Los ocho fant¨¢sticos de Tete
Un grupo de estudiantes mozambique?os de Medicina completan su formaci¨®n con pr¨¢cticas en hospitales canarios
Ven¨ªan a completar sus pr¨¢cticas de sexto curso de Medicina a Canarias. Aterrizaron el 7 de julio en Gando (Gran Canaria) y regresaron a Tete, en la zona central de Mozambique, el 23 de agosto. All¨ª les esperaba, en noviembre, la explosi¨®n de un cami¨®n cisterna que mat¨® a casi un centenar de personas y quem¨® a otras tantas en Moatize. Donaron sangre y apoyaron al personal m¨¦dico del Hospital Provincial de Tete, donde se forman, infatigables, llenos de iniciativa y ganas.
Son ocho: dos chicas y seis chicos, y trabajaron este verano repartidos por parejas en medicina interna, cirug¨ªa, pediatr¨ªa y ginecolog¨ªa/obstetricia. Terminar¨¢n sus pr¨¢cticas con rotaciones hospitalarias en su pa¨ªs el pr¨®ximo a?o, pero no ser¨¢n especialistas hasta dentro de otros seis a?os aproximadamente. Las semanas pasadas en el Hospital Insular, el Hospital Doctor Negr¨ªn y el Hospital Materno-Infantil de Las Palmas de Gran Canaria les han reafirmado las vocaciones, inculcado nuevos conocimientos y sobre todo, enamorado m¨¢s de la humanidad que llevan dentro y que comparten con pacientes y colegas.
¡°Una experiencia muy buena, encantadora, muy ¨²til a nivel profesional y personal¡±, repitieron, emocionados, antes de irse y bajo la mirada aprobadora del doctor Luis Mateo L¨®pez, el director del proyecto gracias al que se forman entre su pa¨ªs y Espa?a. Es una iniciativa de cooperaci¨®n de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) con financiaci¨®n de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n para el Desarrollo (AECID) y dise?ada a la medida de las necesidades de Unizambeze.
Los alumnos atendieron a las v¨ªctimas de la explosi¨®n de un cami¨®n cisterna en Tete en noviembre
Se encuentran en la quinta planta del Insular, un d¨ªa calimoso y ardiente poco antes de que abandonen Canarias. Todos lucen uniformes del Servicio Canario de Salud. En una pausa de sus complicadas agendas, en las que tambi¨¦n caben romer¨ªas, playa y visitas a yacimientos arqueol¨®gicos y museos, dicen que la experiencia les ha servido para sentirse m¨¢s ambiciosos y fuertes, para alimentar su esp¨ªritu cr¨ªtico y para desear llevar el cambio a su pa¨ªs, para mejorarlo. ¡°Somos j¨®venes y tenemos fuerza, tenemos que utilizar nuestra mentalidad cr¨ªtica y lo que hemos aprendido para marcar una diferencia, porque hay mucho que mejorar en Mozambique¡±, apunta Nicholas Manwere, futuro cirujano.
Se llevaron muchas fotos, muchas experiencias, los recuerdos de una convivencia excepcional y una inyecci¨®n extra de entusiasmo para el ¨²ltimo a?o de pr¨¢cticas antes de la especialidad. Muchos, con el deseo confeso de quedarse en la provincia de Tete, una de las m¨¢s pobres del pa¨ªs y con pocos m¨¦dicos y medios para sus habitantes.
¡°Siempre que vienen estoy feliz, encantado¡±, explica su tutor, Luis L¨®pez. ¡°Adem¨¢s, este a?o estoy especialmente contento porque son personas geniales. No s¨®lo como estudiantes sino como seres humanos, gente a la que quiero mucho¡±.
CHARLES CARLITO FULAI (24, Chimoio)
¡°Prevenir las patolog¨ªas cervicales es m¨¢s f¨¢cil de lo que parece¡±
Se comunicaba con sus pacientes, todas mujeres, a base de portu?ol y buena voluntad. Quiere ser ginec¨®logo y trascender del parto para salvar vidas armado con poco m¨¢s que su esp¨¦culo. Procede de una familia donde hay un t¨¦cnico de farmacia y ahora estar¨¢ ¨¦l. Antes de estudiar ginecolog¨ªa y obstetricia, quer¨ªa ser internista, pero cambi¨® de opini¨®n. ¡°Es una especialidad [ginecolog¨ªa] que entiendo mejor en las clases sin esfuerzo¡±, precisa.
¡°Cuando sal¨ª de Mozambique, mi objetivo principal era saber leer las ecograf¨ªas. No las leo perfectamente, pero ya consigo distinguir algo normal de algo patol¨®gico. Tenemos que cambiar algo en el hospital donde estamos, en la parte de ginecolog¨ªa/obstetricia, porque nos enfocamos en el parto. Nos olvidamos de la parte de ginecolog¨ªa, de las patolog¨ªas cervicales y de endometrio. Teniendo en cuenta que Mozambique es un pa¨ªs con mucha prevalencia de VIH-sida, la parte de patolog¨ªas cervicales est¨¢ olvidada. Un d¨ªa, si soy ginec¨®logo, quiero cambiar eso, porque prevenir las patolog¨ªas cervicales es m¨¢s sencillo de lo que parece. Es poner un esp¨¦culo, algo que ahora hago muy bien, y coger una muestra de citolog¨ªa, mandarla a anatom¨ªa patol¨®gica. As¨ª se puede salvar una vida¡±.
EMILIA UCAMA (24 a?os, Beira)
¡°Eso nos da m¨¢s fuerza, cuando conf¨ªan en nosotros¡±
Ser¨¢ ginec¨®loga, si todo sale bien y la acompa?an las circunstancias y las alineaciones de los planetas. Tiene primos en el sector m¨¦dico. Quiere terminar la carrera y las pr¨¢cticas para buscarse un destino, a ser posible, en el propio Tete, igual que su compa?ero Nicholas.
¡°Para m¨ª, estar aqu¨ª ha sido una experiencia ¨²nica y lo fundamental que aprend¨ª es la bondad de trabajar. Las personas con las que hemos trabajado tienen una enorme disponibilidad y eso, con o sin recursos, es muy importante. Vimos cosas pr¨¢cticas que se hacen all¨¢ y otras m¨¢s sofisticadas, que no creo que pueda hacer en Mozambique. Una de ellas fue la laparoscopia. T¨¦cnicas sencillas, en las que no es necesario abrir, como la histeroscopia. Aprendimos a hacer el parto con f¨®rceps. Conoc¨ª a mucha gente y sobre todo, fue curioso ver que los pacientes depositaban mucha confianza en nosotros. Eso nos da m¨¢s fuerza. Estamos aqu¨ª para aprender y la gente colabora un mont¨®n¡±.
MILTON RA?L SABONETE (24 a?os, Manhi?a)
¡°Nunca imagin¨¦ que ver¨ªa realmente aquello que estaba en el libro, en dibujos¡±
Su padre es t¨¦cnico de farmacia y su madre es enfermera. ?l quiere llevar la tradici¨®n familiar un paso m¨¢s lejos y convertirse en cirujano. Los primeros pasos en el quir¨®fano los da en Gran Canaria, supervisado y acompa?ado por especialistas. Ve la belleza en reconstrucciones, amputaciones o ces¨¢reas, en las que todav¨ªa le maravilla el color real de los ¨®rganos humanos y la sangre.
¡°Nunca imagin¨¦ que iba a participar en una cirug¨ªa y que ver¨ªa realmente aquello que estaba en el libro, en dibujos. Eso fue espectacular. Ver una reconstrucci¨®n de ano de un paciente con c¨¢ncer de colon en un dibujo y verla en realidad es muy diferente. Y otra cosa es ver los ¨®rganos. Una vez, el doctor Luis dijo en la clase que la primera vez que abri¨¦ramos un cad¨¢ver ver¨ªamos que los libros nos enga?aban. En los libros, utilizan colores y t¨² piensas que los colores que ves ah¨ª son as¨ª en realidad en el ser humano. Crees que las arterias son de color rojo, las venas son de color azul. Fue una oportunidad incre¨ªble ver todas esas cosas con mis propios ojos y ayudar en algunas cirug¨ªas".
SIAMITO FERRO (23 a?os, Beira)
¡°Ahora las ecograf¨ªas se parecen m¨¢s al portugu¨¦s, que es nuestro idioma¡±
¡°Yo soy Siamito¡±, se presenta vocalizando, armado con una sonrisa ancha. Es una persona locuaz, con sentido del humor, pero se pone serio un momento para precisar que la humanidad es fundamental en esta profesi¨®n. ¡°C¨®mo nosotros tratamos a los pacientes, c¨®mo nos relacionamos con nuestros colegas del trabajo, con los enfermeros y los auxiliares,¡ Aqu¨ª es dif¨ªcil saber qui¨¦n es enfermero o doctor o auxiliar, porque el trato entre todos es muy bueno, no existe discriminaci¨®n¡±. Y finaliza subrayando que ser¨¢ el primer m¨¦dico de la familia Ferro.
¡°Estuve haciendo pr¨¢cticas en pediatr¨ªa. Ha sido una experiencia inolvidable, muy buena desde el punto de vista de la humanidad de las personas que nos ense?aron, con mucha paciencia. Yo siempre digo, hablando de mis colegas, que en el caso de que te olvides de tu nombre, te van a ense?ar tu propio nombre con mucho amor. Me presentaron a una se?ora que trabaja, desde hace veinte a?os, s¨®lo con el tema del dolor. Nosotros lo manejamos muy poco en Mozambique y sabemos que el dolor es un tema que preocupa mucho a las personas. No hay paciente que quiera pasar por ¨¦l. Aprendimos mucho de medicaci¨®n y de c¨®mo manejar a pacientes con dolor. Otra experiencia muy buena es la de las pruebas de imagenolog¨ªa: la radiograf¨ªa, la ecograf¨ªa. Cuando llegu¨¦ aqu¨ª, hablaba con mi compa?ero Adamogi, de pediatr¨ªa tambi¨¦n, de que la ecograf¨ªa se parec¨ªa al chino. Pero ahora se parece m¨¢s al portugu¨¦s, que es nuestro idioma. Nosotros, en nuestro hospital en Tete, tenemos esos aparatos, pero hay que saberlos usar¡±.
ADAMOGI TOM?S (24 a?os, Nampula)
¡°Tenemos que ser mejores para hacerlo mejor y suplir la falta de recursos¡±
Su hermano es t¨¦cnico de salud en una provincia del norte del pa¨ªs. Se siente orgulloso de la capacidad necesaria para desempe?ar su trabajo en un contexto con pocos medios y en el que es necesaria una dosis extra de coraje e intuici¨®n. Se declara pediatra ¡°entre comillas¡±.
¡°En mi pa¨ªs, para diagnosticar una patolog¨ªa ¡ªpor dar un ejemplo concreto, tipo osteomielitis¡ª la gente recurre a la cl¨ªnica: hay una exploraci¨®n f¨ªsica, una placa simple de rayos X y un cultivo para terminar. Pero aqu¨ª se hace una resonancia y fue la primera vez que vi algo as¨ª. Una cosa que alimenta mi autoestima es que en nuestro pa¨ªs no tenemos muchos medios, as¨ª que tenemos que ser mejores para hacerlo mejor y suplir la falta de recursos. Aqu¨ª hay muchos aparatos y nosotros, en Mozambique, tenemos los ojos y poco m¨¢s para ser m¨¦dicos. Eso me motiva m¨¢s para no tener un complejo de inferioridad al compararme con un m¨¦dico europeo que tiene TAC y resonancia y ecos¡±.
N?RCIO MOMAD JOAQUIM PATA (24 a?os, Quilimane)
¡°Me gusta la posibilidad de tener un diagn¨®stico con una mirada y una simple conversaci¨®n¡±
Futuro internista. Absorbe lo que le parece que puede aplicarse al contexto del que viene y donde piensa seguir trabajando, en Mozambique. Los diagn¨®sticos sencillos, con pocas pruebas complementarias, basados en la conversaci¨®n y la observaci¨®n son los mejores aqu¨ª y all¨¢, opina. Sobre todo all¨¢, con pocos medios al alcance del profesional de la medicina.
¡°Lo que me encant¨®, sobre todo en dermatolog¨ªa, fue la posibilidad de diagnosticar una enfermedad sin muchas pruebas complementarias. Algunas de las enfermedades se detectaban s¨®lo con mirar y descifrar algunas de las caracter¨ªsticas y los s¨ªntomas que presentaba el paciente. Nosotros no tenemos la capacidad de disponer mucha tecnolog¨ªa y la posibilidad de tener un diagn¨®stico con una mirada y una simple conversaci¨®n me gust¨®. Aunque aqu¨ª tenemos mucha tecnolog¨ªa, tambi¨¦n se practica mucha medicina a la antigua¡±.
NICHOLAS MANWERE (23 a?os, Chimoio)
¡°Espero hacer trasplantes en Mozambique¡±
Se enamor¨® el d¨ªa en que ¡°abri¨®¡± a un paciente por primera vez, en julio. Fue para un trasplante de ri?¨®n que le rob¨® el coraz¨®n y lo enganch¨® al quir¨®fano para siempre. Tiene una sonrisa amplia, abierta. Los ojos curiosos, que convocan la confianza de su interlocutor. Habla de patolog¨ªas, tumores y citoscopias con la pasi¨®n con la que otros hablar¨ªan de modelos, coches o zapatos de lujo.
¡°Lo m¨¢s grande, que me marc¨® mucho, fue el trasplante. Hasta ahora mi coraz¨®n est¨¢ batiendo. Me marc¨® mucho a nivel profesional, como persona, porque vi que la cirug¨ªa, para m¨ª, es el cielo. Si te gusta mucho la profesi¨®n, si pones mucho amor, mucha pasi¨®n, no hay l¨ªmites para ti. Har¨¦ trasplantes en Mozambique, espero¡±.
BEG?NIA JOAO PAULO (23 a?os, Quilimane)
¡°Hay muchas cosas parecidas en Espa?a y Mozambique¡±
Una mujer t¨ªmida y peque?a a primera vista, con la voz un poco temblona al principio que se le envalentona y arrecia con el amor por el trabajo. Es internista. Observadora, traza paralelismos entre los riesgos para la salud en Espa?a y Mozambique y saca conclusiones. Viene de una familia con t¨¦cnicos de salud.
¡°La medicina mejora continuamente y es necesario leer mucho y aprender. Pero ahora tenemos m¨¢s idea: miramos radiograf¨ªas y vemos que se trata de una enfermedad determinada, nos podemos orientar. Pude ver la diferencia entre las enfermedades que son comunes aqu¨ª y en Mozambique. Aqu¨ª hay muchos pacientes cardi¨®patas, porque hay muchos factores de riesgo cardiovascular que hay que trabajar un poquito para que las personas cambien su mentalidad. La gente sigue fumando, sigue comiendo mal y hay que cambiar esos h¨¢bitos. Hay muchas cosas parecidas en Espa?a y Mozambique: los pacientes, la relaci¨®n entre el paciente y el m¨¦dico. Eso es lo mismo¡±.
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