Leticia L¨®pez, la salvadora de los ¡®invendibles¡¯
Leticia L¨®pez espera en la puerta de una nave industrial en un pol¨ªgono a las afueras de Alcal¨¢ de Henares, en Madrid. Dentro, entre miles de cajas, aguardan su momento los productos de Acompartir, la ONG que dirige. El objetivo de esta organizaci¨®n es dotar de una segunda vida, y adem¨¢s solidaria, a los invendibles, todos esos art¨ªculos no alimentarios que, por diferentes motivos ¨Cfin de stock, problemas en el embalaje, cambios de series¨C, no pueden salir al mercado. ¡°Somos como un banco de alimentos, pero sin comida¡±, explica esta licenciada en Empresariales de 29 a?os.
Entre la gama de art¨ªculos que manejan, llaman la atenci¨®n productos como lociones para aumentar la densidad del cabello o cremas antiedad de multinacionales como L¡¯Or¨¦al, Vichy o Garnier. Invendibles que no se consideran de primera necesidad. ¡°Sabemos que son art¨ªculos que nadie espera encontrarse, pero tambi¨¦n son muy importantes. El tener esta clase de productos para verse uno m¨¢s guapo hace que aumente la autoestima de la gente, y eso vale mucho¡±.
Todo comenz¨® hace tres a?os. ¡°Trabajaba en una empresa y me di cuenta de la cantidad de productos que se tiraban. Entonces empec¨¦ a recolectarlos para donarlos a varias entidades sociales¡±. Desde entonces, ella y su equipo han recuperado cerca de seis millones de invendibles. ¡°Empezamos de la nada, haciendo llamadas fr¨ªas a las empresas, que nos derivaban a mil departamentos diferentes hasta que d¨¢bamos con la tecla para pedir la donaci¨®n¡±.
Cada ma?ana hablan con las 69 compa?¨ªas donantes para saber si disponen de nuevas remesas que puedan aprovechar e intentan que otras firmas se sumen a esta iniciativa. Un trabajo complicado, ya que a las empresas les sale m¨¢s caro donar estos productos que almacenarlos y deshacerse de ellos. ¡°Tienen que pagar el 21% de IVA. Y eso es algo que a veces les disuade, porque supone una p¨¦rdida para ellos¡±, dice L¨®pez. Con todo, las compa?¨ªas pueden pedir un justificante de la donaci¨®n para, al menos, desgravarse el 35% de la aportaci¨®n.
Mientras camina por la nave industrial de Acompartir, L¨®pez explica c¨®mo gestionan los productos que llegan a sus manos. ¡°Vamos a recogerlos y los traemos hasta aqu¨ª¡±. A partir de ese momento realizan el inventario para saber qu¨¦ es lo que tienen en stock y actualizar su p¨¢gina web.
Desde esa plataforma, que se asemeja m¨¢s a un supermercado online que al perfil de una entidad solidaria, las 223 ONG con las que trabajan ¨Centre ellas, algunas muy conocidas como C¨¢ritas¨C hacen sus pedidos. ¡°Ellos se registran y ven los art¨ªculos de los que disponemos en ese momento¡±. Una vez realizado el encargo, la ONG tiene que hacer una peque?a aportaci¨®n a Acompartir que nunca supera el 5% del valor de los art¨ªculos que han solicitado. ¡°Va destinada ¨ªntegramente a pagar los gastos de almacenamiento de los productos¡±.
Registrarse en esta plataforma tampoco es f¨¢cil. ¡°Tenemos mucho cuidado con las ONG que trabajan con nosotros¡±. Tras cada nueva inscripci¨®n, tanto L¨®pez como los miembros de su equipo visitan las organizaciones. ¡°Es importante conocer las entidades para asegurarnos, entre otras cosas, de que los productos que se llevan no acaban en mercadillos¡±.
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