No somos ovejas
El debate debe ser si una mujer puede decidir libremente si quiere gestar o no para otra persona
No defiendo la gestaci¨®n subrogada porque piense que tengo derecho a ser madre. ?No! Tampoco porque quiera tener un hijo gen¨¦ticamente m¨ªo, que no va a ser as¨ª. La defiendo porque defiendo el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. La gestaci¨®n subrogada es una t¨¦cnica de reproducci¨®n humana asistida en la que una mujer dona su capacidad de gestar en favor de otra persona o pareja. La defiendo como una t¨¦cnica de ¨²ltimo recurso, es decir, solo cuando una persona o pareja quiere tener un hijo pero no puede gestarlo. En ning¨²n caso se debe permitir el acceso a este tipo de gestaci¨®n por motivos est¨¦ticos, de conveniencia o de comodidad.
Los colectivos opuestos a la gestaci¨®n subrogada acusan a los que la defienden de explotaci¨®n de mujeres y de compraventa de beb¨¦s. Pero eso solo es una estrategia para desviar la atenci¨®n de lo verdaderamente importante, ya que nadie defiende ni la explotaci¨®n ni la compraventa de personas. El debate que las feministas profesionales evitan es el de si una mujer puede elegir libremente gestar para otra persona. Y lo evitan porque, despu¨¦s de desga?itarse gritando ¡°mi cuerpo es m¨ªo, yo decido¡± para defender el aborto, hasta ellas ven la contradicci¨®n en prohibirle a una mujer ahora decidir sobre su propio cuerpo.
Ese es el debate necesario. ?Puede una mujer decidir libremente si quiere gestar o no para otra persona? ?En qu¨¦ condiciones puede ser esa elecci¨®n verdaderamente libre? Para garantizar que esa libertad exista debe haber una ley que regule las condiciones en las que se toma esa decisi¨®n. Primero, la mujer debe estar en pleno uso de sus facultades mentales. Segundo, debe haber un equipo profesional formado por m¨¦dicos, psic¨®logos y abogados, por lo menos, que le faciliten toda la informaci¨®n necesaria para asegurar que entiende todos los aspectos de este tipo de proceso de gestaci¨®n. El aspecto m¨¢s importante es, necesariamente, que el beb¨¦ nacido por esa v¨ªa es hijo de los padres de intenci¨®n y en ning¨²n momento del proceso tiene ninguna relaci¨®n ni gen¨¦tica ni de filiaci¨®n con la gestante. Tercero, la decisi¨®n se debe tomar sin ning¨²n tipo de presiones. Esto implica que una ley que requiere que la gestante sea familia de la persona o pareja que quiere tener el hijo es una mala ley ya que, en aquellos casos en los que haya una sola mujer que pueda gestar en la familia, esta estar¨¢ bajo presi¨®n. Finalmente, la mujer no debe estar en una situaci¨®n de necesidad econ¨®mica. La motivaci¨®n de la gestante para donar su capacidad de gestar debe ser la de ayudar a terceras personas, como en todas las donaciones, y, por lo tanto, de car¨¢cter altruista. No obstante, la gestante debe recibir una compensaci¨®n como reconocimiento por las molestias sufridas y el esfuerzo requerido durante un largo periodo de tiempo, adem¨¢s de no incurrir en ning¨²n gasto ocasionado por el proceso y el embarazo. Este es un punto clave pues, al haber una compensaci¨®n monetaria, la gestante no puede estar en una situaci¨®n de necesidad para garantizar que realiza el proceso por motivos altruistas.
La motivaci¨®n de la gestante para donar su capacidad de gestar debe ser de car¨¢cter altruista
La legalizaci¨®n de la gestaci¨®n subrogada en Espa?a de acuerdo a un modelo que garantice los derechos de la gestante supondr¨ªa que ning¨²n espa?ol que quiera hacer el proceso de manera ¨¦tica se ver¨ªa obligado a acudir a otro pa¨ªs en el que, quiz¨¢s, el proceso no sea tan ¨¦tico.
Algunos colectivos que no se acaban de posicionar sobre esta cuesti¨®n dicen que se inclinar¨ªan a favor si la gestante tuviera derecho al arrepentimiento. Es decir, quieren que la gestante, despu¨¦s de parir, tenga derecho a quedarse con el beb¨¦. Esto es un desprop¨®sito ya que va en contra del bien superior del menor crear incertidumbre sobre su filiaci¨®n. Tampoco creo que ayude a la gestante. La evaluaci¨®n psicol¨®gica previa debe establecer que la gestante tiene la capacidad intelectual suficiente para entender la naturaleza y la magnitud de esta decisi¨®n y que la ha tomado en firme. Finalmente, no hace falta decir que tampoco los padres de intenci¨®n podr¨¢n cambiar de opini¨®n en ning¨²n caso. La filiaci¨®n debe quedar establecida desde el mismo momento en el que las partes acuerdan llevar a cabo este proceso.
En resumen, defiendo el derecho de todas las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo porque no somos ovejas y no necesitamos que las feministas profesionales nos dicten c¨®mo debemos comportarnos o c¨®mo debemos sentirnos.
Noelia Oses Fern¨¢ndez, futura madre por gestaci¨®n subrogada, pertenece a la asociaci¨®n Son Nuestros Hijos.
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