Fernando Nguema, el artista que sali¨® del bosque
Casa ?frica muestra la primera retrospectiva de un artista ecuatoguineano ¨²nico y desconocido
Su risa abierta y sonora despierta ecos entre las esculturas que se muestran estos d¨ªas en la sede de Casa ?frica, parte de una retrospectiva ¨²nica, la primera de su obra jam¨¢s montada. Se llamaba Fernando Nguema y muri¨® en la pobreza, medio alcoholizado y perfectamente desconocido para la aldea global del arte. Gracias al cari?o de sus amigos y la visi¨®n de la cooperaci¨®n espa?ola, se rescata el legado de un artista inclasificable, que despierta pasiones y que desarroll¨® su talento ¨²nico y caz¨® sus demonios interiores entre los tocones de la selva de Guinea Ecuatorial.
"Conoc¨ª a Fernando en el a?o 1992, reci¨¦n llegado a Malabo", cuenta Kike Le¨®n, coordinador de la Red de Centros Culturales de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n para el Desarrollo (AECID). "Acababa de dejar Luba y estaba viviendo en una casita peque?a con su madre , su mujer y sus hijos muy peque?os, muy cerca de la catedral. ?bamos a montar una exposici¨®n colectiva de escultura en el Centro Cultural Hispano Guineano de Malabo (CCH-G). Lo que m¨¢s me llam¨® la atenci¨®n , antes que su obra, fue lo emp¨¢tico que era. Y de su obra, el material que empleaba, los temas que abordaba, las historias que explicaba de las mismas, las texturas, lo retorcido,¡ Lo inquietante".
Kike Le¨®n habla del escultor ecuatoguineano Fernando Nguema, una rareza creativa nacida, formada y fallecida en Guinea Ecuatorial en la pobreza y el desconocimiento absolutos. "Su m¨¦todo era ir al bosque con sus herramientas (hacha, motosierra, machete) e irlo inspeccionando hasta ver las obras dentro de las ra¨ªces", contin¨²a Le¨®n. "Luego las cortaba y ya en el taller, las trabajaba, embetunaba, pintaba, lijaba,¡ lo que procediera para dar vida a esas ra¨ªces. No s¨¦ exactamente lo que puede fascinar de su obra, pero quiz¨¢s es esa parte m¨¢s primaria, ancestral".
Autodidacta, decidido a no dejarse contaminar por influencias externas y custodio feroz de la tradici¨®n fang, Nguema muri¨® en 2008 sin que su obra fuera jam¨¢s valorada ni cotizada. La mayor¨ªa de las piezas que realiz¨® fue adquirida por su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo de amigos, entre los que se incluye Kike Le¨®n. Ellos, en gran medida, son los prestatarios de Fernando Nguema Obras incompletas 1992 ¨C 2008, la exposici¨®n que se puede ver en estos momentos y hasta el pr¨®ximo 5 de enero en Casa ?frica, en Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de la primera retrospectiva de la obra de Nguema y agrupa 34 esculturas. Cuenta con la colaboraci¨®n de la AECID que le descubri¨® y la Fundaci¨®n Mart¨ªnez Hermanos. Precisamente los fondos de la AECID constituyen el grueso de la muestra, que se completa con piezas de colecciones privadas en Espa?a y Guinea Ecuatorial. La muestra abarca pr¨¢cticamente toda la vida art¨ªstica de Nguema, desde que deja Luba en 1991 hasta su fallecimiento en Malabo en 2008, y pretende homenajear la figura de este inclasificable escultor, apenas conocido en su pa¨ªs y mucho menos fuera.
Kike Le¨®n explica que Fernando Nguema funcionaba de manera totalmente aut¨®noma, como desgajado del resto de la comunidad art¨ªstica global. "No hab¨ªa imposturas, modas o corrientes, ya que -para bien o para mal- Fernando no ten¨ªa m¨¢s influencia que sus propias tradiciones fang, de las que se sent¨ªa muy orgulloso y era gran conocedor", prosigue. "No tuvo contacto con otros artistas de la zona, salvo con los otros escultores guineoecuatorianos, con los que particip¨® en exposiciones colectivas. Pero el tipo de escultura que realizaban era m¨¢s previsible, cl¨¢sica y orientada a la venta. Todo lo contrario que la obra de Fernando. La ¨²nica influencia podr¨ªa haber sido la de Leandro Mbom¨ªo: ¨¦l mismo dec¨ªa que Fernando era su disc¨ªpulo. Sin embargo, Fernando apenas conoci¨® la obra de Leandro, ya que este dej¨® dej¨® su faceta art¨ªstica para ocupar cargos p¨²blicos, y en Guinea no hab¨ªa ninguna instituci¨®n que tuviera obras de Mbom¨ªo, ni le vio nunca en un taller trabajando. S¨®lo tuvo acceso a un cat¨¢logo de una expo que se hizo en Espa?a en los 80".
Fernando Nguema Madja naci¨® en Guinea Ecuatorial en 1963 . Desde peque?o, a trav¨¦s de las ense?anzas de su t¨ªo y del escultor Antonio Edu, entra en contacto con la talla de instrumentos tradicionales, la preparaci¨®n de m¨¢scaras de balele y otras artes de la tradici¨®n fang. Era un artista polifac¨¦tico y multiforme que tambi¨¦n sinti¨® pasi¨®n por la m¨²sica, sobre todo, por el xil¨®fono o mendjang, el canto y el baile, as¨ª como por la cer¨¢mica y la pintura. En 1979, en tiempos de la dictadura de Mac¨ªas, Fernando emigra a Gab¨®n y all¨ª conoce al que ser¨ªa su verdadero maestro y mentor, el gabon¨¦s Obiang Djang, con quien evoluciona y crece art¨ªsticamente. Tras este aprendizaje, vuelve a Guinea Ecuatorial al cabo de ocho meses, ya con la determinaci¨®n de ser artista-escultor.
A partir de 1991, Fernando Nguema contacta con el Centro Cultural Hispano-Guineano (CCH-G) de Malabo, donde consolida sus relaciones con el arte y pudo participar en varias exposiciones nacionales e internacionales. El CCH-G, a trav¨¦s de la Cooperaci¨®n Espa?ola, le puso al frente del taller-escuela de talla: era su espacio para ense?ar y crear y fue donde desarroll¨® su etapa m¨¢s prol¨ªfica, original y creativa. Una parte significativa de ese periodo se muestra en esta exposici¨®n. Leandro Mbom¨ªo, una referencia en la escultura del continente, confesaba que Fernando encarnaba la sucesi¨®n natural de su obra, ya que aunaba tradici¨®n y contemporaneidad. Fernando quiz¨¢s nunca fue consciente de que era ese ¨²ltimo eslab¨®n, ya que siempre vivi¨® en Guinea y, salvo los meses que pas¨® con su maestro gabon¨¦s, nunca accedi¨® a ver de cerca el trabajo y propuestas de otros artistas u otras corrientes creativas que hubieran podido nutrir su obra.
"Era un tipo muy, muy peculiar, al igual que su obra", que "puede gustar o no, pero indiferente no te deja", reconoce Kike Le¨®n. "Fernando tuvo muchas etapas, con sus luces y sombras, cada una marcaba su parte art¨ªstica y la personal, que iban de la mano¡ Algunas son m¨¢s positivas que otras, la parte pol¨ªtica y social era muy determinante, y marca gran parte de su obra. Fernando siempre vivi¨® con apuros econ¨®micos, con una profesi¨®n que era una rareza en su contexto, con una obra nada comercial, sin un apoyo de profesionales del sector, inexistentes en el pa¨ªs, que le hubiesen dado dignidad y solvencia econ¨®mica a su trabajo. Al final los ¨²nicos que le compr¨¢bamos su obra ¨¦ramos sus amigos, muchas veces por ayudarle econ¨®micamente", concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.