La pasta ¡®m¨¢gica¡¯ de esta bloguera para blanquear los dientes: ?funciona o es un timo?

M¨¢s de siete millones de personas han visto en Internet el v¨ªdeo que hay bajo estas l¨ªneas, con el particular truco de Yuya para tener unos dientes m¨¢s blancos. Yuya es una pizpireta joven mexicana de 23 a?os que, a d¨ªa de hoy, cuenta con m¨¢s de 17 millones de seguidores en Instagram. Casi 8 millones en Twitter siguen sus consejos de belleza en Twitter.

El primero de sus trucos caseros para lucir una sonrisa radiante consiste en cepillarse los dientes con una pasta hecha con aceite de coco, esencia de menta y bicarbonato. El segundo consiste en un enjuague a base de agua y vinagre. El tercero, posiblemente el m¨¢s difundido en las redes sociales, consiste en cepillarse los dientes con una pasta hecha con lim¨®n y bicarbonato. El cuarto y el quinto se basan en restregarse los dientes con frutas, con fresas machacadas o con la piel de un pl¨¢tano.

?Ciencia o ficci¨®n?

El esmalte dental es la parte m¨¢s superficial de nuestros dientes, es insensible al dolor y est¨¢ formado principalmente de hidroxiapatita (un compuesto de calcio). Bajo el esmalte se encuentra la dentina, que es donde s¨ª tenemos sensibilidad. Unas enc¨ªas retra¨ªdas o un esmalte erosionado o permeable, dejan al descubierto la dentina y por tanto ocasionan la temible sensibilidad dental.

Todos los m¨¦todos blanqueadores propuestos por Yuya se basan en la erosi¨®n del esmalte dental, en mayor o menor medida. El esmalte se erosiona por fricci¨®n o por ataque ¨¢cido.

La mayor¨ªa de trucos caseros para blanquear los dientes se centran en el bicarbonato. El bicarbonato es una sal y, como tal, forma min¨²sculos cristales. Si frotamos estos cristales contra nuestros dientes, suspendidos en agua o en un aceite, estaremos rayando nuestro esmalte, es decir, destruyendo un tejido que no se regenera.

Los productos comerciales blanqueadores que contienen bicarbonato, s¨ªlice hidratada, al¨²mina o fosfato c¨¢lcico tambi¨¦n son abrasivos, pero est¨¢n formulados para que la exfoliaci¨®n sea homog¨¦nea y superficial. Aun as¨ª, no se debe abusar de ellos y est¨¢n contraindicados en casos de sensibilidad dental.

Los ¨¢cidos tambi¨¦n causan erosi¨®n, en este caso porque son capaces de disolver la hidroxiapatita que compone el esmalte. Si nos frotamos los dientes con zumo de lim¨®n, vinagre o con cualquier fruta rica en ¨¢cidos, estaremos promoviendo la desaparici¨®n del esmalte. Despu¨¦s de consumir una sustancia ¨¢cida, como un zumo o un refresco de cola (que contiene ¨¢cido fosf¨®rico), no debemos utilizar pasta de dientes inmediatamente, sino que lo aconsejable es enjuagarse la boca con agua y esperar varios minutos antes de lavarlos de forma habitual.

Los m¨¦todos propuestos por Yuya combinan ambas formas de erosi¨®n del esmalte, por fricci¨®n y por ataque ¨¢cido, por lo que producir¨¢n da?os irreparables. Lo peligroso de estos m¨¦todos es que a corto plazo parecen dar buen resultado. Como se elimina la capa oscurecida de los dientes, s¨ª que obtenemos un leve blanqueamiento (aunque incomparable con un blanqueamiento profesional). Este resultado se debe al desgaste del esmalte del diente y, a largo plazo, resultar¨¢ muy perjudicial para nuestra salud dental.

Conclusi¨®n: ni ciencia ni ficci¨®n; una temeridad

Para mantener los dientes blancos hay que llevar una dieta pobre en alimentos con colorantes potenciales, no tomar caf¨¦, no fumar, tomar t¨¦ blanco o verde en vez de negro, tener una higiene bucodental adecuada, visitar al dentista para hacer limpiezas cada seis meses o por lo menos una vez al a?o.

Si tienes manchas en los dientes o un esmalte oscurecido, lo primero que debes hacer es acudir al dentista, estudiar las causas y dise?ar un tratamiento personalizado. Los tratamientos blanqueadores profesionales habituales se basan en aplicar un concentrado de per¨®xido de hidr¨®geno que puede ser activado o no por luz (l¨¢ser, LED...) y, en los tratamientos que se llevan a cabo en casa, prescritos por el dentista, se utiliza per¨®xido de carbamida con el que se rellenan unos moldes a medida. En ambos casos se consigue el blanqueamiento por medio de reacciones de oxidaci¨®n controladas que no erosionan el esmalte.