?Coldplay o Springsteen?
Todas las generaciones necesitan referentes, luchas, frustraciones e himnos
En una entrevista en Jot Down, Nacho Vegas explicaba su fascinaci¨®n y posterior decepci¨®n por El guardi¨¢n entre el centeno:¡°Nos volvimos un poco tontos y habl¨¢bamos con frases de Holden Caulfield. Nos cre¨ªamos que los dem¨¢s eran todos una gente rid¨ªcula y nosotros est¨¢bamos en posesi¨®n de la verdad. Pero luego le¨ªmos sobre el libro en una enciclopedia, eran los tiempos en los que no hab¨ªa Internet, y nos dimos cuenta de que era un libro con el que mucha gente se hab¨ªa sentido identificada¡±. La novela de J.D. Salinger se convirti¨® en un icono de la rebeld¨ªa adolescente, de j¨®venes que luchan insaciables contra todo pero desfallecen perdiendo contra ellos mismos. De esos de cualquier lugar y de cualquier tiempo. Esos que viven a la espera, n¨¢ufragos entre el quererlo todo ahora mismo y no depender de nada para siempre. Millones lo abrieron para encontrarse entre sus l¨ªneas. Miles lo siguen leyendo para reflejarse en su depresi¨®n inconformista. Es una b¨²squeda reconfortante. Y es que es necesario tomar posesi¨®n de nuestros referentes aunque, como dec¨ªa Vegas, luego nos defraudamos al saber que lo son del resto de la humanidad.
Otros art¨ªculos de la autora
Los referentes compartidos nos sit¨²an en un marco de circunstancias generacionales que nos permiten sin decir mucho contarlo todo. Identifican sentimientos universales en un mismo hilo temporal. Lo mismo sucede con Fidel Centella, el protagonista de la novela Rayos, de Miqui Otero, el Caulfield de nuestros d¨ªas. Ese joven desorientado en su tr¨¢nsito a la edad adulta que le dice a su amigo: ¡°A veces creo que seremos j¨®venes demasiado tiempo. No nos casamos, no somos padres, somos demasiado hijos, no hacemos la mili, nos emborrachamos igual, aunque las resacas cada a?o son peores. Igual deber¨ªan avisarnos con una carta, ?no? Una carta como la de la factura del agua¡±. No importa tanto lo que pasar¨¢ el d¨ªa de ma?ana como codificar el instante en el que vivimos. En la ansiedad juvenil lo referencial es el momento, la cartograf¨ªa existencial de nuestro todo.
Representar la voz de toda una generaci¨®n es un reto y un debate necesario. Por ello, me sorprendi¨® la discusi¨®n suscitada entre los sectores opuestos de Podemos sobre si uno es de Coldplay y el otro de Bruce Springsteen. Aunque pudiera dar forma al debate sobre el tono, pierde la oportunidad de profundizar en el marco generacional de sus referencias culturales. No existe ninguna contextualizaci¨®n social de su ¨¦poca en la disyuntiva musical planteada, aunque tampoco tengo claro que lo pretendiese. Lo llamativo es que un partido de reciente creaci¨®n no hubiera aprovechado la ocasi¨®n para reivindicar referentes que tuvieran un simbolismo para su ¨¦poca. M¨¢s se hubieran acercado si en lugar de la banda de Chris Martin, adocenada en un pop hedonista, hubiesen recuperado del Brit-pop la sinton¨ªa de la banda de M¨¢nchester Oasis, exponentes de la clase obrera del post-tatcherismo y que fue la voz de esa generaci¨®n de j¨®venes que marc¨® el paso al nuevo laborismo. O, ?por qu¨¦ no llevar el debate al espacio de confluencia entre los moderados de La Movida y los radicales del rock vasco, c¨¢nticos de esa generaci¨®n que se desliza por la Espa?a de la Transici¨®n. O mejor a¨²n, citar a alguna de las bandas del indie espa?ol, un circuito alternativo pero que hoy domina con hegemon¨ªa los carteles de todos los festivales de m¨²sica.
El factor generacional es un elemento cohesionador cultural y social
Todas las generaciones necesitan sus referentes, sus luchas, sus frustraciones, sus himnos. Se pertenece a la conversaci¨®n m¨¢s all¨¢ de en qu¨¦ lado de la misma se est¨¢. El foro generacional teje las sinergias de un mismo imaginario. En una de las Conversaciones del 40 aniversario de EL PA?S, Pablo Iglesias y Eduardo Madina llegaron a reconocer que pod¨ªan ser hijos de una misma patria, que no era una naci¨®n sino una ¨¦poca. El socialista reconoc¨ªa tener m¨¢s en com¨²n con el l¨ªder de Podemos que con un vasco del siglo XII. Pablo recordaba la melod¨ªa de Barrio S¨¦samo. ¡°Yo soy de eso¡±. Ese tiempo compartido capaz de definirnos mejor que la colectivizaci¨®n sentimental del nacionalismo. El factor generacional es un elemento cohesionador cultural y social en el que encontrar un espacio compartido, incluso de reconocer en otros tan distintos un mismo universo de recuerdos y emociones. Identificarnos con algo que pueda a su vez definirnos al lado de otro es un ejercicio necesario en un tiempo demasiado latente de colisiones y hartazgos. Y ahora, entran los Who: People try to put us down just because we get around.
Andrea Levy Soler es vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular.
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