Malos tiempos para ser vaca
Aunque a algunas les va mejor que a otras, ser vaca hoy d¨ªa no es f¨¢cil. Hubo un tiempo en que aparec¨ªan libres en las portadas de discos (como aquel Atom Heart Mother, de Pink Floyd) y en poemas de Rimbaud. Ahora lo hacen en algunos libros, pero presas. Christian Laborde acaba de publicar en Francia el ensayo La cause des vaches (la causa de las vacas), en el que denuncia la existencia de una granja de la Picardie donde viven encerradas m¨¢s de mil vacas conectadas a una orde?adora sin poder moverse, cabeza contra el hormig¨®n y patas sobre cemento podrido.
S¨ª, ya se sabe que el arte del paseo est¨¢ demod¨¦, pero cualquiera que se haya dejado ir sin prisa por los montes de Aubrac o por los valles pasiegos de Cantabria entender¨¢ que las vacas no pueden ser s¨®lo m¨¢quinas expendedoras de leche y carne. Coincide la salida del libro con el esc¨¢ndalo destapado por la asociaci¨®n L214 (numero de un art¨ªculo del C¨®digo Rural que define a los animales como seres sensibles), que ha difundido unos v¨ªdeos escalofriantes sobre el maltrato en diferentes mataderos de Francia.
Laborde reivindica un pa¨ªs que no genere robots agros y denuncia el elevado n¨²mero de c¨¢rceles para animales que proliferan en Europa y la presi¨®n en los precios que ahogan al peque?o granjero. Compara el matadero de Sisteron, que Franz-Olivier Giesbert alaba en el libro Un animal es una persona, donde todo est¨¢ concebido para que el animal no sufra, con el de Al¨¨s, uno de los que han sido cerrados temporalmente tras la difusi¨®n de los v¨ªdeos. Seg¨²n Laborde, la ¨¦lite del agrobusiness antepone el beneficio al animal e impone a las vacas un trato degradante.
¡°El objetivo de los mataderos era siempre proteger al torturador antes que evitar el dolor animal¡±.
En mayo, en el diario Lib¨¦ration, romp¨ªa su silencio Martial Albar, exinspector de los servicios veterinarios, donde trabaj¨® 12 a?os antes de renunciar: ¡°El objetivo de los mataderos era siempre proteger al torturador antes que evitar el dolor animal¡±. Adem¨¢s, sosten¨ªa que muchos mataderos utilizan el desvanecimiento para acabar con el animal (lo que prolonga el sufrimiento) y usan c¨¢maras de CO2 para asfixiar a los cerdos, aunque generalmente, tanto para ellos como para los corderos y las cabras, se usa la electronarcosis, que los fulmina a trav¨¦s de electricidad.
S¨¦bastien Arsac, cofundador de la asociaci¨®n L214, grab¨® camuflado ¨C?consigui¨® que lo contrataran!¨C la mayor parte de los v¨ªdeos que ya suman decenas de miles de visionados en YouTube. A finales de junio, la edici¨®n digital de Le Monde public¨® las escalofriantes im¨¢genes en el matadero de Pezennas. Era ya la cuarta vez en ocho meses que la asociaci¨®n sacaba a la luz casos de maltrato. Al mismo tiempo que la web fermons-les-abattoirs.org (cerremos los mataderos) echaba humo, el ministro de Agricultura, St¨¦phane Le Foll, llev¨® el tema al Parlamento y encarg¨® investigaciones.
Ha habido ciertos resultados: el 20 de septiembre, el diputado Olivier Falorni ¨Cquien meses antes dijo: ¡°Hoy d¨ªa es m¨¢s f¨¢cil visitar un submarino nuclear que un matadero¡±¨C celebr¨® la nueva obligaci¨®n de instalar c¨¢maras en todos los mataderos.
Vuelvo a ver el espantoso v¨ªdeo y recuerdo el final de un cap¨ªtulo de Giesbert: ¡°Un matadero no es nuestra mala conciencia, es la verg¨¹enza de la jungla¡±, y me viene a la cabeza el C¨®digo Rural franc¨¦s, que desde 2009 estipula: ¡°Todo dolor o sufrimiento evitables les ser¨¢n ahorrados a los animales en su sacrificio¡±. ?En qu¨¦ quedamos?
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