¡°La soluci¨®n pasa por eliminar al mosquito¡±

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El Hospital Municipal Pedro I es un conjunto de edificios espaciosos, m¨¢s oscuro y caluroso de lo que se puede esperar de un centro sanitario, pero lo suficientemente c¨¦ntrico y bien dotado para la sanidad p¨²blica brasile?a. En uno de sus ambulatorios, la doctora Adriana Melo y su equipo han creado una peque?a trinchera para hacer frente al virus del zika, y sobre todo para plantear respuestas y alternativas a las cientos de madres, beb¨¦s y mujeres embarazadas que est¨¢n compartiendo su vida con los efectos del virus en esta regi¨®n.

Melo, doctora en medicina fetal, pasaba consulta en su cl¨ªnica privada en el municipio de Campina Grande, una de las mayores ciudades del estado nordestino de Para¨ªba. Fue su trabajo como investigadora el que hizo que a finales de 2015 descubriese la relaci¨®n entre la picadura del mosquito Aedes aegypti en mujeres gestantes y los casos de microcefalia en beb¨¦s. A ra¨ªz de ello opt¨® por enfocar su carrera a la atenci¨®n y la investigaci¨®n de es de manera casi total, con una dedicaci¨®n que le lleva la mayor parte del tiempo.

Ahora coordina un equipo formado por fisioterapeutas, psic¨®logas y m¨¦dicos de diferentes especialidades que intentan ofrecer apoyo y alternativas a las madres de beb¨¦s afectados por microcefalia y otras enfermedades similares como el virus chikungunya, que puede provocar encefalitis en los beb¨¦s). Desde el primer caso diagnosticado de zika el 17 de noviembre del pasado a?o, han atendido a m¨¢s de 800 mujeres con diferentes s¨ªntomas. ¡°A este ambulatorio acude gente a diario que realiza cientos de kil¨®metros para poder recibir atenci¨®n, y el perfil mayoritario son personas con escasos recursos¡±, confirma. La realidad, prosigue Adriana, es que este centro es el ¨²nico de referencia para estos casos en todo el nordeste. ¡°En estos momentos estamos atendiendo a 116 ni?os de entre un mes y dos a?os, y tenemos confirmados 77 casos de la epidemia. De todos los pacientes, s¨®lo 15 son de Campina Grande, los dem¨¢s vienen de otras ciudades¡±.

Desde que nacen, los beb¨¦s reciben una o dos veces por semana sesiones de fisioterapia, de estimulaci¨®n precoz, etc¡­ que hacen que vayan evolucionando y respondiendo a los est¨ªmulos, pero tienen que ser constantes y realizados por profesionales, y muchas veces las madres no pueden cubrir todas esas necesidades, tanto por falta de tiempo o preparaci¨®n como de recursos.

La ayuda que reciben estas familias por parte gubernamental es bastante escasa, sobre todo teniendo en cuenta que estos beb¨¦s necesitan una dedicaci¨®n casi exclusiva. Existe la llamada bolsa fam¨ªlia, que proporciona un subsidio b¨¢sico a las familias que cumplen unos requisitos m¨ªnimos, pero la queja principal es que una ayuda muy limitada, un parche que a duras penas cubre las necesidades existentes.

¡°Hay resonancias donde se han visto peque?as mejoras en el cerebro de beb¨¦s con microcefalia¡±

En todo Brasil, los Estados con m¨¢s casos de beb¨¦s con microcefalia fueron Para¨ªba, Pernambuco y Rio Grande Do Norte?¡ªlos tres en el nordeste¡ª que tienen como centro m¨¦dico de referencia el que gestiona la doctora Melo y su equipo. Esta realidad se agrava con la desigualdad acuciante que hay en esa regi¨®n, principalmente agr¨ªcola y ganadera. A ello hay que a?adirle que es una zona de sequ¨ªa end¨¦mica, m¨¢s pobre y menos desarrollada que el sur del pa¨ªs, y donde es necesario almacenar agua corriente para poder abastecerse. Teniendo en cuenta que un bote de repelente para mosquitos puede costar entre 30 o 40 reales (unos 10 €) o una lata de leche preparada especial para estos beb¨¦s 150 reales (unos 43 €), la mayor¨ªa de los pacientes son familias con escasos recursos que no pueden permitirse productos de prevenci¨®n o tratamiento frente al virus.

¡°No es una dolencia de la clase media-alta aqu¨ª en Para¨ªba, pero en Recife ¡ªcapital del vecino Estado de Pernambuco¡ª se est¨¢n dando casos de encefalitis en otros segmentos de la poblaci¨®n¡±, confirma la doctora, y a?ade preocupada: ¡°sorprendentemente, y a pesar de las condiciones clim¨¢ticas y sociales de R¨ªo de Janeiro, no ha habido un aumento de casos a ra¨ªz de los Juegos Ol¨ªmpicos. La epidemia se registra en los Estados m¨¢s pobres del nordeste, y eso es lo que estamos investigando¡±.

Aparte de la atenci¨®n a pacientes, la otra gran parcela de su trabajo es la investigaci¨®n cient¨ªfica, coordinada desde del Instituto de investigaci¨®n Professor Joaquim Amorim Neto, dentro del mismo Hospital. En los ¨²ltimos meses, el trabajo de Adriana Melo ha sido reconocido con diferentes premios y reconocimientos a nivel internacional, pero todos de car¨¢cter privado. ¡°Cambiar¨ªa todos esos premios por financiaci¨®n p¨²blica", afirma tajante la doctora. "Cada vez que recibo un premio tengo que ir all¨ª, dar entrevistas¡­.y yo trabajo por objetivos, as¨ª que cada vez que me ausento, dejo de atender a pacientes¡±. La realidad es que el proyecto no cuenta con ayuda p¨²blica, s¨®lo con aportaciones privadas. Estas van desde el dinero de estos premios, a aportaciones materiales que hacen algunas empresas. Ahora est¨¢n estableciendo contacto con algunas multinacionales para que les ayuden en la financiaci¨®n y as¨ª poder continuar con la investigaci¨®n.

Al hablar de la posibilidad de desarrollar una vacuna contra el virus, Melo se muestra tajante. No es partidaria de una vacuna, porque cree que la soluci¨®n pasa por evitar el origen del problema. ¡°Hay una cola de diez virus de la misma familia del chikungunya, dengue y zika esperando para entrar en Brasil, la vacuna no es la soluci¨®n. La soluci¨®n pasa por medidas efectivas para eliminar el transmisor, el mosquito¡±.

Se tiende a culpabilizar a la poblaci¨®n por las enfermedades transmitidas por el mosquito, pero la realidad es que llevan a?os sin hacerse inversiones en mejorar el abastecimiento de agua y las condiciones sanitarias en muchas de las ciudades del nordeste brasile?o. Probablemente, reflexiona, con el tiempo se consiga la inmunidad del virus zika, pasar¨¢n cuatro o cinco a?os hasta que la gente est¨¦ inmunizada, pero siempre va a haber un caso o dos¡­siempre va a existir. Con el dengue pas¨® algo parecido, al principio era s¨®lo un tipo y ahora ya hay cuatro. Probablemente con el zika ya haya dos, porque el brote africano es diferente del asi¨¢tico. A partir de noviembre se va a dar un nuevo ciclo de nacimientos con microcefalia, de los beb¨¦s de mujeres que se quedaron embarazadas en los meses de febrero y marzo de este a?o, as¨ª que veremos a ver¡±.

La m¨¦dico habla de manera pausada pero firme. Insiste en destacar el valor del trabajo que se hace de apoyo a las familias, sobre todo las que se contagiaron por desconocimiento. Destaca la importante labor que hicieron las familias de los primeros beb¨¦s que murieron por el virus zika. Gracias a las madres que aceptaron someterse a diferentes an¨¢lisis, que donaron muestras de sangre y tejidos de sus hijos fallecidos se pudo establecer la relaci¨®n y disponer medidas preventivas, y est¨¢ muy orgullosa de ese logro.

A¨²n no se sabe c¨®mo ser¨¢ la evoluci¨®n de los beb¨¦s con este trastorno, pero Melo se muestra esperanzada por los progresos positivos. Aunque no se atreve a hacer una valoraci¨®n a largo plazo, muestra orgullosa fotos y videos de los ni?os y ni?as que est¨¢n atendiendo, contando los peque?os logros y avances de cada uno de ellos como si fueran sus propios hijos. ¡°Estamos investigando para que estos ni?os puedan recuperar algunas funciones. Hay resonancias donde se han visto peque?as mejoras en el cerebro de algunos beb¨¦s con microcefalia¡±.