¡®La comunidad del anillo¡¯ | Llegan las reuniones de padres
B¨¢sicamente el Ampa sirve para hacer fiestas y murales. Lo m¨¢s cerca que estar¨¦ de una fraternidad de universidad americana
En general, los aut¨®nomos no tenemos ni pagas extra ni vacaciones programables ni lote de Navidad, pero a cambio nos solemos librar de ese mal del siglo XXI que son las reuniones.
Por eso, cuando nos lleg¨® -por mail y por papelito en el armario de pa?ales de la ni?a en clase- el aviso de la primera reuni¨®n del Ampa (Asociaci¨®n de Madres y Padres de Alumnos, por si sois poco de siglas), mi sentido ar¨¢cnido empez¨® a zumbar avisando del peligro. Estas cosas siempre me dividen entre las ganas de escaquearme y el mantra de t¨ªo Ben de ¡°un gran poder conlleva una gran responsabilidad¡±.
He ayudado en varias asociaciones culturales y s¨¦ que desde fuera es muy f¨¢cil criticar o pasar de todo y que desde dentro es dif¨ªcil organizar cualquier cosa.
S¨®lo por apoyar, procuramos hacer siempre acto de presencia en cualquier convocatoria. As¨ª que sacrificando una siesta dulce que me habr¨ªa aliviado el catarro, caminamos bajo la lluvia hasta primer encuentro de esta Comunidad del Anillo paternal.
Llamadme literal, pero cuando oigo ¡°hampa¡± siempre espero una reuni¨®n de mafiosos con sombrero, puro y ametralladora Remington en un local del puerto, hasta que Batman, Dick Tracy o Manuela Carmena entran para hacer justicia.
Pero el Ampa en nuestra guarder¨ªa es un grupo de treinta?eros sanos y simp¨¢ticos, armados con sillas de madera y su ¨²nico material para traficar son circulares para repartir.
La reuni¨®n dura una hora y reproduce punto por punto las dos hojas que nos dan. Como de comprensi¨®n lectora voy bastante bien, mis ganas de siesta querr¨ªan gritar: ¡°?Mandadlo por mail y que cada cual se lo mire en casa!¡±.
Este sentimiento reaparece dos veces m¨¢s cuando, por si no quedara claro en el papel, varios padres que han llegado tarde preguntan cosas ya dichas.
Pero valoramos el tiempo del grupo que ha montado el encuentro y escuchamos todo el rato sin consultar el Facebook en el m¨®vil.
Nos dicen que, adem¨¢s de organizar charlas informativas y pedag¨®gicas, b¨¢sicamente el Ampa servir¨¢ para montar fiestas y hacer murales. Es lo m¨¢s cerca que estar¨¦ jam¨¢s de una fraternidad de universidad americana.
Los murales son para ambientar las estaciones (del a?o, no las del metro, as¨ª que no ser¨¢n demasiadas). Y las fiestas son la de invierno, la de verano y la del d¨ªa del libro. Y son para conocernos todos, con los ni?os. (Una quedada en un bufete libre lo veo m¨¢s r¨¢pido de montar, pero entonces sin murales no es lo mismo.)
Para que no digan que s¨®lo hago chistes con su esfuerzo gratis, a?ado que tambi¨¦n sirven de canal de comunicaci¨®n entre las familias y el centro, adem¨¢s de coordinar la guarder¨ªa de verano en julio.
Pasan un papel buscando voluntarios.
Mi mujer se apunta.
Como consorte, ya veo que pringar¨¦ de rebote.
Espero que al menos me encarguen el c¨¢tering de las fiestas, para ir picando algo.
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