La gran comuna del dise?o
VETEMENTS arranc¨® como un proyecto colectivo y se ha convertido en la firma del momento en la industria de la moda. Es tan solo la ¨²ltima muestra de que la forma en la que se conciben y comparten hoy este tipo de creaciones est¨¢ cambiando. Quince personas conformaron en sus inicios la transgresora marca. ¡°Ya sea la elecci¨®n de las tiendas, el concepto de dise?o, la elecci¨®n de los colores, todos tienen voz¡±, explicaba el cabecilla, Demna Gvasalia, a la revista Purple. La firma parisiense tiene predilecci¨®n por lo comunal: en su colecci¨®n primavera-verano 2017 colaboraron con 18 marcas, desde Reebok hasta Levi¡¯s, pasando por Carhartt.
La moda, desde sus inicios, ha sido un trabajo colectivo, pero mientras el papel de demiurgo del dise?ador ha sido esencial durante d¨¦cadas, las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢n ofreciendo otros modelos creativos. En R¨®terdam, el colectivo Post-Couture, liderado por Martijn van Strien, anima a los consumidores a convertirse en co-creadores. Ponen sus dise?os a disposici¨®n de cualquiera que quiera descargarlos y ofrecen una alternativa cr¨ªtica al sistema actual de la industria de la moda. Sin necesidad de hilo ni aguja, las prendas est¨¢n dise?adas para ser ensambladas con facilidad.
Tras su primera colecci¨®n, este oto?o presentaron una propuesta creada por cinco dise?adores formados en la Royal Academy de Amberes.
Van Strien empez¨® a tomar conciencia de los problemas de la industria trabajando al lado de Bruno Pieters y su firma de moda ¨¦tica Honest By. Este activista de la moda est¨¢ convencido de que la clave del cambio la tienen los consumidores: ¡°Si incorporas a las gente en el proceso de producci¨®n y creaci¨®n, se vuelven mucho m¨¢s conscientes de lo que es necesario. Un precio que, en otras circunstancias, les parec¨ªa caro, ahora les resulta justo¡±.
Desde su residencia en Tel Aviv, en septiembre de 2014, la estudiante de moda Danit Peleg se convirti¨® en la primera persona en crear una colecci¨®n entera con una impresora 3D casera. Peleg necesit¨® 2.000 horas de trabajo para dar vida a su propuesta de cinco prendas elaboradas a partir de miles de piececitas impresas. Para que su empresa llegara a buen puerto fue esencial la ayuda de la llamada comunidad maker. ¡°A la gente le encanta crear cosas por ellos mismos. Muchos comparten sus conocimientos online y para m¨ª fueron de gran ayuda cuando estaba investigando, porque nadie hab¨ªa hecho esto antes. Por eso ahora es importante compartir todo lo que aprend¨ª y devolverlo a la comunidad¡±. Dale Dougherty, el padre del movimiento H¨¢galo Usted Mismo (Do it yourself o DIY, en ingl¨¦s), est¨¢ convencido de que todos tenemos este potencial creador.
Vetements, la firma del momento, lanz¨® una colecci¨®n en alianza con 18 marcas: desde levi¡¯s hasta reebok.
Tras el ¨¦xito viral de su colecci¨®n de graduaci¨®n, Peleg contin¨²a investigando. Cree que la irrupci¨®n de Internet en nuestras vidas ha sido el motor del cambio en la forma de crear y consumir la moda. ¡°Hemos aprendido lo importante que es compartir. Desde nuestros pensamientos hasta nuestras casas¡±, argumenta. Inmersa en la creaci¨®n de su segunda colecci¨®n, est¨¢ estudiando la posibilidad de aplicar a la moda un sistema semejante al c¨®digo abierto inform¨¢tico. El hecho de que un usuario se pueda descargar y modificar un dise?o permite llevar la personalizaci¨®n al m¨¢ximo nivel. Peleg tambi¨¦n est¨¢ desarrollando un programa que le permita saber cu¨¢ntas veces ha sido descargado su trabajo y limitar el n¨²mero de reproducciones: ¡°El cliente lo puede coger y adaptarlo por completo a sus necesidades, pero yo, como dise?adora, tengo el control del archivo. Estamos trabajando para encontrar el equilibrio entre el c¨®digo abierto y la propiedad intelectual¡±.
En el Pa¨ªs Vasco, el estudio Comme des Machines trabaja desde 2012 en la impresi¨®n en 3D aplicada al mundo de la moda. Fueron pioneros al lanzar la primera colecci¨®n de complementos imprimible en 3D con dise?os descargables. Actualmente trabajan en la elaboraci¨®n de un innovador tejido flexible y biodegradable. Una de sus integrantes, Aran Azkarate, no puede contener su emoci¨®n con los resultados al otro lado del tel¨¦fono: ¡°Hemos conseguido un material que se puede arrugar con la mano. ?Parece incre¨ªble que salga de una impresora!¡±.
Comme des Machines se presenta como una empresa intermediaria entre las marcas de consumo y el cliente final. Para ilustrarlo pone como ejemplo una de sus ¨²ltimas colaboraciones con la firma de bicicletas Orbea: los clientes podr¨¢n rescatar e imprimir en tres dimensiones piezas descatalogadas.
¡°NO TODO EL MUNDO QUERR? IMPRIMIR SUS VESTIDOS, IGUAL QUE NO TODO EL MUNDO QUIERE MONTAR SUS MUEBLES DE IKEA¡±.
La forma en la que las personas comparten informaci¨®n creativa online fue el punto de partida del ins¨®lito proyecto Away To Mars. Esta firma que lidera Alfredo Orobio, emprendedor brasile?o afincado en Londres, ha hecho historia presentando la primera colecci¨®n de moda co-creada por m¨¢s de 400 personas. Todo empez¨® en el M¨¢ster de Innovaci¨®n que estaba cursando en la Universidad de Lisboa: ¡°Nos dimos cuenta de que hab¨ªa grupos de gente interesada en la moda que compart¨ªan ideas e inspiraciones, pero que no iban m¨¢s all¨¢. Pens¨¦: ?por qu¨¦ no los juntamos e intentamos hacer una marca de moda que sea generada por el p¨²blico?¡±. Y as¨ª, conectando personas que quer¨ªan entrar en la industria pero que no lo consegu¨ªan ¨Cporque no ten¨ªan conocimientos t¨¦cnicos, dinero para producir o contactos suficientes¨C, naci¨® Away To Mars.
Orobio, al igual que Van Strien, trabaj¨® antes en el mundo de la moda como consultor para marcas en Brasil e Inglaterra: ¡°Me llam¨® la atenci¨®n que detr¨¢s de los dise?adores y directores creativos hab¨ªa muchas personas que no sal¨ªan delante de las c¨¢maras¡±. Ahora se ha propuesto dejar los egos atr¨¢s y crear un proyecto ¡°que se reconozca por el valor de la idea y no por qui¨¦n conoces o por cu¨¢nto dinero tienes en la cuenta del banco.¡±
El proceso no es muy diferente al de cualquier estudio de moda tradicional: se empieza por el panel de inspiraci¨®n con el que se sugieren los colores, tejidos y materiales que dar¨¢n coherencia a la colecci¨®n; despu¨¦s, los usuarios pueden enviar ideas de prendas. Los dise?os finalistas son los que logran un mayor n¨²mero de interacciones y apoyos. A partir de entonces, y siempre con la participaci¨®n del que ha propuesto ese dise?o, se realiza la ficha t¨¦cnica y el prototipo. As¨ª, un total de 512 personas crearon las 15 prendas que componen su segunda colecci¨®n. Un equipo de cinco integrantes de entre 25 y 28 a?os se encarga de coordinar esta comuna de la moda. Pero lejos de quedarse en un experimento, Away To Mars desfila en la pasarela de Lisboa y comercializa sus prendas. Sin stock y bajo demanda, la primera colecci¨®n logr¨® unos beneficios de 80.000 euros. Con esta segunda, Orobio se ha propuesto doblar los ingresos. Para ¨¦l, la colectividad es un valor a?adido: ¡°Lo m¨¢s bonito es cuando logras un di¨¢logo entre personas que nunca hubieran hablado y que tienen que traducir sus posturas e individualidades en un producto que sea comercial y que tenga un esp¨ªritu global¡±.
Ahora elaboran un proyecto de realidad virtual para gente sin conocimientos t¨¦cnicos de dise?o. Una iniciativa que se integra dentro de un programa de la escuela Central Saint Martins de Londres con apoyo de la Uni¨®n Europea. ¡°Puedes dibujar con las manos y ver c¨®mo el tejido se comporta en diferentes tipos de cuerpo¡±, explica Orobio. Para ¨¦l, esto es solo el principio y no descarta colaborar con firmas como Zara. ¡°As¨ª, alg¨²n d¨ªa podr¨¢n crear una colecci¨®n realmente original¡±, bromea.
¡°Es algo que cambiar¨¢ completamente todo el sistema de la moda¡±, confirma Valerie Steele, la directora del Museo Fit de Nueva York. Danit Peleg opina que la impresi¨®n 3D, por ejemplo, transformar¨¢ pero no acabar¨¢ con la industria: ¡°Creo que no todo el mundo se querr¨¢ imprimir sus vestidos, al igual que no todo el mundo se quiere montar sus muebles de Ikea. Habr¨¢ tambi¨¦n quien valore que la pieza tenga la impronta del dise?ador¡±. Aran Azkarate es esc¨¦ptica con el potencial maker de los consumidores: ¡°?Si no somos capaces ni de tejernos un jersey!¡±.
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