Claves para cooperar con el mundo ¨¢rabe

M¨¢s informaci¨®n

Estrat¨¦gica y eficaz

?C¨®mo responde la Cooperaci¨®n Espa?ola a la ¡°primavera ¨¢rabe¡±?

La UE concentrar¨¢ la ayuda al desarrollo en la democracia y los derechos humanos

Los cinco a?os transcurridos desde el inicio de las denominadas primaveras ¨¢rabes, que surgen en T¨²nez en diciembre de 2010, y se extienden en mayor o menor medida por el norte de Africa y Oriente Pr¨®ximo, parecen un buen momento para hacer balance de lo que ha sido en este per¨ªodo la pol¨ªtica de cooperaci¨®n al desarrollo de Espa?a en la regi¨®n, y comprobar hasta qu¨¦ punto sus acciones han respondido adecuadamente a los cambios acaecidos desde entonces en el mundo ¨¢rabe.

La cuenca sur del Mediterr¨¢neo constituye una de las ¨¢reas de actuaci¨®n preferentes de la Cooperaci¨®n Espa?ola, cuyo IV Plan Director para el periodo 2013-2016 establece cuatro territorios o pa¨ªses prioritarios: Marruecos, Mauritania, Palestina, y Poblaci¨®n Saharaui. En los tres primeros casos se firmaron Marcos de Asociaci¨®n Pa¨ªs (MAP) en los que quedaron reflejados las zonas geogr¨¢ficas y los ¨¢mbitos de actuaci¨®n.

El MAP con Marruecos finaliza en diciembre de 2016 y habr¨¢ que decidir en qu¨¦ t¨¦rminos renovarlo, es decir, si se mantienen los ejes de trabajo (consolidar los procesos democr¨¢ticos y el Estado de Derecho; fomentar sistemas de cohesi¨®n social, sobre todo en salud y educaci¨®n; y promover oportunidades econ¨®micas para los m¨¢s pobres: crecimiento integrador y sostenible), y las zonas de concentraci¨®n (que actualmente son: la zona Norte, que comprende las regiones T¨¢nger-Tetu¨¢n, Oriental y Taza-Alhucemas-Taounate; la regi¨®n Gran Casablanca; y las provincias costeras de la regi¨®n Souss-Massa-Draa).

Los marcos de asociaci¨®n con Mauritania y Palestina tienen vigencia hasta diciembre de 2017, y en ambos habr¨¢ que hacer un ejercicio similar. En Mauritania, los ejes de actuaci¨®n son los mismos pero con especial atenci¨®n a la seguridad alimentaria y nutrici¨®n, con una concentraci¨®n geogr¨¢fica en el sur del pa¨ªs, en las wilayas de Trarza, Brakna, Gorgol y Guidimaka, fronterizas con el r¨ªo Senegal.

Debemos seguir asegurando que nuestras pol¨ªticas contribuyen a paliar la desafecci¨®n entre poderes p¨²blicos y sociedad

Y, por ¨²ltimo, en el caso palestino, dos ejes son comunes, el relativo a la consolidaci¨®n de los procesos democr¨¢ticos y el Estado de Derecho, y el de la promoci¨®n de las oportunidades econ¨®micas para los m¨¢s pobres, pero incorpora como ¨¢mbito de actuaci¨®n propio el fomento de los derechos de las mujeres y la igualdad de g¨¦nero.

A la hora de abordar la renovaci¨®n de los MAP el ¨¢nimo es continuista porque su puesta en marcha supuso un gran esfuerzo y porque adem¨¢s apenas han transcurrido tres a?os desde que entraron en vigor, pero, en cualquier caso, se impone una reflexi¨®n sobre el valor a?adido de la Cooperaci¨®n Espa?ola en cada uno de ellos y el impacto de nuestras acciones, algo que arrancar¨¢ en breve en Marruecos en consulta con todos los actores de la cooperaci¨®n al desarrollo en ese pa¨ªs.

El programa Masar

Con anterioridad a los MAP, en diciembre de 2012, la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n (AECID) lanz¨® el programa Masar, que significa "camino" en ¨¢rabe, un programa regional de fomento de la gobernanza democr¨¢tica, que ha permitido responder de una manera r¨¢pida y flexible a la ola de cambios que se desencadenaron en la regi¨®n un a?o antes. En su propia denominaci¨®n, la idea de camino, y por tanto de acompa?amiento, qued¨® clara la intenci¨®n de Masar de apoyar los procesos de transici¨®n pol¨ªtica en la regi¨®n, sobre la base de peticiones concretas que nos pudieran hacer llegar nuestros pa¨ªses socios.

Masar naci¨® pues con ese esp¨ªritu de escucha entendido en un doble sentido: tanto hacia las instituciones p¨²blicas como hacia la sociedad civil, ya que ambas son fundamentales a la hora de promover una democracia equilibrada, y, en ese sentido, el programa ech¨® a andar con proyectos cuyas contrapartes fueran tanto gubernamentales como ONG locales. Desde que el programa se concibiera en 2012 se han ejecutado proyectos por un valor de 13 millones de euros, repartidos entre instituciones p¨²blicas (en torno al 60% del total) y organizaciones de la sociedad civil (40%). En todos ellos se ha incorporado la dimensi¨®n de g¨¦nero, no solo como enfoque transversal sino tambi¨¦n como tem¨¢tica espec¨ªfica para promover la igualdad y la protecci¨®n contra todo tipo de discriminaci¨®n y violencia contra las mujeres.

Masar se plante¨® en una ¨¦poca de cambios y de ilusi¨®n ante el proceso de reformas abierto. En estos momentos, el balance de lo que han representado las revoluciones ¨¢rabes es desigual y el contexto socio-pol¨ªtico no es el mismo, con una clara apuesta por la estabilidad interna y la seguridad por encima de las reformas, pero, en cualquier caso, lo que debemos seguir asegurando es que el programa como tal y el conjunto de nuestras pol¨ªticas en materia de gobernabilidad responden de manera eficaz a los desaf¨ªos que tiene planteados la regi¨®n y sus pa¨ªses, y contribuyen a paliar la desafecci¨®n entre poderes p¨²blicos y sociedad.

Desde que el programa Masar se concibiera en 2012 se han ejecutado proyectos por un valor de 13 millones de euros

Sin renunciar a la promoci¨®n de los derechos humanos y la igualdad de g¨¦nero, que han sido se?as de identidad de la AECID, es necesario abrir nuevas v¨ªas de cooperaci¨®n, y evitar que una herramienta que se concibi¨® en un contexto radicalmente distinto al actual pierda su raz¨®n de ser.

No se trata, por tanto, de replantear un programa que ha funcionado razonablemente bien desde que se constituy¨® y que ha permitido situar a Espa?a como interlocutor v¨¢lido en los procesos de reforma en los pa¨ªses ¨¢rabes, sino de hacer un balance de lo que ha sido el programa en estos cinco a?os y c¨®mo adaptarse a los cambios en la regi¨®n.

La Cooperaci¨®n Espa?ola est¨¢ ahora embarcada en ese ejercicio, consciente de que los retos son enormes y los recursos a nuestra disposici¨®n escasos. Por ello es m¨¢s necesario que nunca fijar claramente las prioridades, hacer una buena de identificaci¨®n de nuestras acciones, y ser lo m¨¢s estrat¨¦gicos posible.

En ese esfuerzo conjunto, se est¨¢ contando con aportaciones de otros Ministerios, con el mundo acad¨¦mico y con las ONG que trabajan en la regi¨®n, lo que ha permitido actualizar contenidos e identificar otras posibles ¨¢reas de trabajo, como los j¨®venes, aut¨¦nticos protagonistas de los procesos de cambio democr¨¢tico, y los medios de comunicaci¨®n, como instrumento de promoci¨®n de la libertad de expresi¨®n.

Asimismo, se ha potenciado el trabajo con organizaciones de car¨¢cter regional, para atajar problemas que son comunes a todos los pa¨ªses ¨¢rabes, como el cambio clim¨¢tico, la sobrepoblaci¨®n de las grandes ciudades, o la gesti¨®n de los flujos migratorios. Todo ello conforma un nuevo esquema de trabajo adaptado a la nueva realidad sobre el terreno, y que garantice que la Cooperaci¨®n Espa?ola sigue respondiendo a los intereses y prioridades de nuestros socios: personas, organizaciones e instituciones comprometidas con las reformas democr¨¢ticas en el mundo ¨¢rabe y en favor de sociedades m¨¢s justas e inclusivas.

Javier Parrondo es jefe del Departamento de Cooperaci¨®n con el Mundo ?rabe y Asia de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n (AECID).