C¨®mo vencimos a la viruela
QUE A ESTAS alturas del siglo XXI todav¨ªa tengamos a gente que se permita el lujo de dudar de la eficacia y seguridad de las vacunas y que defienda no pon¨¦rselas a sus hijos es una especie de broma pesada. De pocos avances cient¨ªficos estamos tan seguros de su efectividad como de las vacunas. Si hoy ya no vemos ni?os con muletas o encadenados a un pulm¨®n mec¨¢nico por culpa de la polio, o a otros muertos por sarampi¨®n o varicela, es gracias a las pol¨ªticas de vacunaci¨®n de las ¨²ltimas d¨¦cadas. De hecho, una enfermedad terrible, la viruela, fue absolutamente erradicada de la faz de la tierra durante el siglo XX gracias a ellas. Aunque no fue un proceso f¨¢cil./
En los siglos XIV y XV, la higiene o el cuidado facial no eran valores que cotizaran al alza, menos a¨²n en ambientes rurales.
La viruela era una enfermedad muy democr¨¢tica. Afectaba por igual a pobres y a ricos y en todas las partes del mundo. Entre los siglos XVI y XVII fue responsable de la muerte de seis reyes, incluyendo el ef¨ªmero Luis I de Espa?a, Pedro II de Rusia y Luis XV de Francia. Si buscamos en una enciclopedia, veremos que el inventor de la vacuna fue Edward Jenner, que se dio cuenta de que la gente que estaba en contacto con vacas no contra¨ªa la enfermedad. Pero, como suele pasar, su trabajo ten¨ªa antecedentes: se tiene constancia de observaciones parecidas siglos antes. La belleza de las mujeres que cuidaban vacas era loada en numerosos poemas. En los siglos XIV y XV, la higiene o el cuidado facial no eran valores que cotizaran al alza, menos a¨²n en ambientes rurales. Posiblemente, si estas mujeres llamaron la atenci¨®n de los poetas fue porque en su cara no exist¨ªan marcas de viruela, comunes a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Por ejemplo, el rector de Vallfogona, poeta catal¨¢n del siglo XVII, en un poema titulado A una mossa gravada de verola hace una descripci¨®n cruel y descarnada de las se?ales que dejaba la enfermedad en la cara de una joven.
El primer tratamiento contra la viruela fue la variolizaci¨®n, de origen oriental e importado a Europa por lady Mary Wortley Montagu. Consist¨ªa en inocular a individuos sanos p¨²stulas o polvo de las costras de personas infectadas para que desarrollasen estados m¨¢s suaves de la enfermedad. Esta pr¨¢ctica se extendi¨® por toda Europa, incluyendo Espa?a, y en concreto por la provincia de Guadalajara. En 1768, en el pueblo de Majaelrayo se consigui¨® frenar una epidemia gracias a esta t¨¦cnica. Pero en la localidad vecina de Campillo de Ranas la poblaci¨®n se diezm¨® por la oposici¨®n del p¨¢rroco a la variolizaci¨®n, ya que ve¨ªa en esta pr¨¢ctica una mano demoniaca. Realmente se trataba de una t¨¦cnica de riesgo, ya que consist¨ªa en transmitir el propio germen de la enfermedad. Lo que hizo Jenner fue inocu?lar a personas sanas la viruela de las vacas, que era una patolog¨ªa parecida pero benigna y que inmunizaba contra la enfermedad. La primera vacuna la obtuvo de la vaca Blossom (cuya piel todav¨ªa se conserva) y la infundi¨® en James Phipps, un ni?o de ocho a?os, hijo de su jardinero. El experimento fue un ¨¦xito y pronto nobles inglesas como Lady Duce o la condesa de Berkeley ordenaron hacer lo mismo con sus hijos, lo que cre¨® un efecto imitativo. En 1805, Napole¨®n mand¨® vacunar a sus tropas, y en Espa?a Carlos IV organiz¨® la Real Expedici¨®n Filantr¨®pica de la Vacuna, en la que los m¨¦dicos Francisco Javier Balmis y Jos¨¦ Salvany la propagaron por las colonias espa?olas. Como en aquella ¨¦poca no hab¨ªa neveras, el sistema utilizado para transportarla fueron ni?os vacunados, de quienes se extra¨ªa el suero que se inoculaba a otros ni?os. Los primeros 22 menores de este viaje filantr¨®pico fueron hu¨¦rfanos de la inclusa de A Coru?a.
S¨ª a las vacunas
¡ª El virus de la viruela fue oficialmente erradicado en el a?o 1977. La ¨²ltima v¨ªctima fue Janet Parker, quien falleci¨® un a?o despu¨¦s de que se controlara esta lacra.
¡ª Trabajaba en la Universidad de Birmingham, un piso por encima del laboratorio de Henry Bedson, que hac¨ªa investigaci¨®n civil con el virus.
¡ª Un escape por el sistema de ventilaci¨®n provoc¨® el contagio. Bedson se suicid¨® d¨ªas despu¨¦s del fallecimiento de Janet. Un caso que puede servir de ejemplo a los que se oponen o claman por la libertad de vacunaci¨®n en un pa¨ªs, Espa?a, donde ahora mismo es obligatorio vacunar a tu perro, pero no a tu hijo.
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