En las Bahamas, el Ministerio de Salud ya tiene distintos programas enfocados a mejorar el estilo de vida y la orientaci¨®n nutricional que van m¨¢s all¨¢ del entorno de salud y se extienden hacia los ¨¢mbitos escolares y de trabajo y la comunidad. El programa de Estilo de Vida Saludable busca reducir la prevalencia de tabaquismo, inactividad f¨ªsica y alimentos no saludables y promover la institucionalizaci¨®n de pr¨¢cticas de estilo de vida saludables en entornos laborales. La Unidad de Nutrici¨®n del Departamento de Salud P¨²blica est¨¢ liderando el desarrollo de gu¨ªas nutricionales nacionales.
Diversos estudios han enfatizado que la conducta saludable no es enteramente responsabilidad del individuo, y en particular de los ni?os, quienes dependen fundamentalmente de la familia y su entorno. La consideraci¨®n de que el estilo de vida es una decisi¨®n personal es un argumento pobre en especial si es aplicado a ni?os y j¨®venes. Existen determinantes sociales, econ¨®micos y ambientales que determinan el estilo de vida y que van m¨¢s all¨¢ del control individual. La informaci¨®n en salud, el estado socioecon¨®mico, la disponibilidad de alimentos y el costo de estos y las circunstancias en la selecci¨®n, compra, preparaci¨®n y consumo de los alimentos influyen de manera muy clara.
El abordaje de los programas y pol¨ªticas encaminadas a modificar la conducta en salud de las familias se puede sustentar mejor si se entienden los determinantes que van desde las decisiones personales hasta las circunstancias sociales. La FAO ha declarado que en Am¨¦rica Latina y el Caribe se dispone de alimentos suficientes y que el buen desempe?o productivo y la diversidad de pol¨ªticas que garantizan el acceso a los m¨¢s vulnerables han contribuido a consolidar la seguridad alimentaria y nutricional Esta circunstancia pone de manifiesto la viabilidad de programas de educaci¨®n nutricional encaminados a mejorar el estado de salud de los ni?os y adolescentes.
*Ricardo P¨¦rez Cuevas y Luis Tejerina son especialistas de la divisi¨®n de Salud y Protecci¨®n Social del Banco Interamericano de Desarrollo
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