Camiones que calman la sed en N¨ªger
El agua escasea para los refugiados de Diffa. A falta de otra soluci¨®n, se transporta por carretera
Existe un pueblo donde terminan todos los caminos, donde no sorprende ver recuas de mulas o manadas de ceb¨²es arremolinadas en el abrevadero. Las etnias pastoralistas acostumbran a descansar en ¨¦l desde tiempos inmemoriales y llegan con el agotamiento y el j¨²bilo de quien encuentra un oasis en medio del desierto. Este pueblo, de apenas mil habitantes, antes pod¨ªa darles la bienvenida. Pero ya no.
Un d¨ªa los visitantes ya no son n¨®madas. Son refugiados que huyen desde el otro lado de las dunas, desde m¨¢s all¨¢ del horizonte, donde se oculta el remoto lago Chad, e incluso de m¨¢s lejos. Escapan de la barbarie de Boko Haram, el grupo terrorista cuyo prop¨®sito es instaurar la ley isl¨¢mica radical en el norte de Nigeria. Por culpa de esta violencia desmedida se inicia el ¨¦xodo de civiles inocentes y en ese pueblo ahora son m¨¢s de 26.000 los que intentan subsistir, pero la cantidad de agua es la misma. En poco tiempo se comprueba que el ¨²nico pozo no da m¨¢s de s¨ª: las colas son interminables y comienzan las disputas a causa del miedo a quedarse sin llenar el jarro, a no tener con qu¨¦ saciar la sed. Con una temperatura media de 35 grados en pleno Sahel, solo pensarlo provoca ansiedad. Codazos, empujones, el ambiente cada vez m¨¢s caldeado. Y, al final, una muerte: la de un pastor fulani del que nadie recuerda el nombre, cuentan los vecinos. Fue apu?alado en medio de una refriega, junto al pozo. Tampoco se desvela si hubo represalias o un culpable identificado¡ Nada. Solo que no hab¨ªa agua suficiente y cundi¨® el p¨¢nico.
Esta es una historia real. Es la de Kitchandji, una aldea humilde situada donde muere la Nacional 1, la ¨²nica carretera asfaltada de la regi¨®n de Diffa, en el sureste de N¨ªger. Es esta una zona muy pobre en un pa¨ªs a¨²n m¨¢s pobre, el ¨²ltimo en el ?ndice de Desarrollo Humano de la ONU, una posici¨®n que se obtiene en funci¨®n de la esperanza de vida al nacer, el nivel educativo de la poblaci¨®n y el PIB per c¨¢pita. Pobreza estructural, poco terreno cultivable, demasiados hijos por mujer, sequ¨ªas recurrentes, deforestaci¨®n, hambre end¨¦mica¡ Todo lo sufre este pa¨ªs, y esta regi¨®n a¨²n m¨¢s, pues desde febrero de 2015 es frecuentemente atacada por Boko Haram, cuyo terror cruza fronteras. Adem¨¢s de las estrecheces y de la inseguridad alimentaria, Diffa ya ha recibido a m¨¢s de 280.000 refugiados nigerianos y desplazados nigerinos; muchos m¨¢s, casi medio mill¨®n, necesitan ayuda urgente porque se han quedado sin nada. ?Pero qu¨¦ es lo primero que hace falta aqu¨ª? Agua, un derecho humano fundamental para la supervivencia al que no tienen acceso 663 millones de personas en el mundo. Y Diffa no se libra.
En Kitchandji vieron las orejas al lobo. ¡°Tuvimos problemas porque no hab¨ªa agua para todos, eso provoc¨® peleas¡± cuenta Ousmane Oumarou, residente de este pueblo angustiado. Describe el vecino la llegada de fulanis, peul, hausas y hasta cameruneses y malienses. Durante tres largas semanas no hubo ayuda, solo llegaba gente y m¨¢s gente y faltaba comida, agua, refugio, ropa¡ En marzo de 2015 acudieron las primeras ONG y agencias de la ONU. Lo prioritario, el l¨ªquido elemento, lleg¨® cargado en camiones cisterna capaces de transportar 10.000 litros de una vez.
Hoy, el sistema funciona como un reloj. Los veh¨ªculos depositan su carga en una suerte de bolsa de goma gigantesca llamada bladder (vejiga en ingl¨¦s) a la que va conectada una tuber¨ªa de la que salen varios grifos por los que obtener el agua. En Kitchandji, Unicef cubre las necesidades de 16.226 vecinos de un total de 31.777 (el resto es atendido por otras organizaciones) gracias a 12 bolsas que se rellenan dos veces al d¨ªa, es decir: 240.000 litros que, divididos entre todos, resultan a casi 15 por persona y d¨ªa. Se trata de la cantidad m¨ªnima necesaria para cubrir las necesidades b¨¢sicas y evitar amenazas sanitarias, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), pero muy inferior a la que se considera ¨®ptima: entre 50 y 100 litros diarios. "En situaci¨®n de emergencia, las normas utilizadas son las del proyecto SPHERE, que calculan una respuesta inmediata de 7,5 litros por persona y d¨ªa, para luego estabilizarse hacia 15 por persona y d¨ªa", puntualiza Nicoletta Confalone, especialista en emergencias de Unicef en N¨ªger.
¡°Aqu¨ª no hay problemas, cada uno deja su recipiente en la fila para coger sitio y se va hasta que le toca¡±, relata Elhadi Djibir Moudou, presidente del Comit¨¦ local de gesti¨®n del agua y desplazado de Yebi, otra aldea atacada por la insurgencia. Vive en Kitchandji con sus dos mujeres y diez hijos desde antes de que se instalaran las bolsas de agua. ¡°La necesidad era muy alta y solo hab¨ªa un pozo, siempre lleno. Ahora se ve mucha gente alrededor porque acaba de llegar el cami¨®n, pero habr¨¢ para todos¡±, asegura. Y as¨ª es: unos mozos han conectado un tubo de grandes dimensiones entre un veh¨ªculo enorme y desvencijado y una bolsa amarilla y desinflada. Las mujeres y ni?os m¨¢s rezagados se apresuran a colocar sus garrafas al final de la fila.
En Kindjandji, las disputas por el agua han costado la vida a un pastor
No ha terminado el proceso y ya hay 350 recipientes perfectamente colocados en tres hileras, una para cada canilla. ¡°Siempre se introduce una soluci¨®n de cloro en las bolsas antes de traspasar el agua, por eso ahora hay que esperar 30 minutos antes de que se pueda dispensar¡±, explica Seidou Hassan, jefe de comunicaci¨®n en Diffa de la ONG estadounidense International Rescue Committee (IRC). Junto a ¨¦l, media docena de hombres supervisan este procedimiento: unos retiran el tubo y otros custodian los grifos, dispuestos a poner un orden que al final no es necesario. Pasan los minutos, los beneficiarios llenan sus bidones y se retiran, algunos a pie, otros cargando los m¨¢s pesados en precarias carretillas.
Estos veh¨ªculos son muy utilizados en contextos donde se necesita responder a una emergencia con premura. Salvan vidas porque llevan agua a cualquier punto donde no la hay, y suponen una soluci¨®n m¨¢s r¨¢pida que cavar un pozo, pero tambi¨¦n resultan muy caros: el agua proviene de N¡¯Gagam, otra localidad a unos cuarenta kil¨®metros, por lo que hay que pagarla, igual que el transporte y los conductores. ¡°En?Kitchandji gastamos unos 200.000 d¨®lares mensuales¡±; detalla Confalone, de Unicef. Esta agencia de la ONU lidera un grupo de trabajo junto a otras organizaciones ¡ªIRC, Care, Plan Internacional, el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja, Acted y otros¡ª para llevar a cabo las acciones necesarias para cubrir las necesidades de agua y saneamiento de la poblaci¨®n de Diffa: tanto a los campos de refugiados como a los asentamientos informales. Por ahora, han dotado de acceso a agua a 144.394 personas de un total de 280.000 que la necesitan. Seg¨²n el ¨²ltimo informe sobre el mantenimiento de las instalaciones, de agosto de 2016, el 70% de los puntos de acceso eran funcionales en el momento de la evaluaci¨®n, pero a menudo se romp¨ªan durante largos per¨ªodos de tiempo. En el 17% de los casos, los usuarios de los puntos de agua desarrollaron pr¨¢cticas negativas como el consumo de fuentes de menor calidad.
En Diffa se ha dotado de acceso a agua a 144.394 personas de un total de 280.000 que la necesitan
De momento, llevar agua sobre ruedas es la ¨²nica soluci¨®n posible en Kitchandji, donde el plan inicial era aprovechar ese pozo primigenio del que se serv¨ªan los apenas mil habitantes que viv¨ªan en el pueblo antes de la llegada de refugiados. Pero, hoy por hoy, es un nido de problemas. ¡°Cuando se produjo ese movimiento tan grande de desplazados construimos un tanque de agua conectado al pozo original. De este tanque trazamos siete conductos que acababan en siete fuentes dispersas por el pueblo¡±, relata Confalone. ¡°El problema fue que un grupo de j¨®venes rompi¨® la bomba de agua para que ¨¦sta no fluyera al tanque. Tomaron el control y empezaron a cobrarla¡±, lamenta.
Se dieron charlas de sensibilizaci¨®n con ellos y con el Gobierno, y alguno hasta fue a la c¨¢rcel, cuenta la representante de Unicef, pero no sirvi¨®: el 31 de mayo de 2016 arreglaban por segunda vez la bomba y el 3 de junio se produc¨ªa el primero de una serie de ataques en la vecina Bosso que provoc¨® el desplazamiento forzoso de entre 50.000 y 70.000 personas. Muchos de ellos llegaron con sus animales a?Kitchandji y el pozo fue destruido otra vez. Se desataron conflictos y competiciones por obtener agua, y la gota que colm¨® el vaso fue el apu?alamiento mortal del pastor fulani. ¡°Enviamos camiones que distribu¨ªan directamente por la carretera, hab¨ªa miles de reci¨¦n llegados a 48 grados de temperatura, recuerdo c¨®mo caminaban por los m¨¢rgenes con sus bidones amarillos¡±, rememora. ¡°Los problemas acabaron desde que tenemos los bladders, pero gastamos 200.000 d¨®lares al mes, aunque desde septiembre hemos logrado rebajar el coste a la mitad¡±.
Mientras, el pozo de la discordia hoy se ve rodeado de fren¨¦tica actividad, aunque no hay colas ni se ven ni?os deshidratados. Una buena se?al. Pero tambi¨¦n hay mucha suciedad alrededor, se mezclan animales y humanos y los primeros defecan donde quieren. Huele muy mal, a agua estancada, el suelo est¨¢ enfangado y las moscas revolotean por todas partes. La porquer¨ªa contrasta con la belleza de las mujeres peul, de caras tatuadas, ropas de colores brillantes y adornadas con llamativas pulseras y collares de cuentas.
Perforar a mano, una posible soluci¨®n
En otras zonas, como N¡¯Gagam, las bladders han sido sustituidas con ¨¦xito por pozos peque?os porque en esta zona de Diffa hay agua de calidad a 45 metros de profundidad. Aqu¨ª se puede realizar un sondeo utilizando una t¨¦cnica de perforaci¨®n manual, que consiste en mover hacia arriba y abajo la broca con uso solo de la fuerza humana, algo que en este caso ha sido sencillo porque el terreno es arenoso y se rompe enseguida. Esta t¨¦cnica es m¨¢s barata porque no hace falta alquilar una m¨¢quina perforadora para llegar hasta el acu¨ªfero. ¡°Hemos tardado un d¨ªa en hacer este agujero, ma?ana instalaremos la bomba y en unos cinco d¨ªas m¨¢s, cuando el agua salga limpia, la fuente estar¨¢ lista¡±, se?ala con orgullo Moustapha Alassane, t¨¦cnico de recursos h¨ªdricos del Gobierno de N¨ªger. Cada uno de estos puntos de acceso llega a dar hasta 20.000 litros a la hora y beneficia a unas 500 personas. Y se quedar¨¢n para siempre. ¡°De alguna manera, el conflicto ha tra¨ªdo algo bueno a este pueblo¡±, suspira Alassane con optimismo.
Los donantes y los objetivos no son comunes, cada uno tiene el suyo, as¨ª que hay que decidir por cual apostar y poner todos los fondos ah¨ª
Seidou Hassan, IRC
En Kitchandji, sin embargo, dar con una soluci¨®n sostenible y duradera no es tarea sencilla. ¡°Hemos reducido el n¨²mero de camiones en N¡¯Gagam, s¨ª, pero el problema es que aqu¨ª no se puede cavar de forma manual¡±, explica la representante de Unicef. En?Kitchandji el nivel fre¨¢tico se encuentra a unos 400 metros. A menos profundidad hay agua, pero contiene demasiado sodio y a largo plazo es perjudicial para la salud. Un pozo en condiciones supone una inversi¨®n de 700.000 d¨®lares, casi lo mismo que pagar camiones durante dos meses y medio. Pero de momento no hay ni seguridad de que no vaya a ser destrozado ni tampoco un plan concreto. ¡°Hace tres meses las organizaciones del comit¨¦ de agua comenzamos a debatir c¨®mo ejecutar sondeos profundos pero cada uno de nosotros tiene un proyecto diferente¡±, resume Seidou Hassan, de IRC. ¡°Los donantes y los objetivos no son comunes, cada uno tiene el suyo, as¨ª que hay que decidir por cual apostar y poner todos los fondos ah¨ª¡±.
A juicio de Hassan, para evitar problemas es fundamental sensibilizar a la poblaci¨®n sobre la importancia de construir un entorno pac¨ªfico y evitar conflictos. ¡°Ya hemos hecho diversas intervenciones en comunidades; hablamos de la necesidad de estar en paz para conseguir que la ayuda venga. Si no hay paz, no hay ayuda¡±, resuelve. Mientras tanto, y a falta de una soluci¨®n definitiva, los camiones cargados de agua seguir¨¢n llegando cada d¨ªa a Kitchandji, pero a cambio de un dinero que podr¨ªa servir para salvar muchas vidas m¨¢s.
?Qui¨¦n lleva el agua?
UNICEF y sus asociados dan acceso a agua a 34.156 personas que viven en Kidjandji, m¨¢s del n¨²mero de comunidades desplazadas y alojadas, establecidas en 31.777. Se distribuye de la siguiente manera:
- UNICEF y el Gobierno (Direcci¨®n Regional de Hidr¨¢ulica) ofrecen agua a 16.226 personas a trav¨¦s de camiones cisterna.
- UNICEF y International Rescue Committee (IRC) suministran agua a 500 personas a trav¨¦s de pozos y sondeos manuales.
- UNICEF y IRC suministran agua a 6.660 personas utilizando camiones cisterna.
- UNICEF y ACTED suministran agua a 2.000 personas utilizando camiones cisterna.
- ACF, el CICR y Save proporcionan agua a la poblaci¨®n restante (8.770 personas).
Fuente: Unicef Niger
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Desplazados
- Recursos h¨ªdricos
- Camiones
- Campos refugiados
- N¨ªger
- Embalses
- Refugiados
- Problemas demogr¨¢ficos
- V¨ªctimas guerra
- ?frica occidental
- ?frica subsahariana
- Derechos humanos
- Obras hidr¨¢ulicas
- ?frica
- Migraci¨®n
- Violencia
- Obras p¨²blicas
- Agua
- Sucesos
- Demograf¨ªa
- Conflictos
- Urbanismo
- Problemas sociales
- Medio ambiente
- Sociedad
- Planeta Futuro