Fascismo 3.0
El totalitarismo se produce, seg¨²n Arendt, por la p¨¦rdida paulatina de realidad que subyace a la distinci¨®n entre hechos y ficci¨®n
Desde que Trump es presidente, dos libros han incrementado asombrosamente sus ventas: Los or¨ªgenes del totalitarismo, de Arendt, y 1984,de Orwell. Ambos nos ayudaron a comprender el significado del totalitarismo en la pr¨¢ctica pol¨ªtica europea del siglo XX, fij¨¢ndose en el lenguaje pol¨ªtico dise?ado para construir mentiras que suenen a verdad y dar ¡°apariencia de solidez al puro viento¡±. Cabe preguntarse si este renovado inter¨¦s tiene que ver con la identificaci¨®n de una in¨¦dita forma de autoritarismo en los usos pol¨ªticos del nuevo @POTUS.
Sabemos que los totalitarismos aparecieron bajo la forma de ideolog¨ªas ¡°anti¡± (antiliberal, antintelectual, antiparlamentarismo) y que negaron al individuo para afirmar la superioridad esencial de la naci¨®n: America first, espet¨® el magnate con una m¨ªstica de la patria enunciada religiosamente. La utop¨ªa fascista busca armon¨ªa sin conflicto social apelando a una unidad nacional de orden superior. Pero el inter¨¦s supremo de la patria no se supedita a una discusi¨®n plural en instituciones, esfera p¨²blica y medios de comunicaci¨®n. M¨¢s bien, se niega el libre juego de puntos de vista contrapuestos que da origen a libertades como la de expresi¨®n o discusi¨®n. Su fetichismo emocional y sus pulsiones tuiteras buscan sustituir esas instancias intermedias, pero m¨¢s que mentir ¡ªy he aqu¨ª la clave que recuerda al totalitarismo¡ª pretenden situarnos en la ¡°realidad total¡± paralela que construye el l¨ªder.
El totalitarismo se produce, seg¨²n Arendt, por la p¨¦rdida paulatina de realidad que subyace a la distinci¨®n entre hechos y ficci¨®n. El impulso autoritario arrincona cualquier punto de anclaje con el mundo com¨²n, para sustituirlo por sus fantas¨ªas e imaginaciones. Por eso Trump convierte a los periodistas en ¡°los humanos m¨¢s deshonestos de la Tierra¡± por no afirmar que su inauguraci¨®n fue m¨¢s multitudinaria que la de Obama. Al insistir en negar la realidad, Trump transforma al periodismo en el nuevo ¡°chivo expiatorio¡± buscando as¨ª neutralizar la cr¨ªtica, y desarmar el ¨²nico poder que se le resiste. Los otros, los institucionales y los econ¨®micos, parecen plegarse mansamente a sus caprichos. [PIEPAG]@MariamMartinezB
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