¡°Nigeria es una emergencia con todas las de la ley¡±
El responsable del Programa Mundial de Alimentos compara la crisis con las de Siria o Yemen
¡°Estamos hablando de 186 salidas y 84 llegadas en 2016¡±, apunta Pablo Yuste (Palencia, 1972), en su oficina del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el puerto de Las Palmas (Gran Canaria). Se refiere a los cargamentos que reciben en la isla ¡ªque sirve como hub log¨ªstico de la organizaci¨®n de asistencia alimentaria¡ª y a los que despachan despu¨¦s hacia los pa¨ªses m¨¢s necesitados de ?frica Occidental.
Yuste lleva apenas unos d¨ªas en la capital grancanaria, tras pasar tres meses trabajando en la respuesta a la crisis humanitaria en el norte de Nigeria. Entrevera la narraci¨®n de su experiencia en Maiduguri, en el afectado Estado nigeriano del Borno, con pinceladas de su trabajo habitual en la capital grancanaria donde, adem¨¢s del centro log¨ªstico del PMA, se sit¨²an uno de los seis dep¨®sitos de asistencia de Naciones Unidas, el Centro de Cooperaci¨®n con ?frica de Cruz Roja y un n¨²mero creciente de agencias humanitarias que trabajan con el continente africano, todas ellas integradas en la plataforma LPA Puerto Humanitario.
El PMA desembarc¨® en el puerto de Las Palmas en noviembre de 2012, cuando se rebajaba la alerta alimentaria en el Cuerno de ?frica, pero tomaba cuerpo la crisis en el Sahel. Pablo Yuste no ha parado desde entonces: antes de viajar a Maiduguri a finales del a?o pasado, hab¨ªa participado en el dispositivo para combatir el ¨¦bola en ?frica occidental en 2014. ¡°En el caso de Nigeria, no hab¨ªa tejido de ONG locales, as¨ª que las internacionales tuvieron que hacer un enorme esfuerzo¡±, explica. ¡°Ha sido una situaci¨®n complicada porque no era un sitio donde se trabajara localmente¡±.
¡°Es una crisis a la que no se le quiere dar un gran perfil, pero lo tiene¡±
Todo eso hizo necesario much¨ªsimo trabajo previo: ¡°Hubo que desviar la comida hacia el puerto en Nigeria, establecer los contratos de almacenamiento all¨ª y los de transporte por carretera hasta Maiduguri, disponer almacenes en Maiduguri y contratos de transporte para los destinos finales donde est¨¢n los beneficiarios, cerrar acuerdos con ONG para que repartan las comidas en las comunidades o crear equipos para ello...", enumera Yuste. Todo esto para atender a m¨¢s de 400.000 personas, con la expectativa de que se convirtieran en 800.000 y de llegar finalmente a 1,8 millones.
En el noroeste de Nigeria se gesta un drama que da pavor: se espera que mueran hasta 145 ni?os al d¨ªa si la hambruna contin¨²a. En este momento se estima que cuatro millones de personas no tienen asegurada su alimentaci¨®n y la mitad de los ni?os menores de cinco a?os sufren desnutrici¨®n aguda. En el mes de diciembre, el PMA entreg¨® alimentos o efectivo a m¨¢s de un mill¨®n de nigerianos en los estados de Borno y Yobe, asolados por la violencia de Boko Haram y la subsiguiente crisis humanitaria. La agencia anunci¨® que hab¨ªan llegado as¨ª a algo m¨¢s de la mitad de las personas que necesitan asistencia humanitaria urgente en la regi¨®n. El PMA pretende alcanzar a 2,5 millones de personas en abril de este a?o. Y para eso necesita un total de 208 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos seis meses.
Los desaf¨ªos
Desde que lleg¨® a Maiduguri en septiembre, Pablo Yuste pas¨® casi tres meses en funciones log¨ªsticas. Primero se eval¨²an las necesidades. Luego la capacidad de responder a ellas. Y finalmente, la de los mercados locales. Para asegurarse de que la ayuda alimentaria no va a complicarle la vida de los que s¨ª tienen comida. En este caso determinaron que lo mejor era dar efectivo a las familias y repartieron unos 17.000 nairas (52 euros) al mes por familia. Pero inmediatamente detectaron que se produc¨ªa una inflaci¨®n de los precios, y pasaron a entregar comida directamente.
En el caso del noroeste de Nigeria, adem¨¢s, hay enormes dificultades para llegar hasta la poblaci¨®n afectada a causa de los ataques de Boko Haram y el desplazamiento de los frentes de combate, m¨®viles y flexibles, y que a¨ªslan a bolsas de gente. En la mayor¨ªa de los casos hay que recurrir al helic¨®ptero, mientras una operaci¨®n militar conjunta de Chad, Camer¨²n y Nigeria intenta evitar que Boko Haram cruce las fronteras. ¡°Los frentes est¨¢n muy cerca de los beneficiarios, as¨ª que dise?amos una estrategia de respuesta r¨¢pida¡±, cuenta. "Mand¨¢bamos el cami¨®n y cuando estaba llegando a la zona afectada, se enviaba un equipo en helic¨®ptero que realizaba el reparto y volv¨ªa a abandonar la zona", relata Yuste, que lleg¨® al PMA desde la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n. En consenso con las autoridades locales, se hac¨ªa un listado de beneficiarios priorizando a los m¨¢s vulnerables.
El palentino predice que la de Nigeria es una emergencia que va para largo. ¡°La hambruna es nuestro punto cr¨ªtico y afecta a entre 300.000 y 400.000 personas en la regi¨®n. Hay 1,8 millones de desplazados. Es una crisis a la que no se le quiere dar un gran perfil, pero lo tiene¡±, apunta.
La base de Las Palmas
El PMA prima la log¨ªstica por barco, porque es much¨ªsimo m¨¢s barato que el transporte a¨¦reo. ¡°Un avi¨®n cuesta entre 150.000 y 200.000 d¨®lares por vuelo y va a poder cargar, como mucho, unas 40 toneladas¡±, explica Yuste. "Un contenedor tiene un coste medio de 5.000 d¨®lares y carga 18,5 toneladas. El avi¨®n solo se utiliza cuando no llegar con la comida supone la p¨¦rdida de vidas. Ah¨ª el coste no importa", abunda.
Los barcos que salen de Las Palmas de Gran Canaria llegan a los diferentes corredores humanitarios en ?frica occidental, dependiendo de las peticiones y las circunstancias de la regi¨®n. Normalmente, las v¨ªas de entrada est¨¢n en Lom¨¦ (Togo) o Coton¨² (Ben¨ªn), pero tambi¨¦n se distribuyen comida y material desde Mauritania (para los refugiados malienses en el pa¨ªs), Senegal, la Rep¨²blica de Guinea (para Liberia, Sierra Leona y la poblaci¨®n que ha sufrido el ¨¦bola) o Ghana. Y ahora, tambi¨¦n Nigeria y Camer¨²n.
¡°Estamos en demasiadas cosas pasando al mismo tiempo¡±, se lamenta Yuste. ¡°Tenemos muchas emergencias de nivel 3, las de m¨¢ximo nivel para nosotros; muchas de nivel 2 y much¨ªsimas de nivel 1. La urgencia se difumina para la gente. Tienes Siria y tienes Irak y tienes Libia y tienes y tienes y tienes. Llega un momento en que no hay capacidad de atenci¨®n del p¨²blico general", suspira. Al final, reflexiona, todo se convierte en una rutina que escuchamos constantemente de fondo. Y que no recibe atenci¨®n. Pero insiste: "Nigeria es una [emergencia de] nivel 3 con todas las de la ley. Igual que Siria, Sud¨¢n del Sur, Yemen o Irak¡±.
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