Chico Oca?a, unas palmas con puchero
HA SIDO novillero, guardaespaldas de un teniente coronel franquista mientras hac¨ªa la mili en el Pardo, realizador de documentales de naturaleza (¡°sobre la fauna de Andaluc¨ªa, f¨ªjate. Me conozco todos los bichos de esa tierra¡±), compositor de letras canallas, vocalista del grupo M¨¢rtires del Comp¨¢s y, por ¨²ltimo ¨Co al menos hasta ahora¨C, cantante en solitario. Pero poca gente conoce su gusto por la cocina (¡°ver¨¢s cuando me vean en mi pueblo¡±). Y menos a¨²n su debilidad por los garbanzos.
A Chico Oca?a (San Roque, 1957) se le dan bien los platos de cuchara preparados en cazuelas de barro. Como lo hac¨ªa su madre, ¡°la Antonia Petra, que crio a seis hijos sola, sin ayuda de mar¨ªo¡±, mientras se ganaba el jornal ¡°enluciendo casas¡±. Un cura le ense?¨® a leer cuando era joven y a ella le gustaba contar cuentos a su Juan Jos¨¦, el peque?o de los mellizos, el m¨¢s chico de la familia. De ah¨ª le viene el apodo al artista.
Aprendi¨® a tocar las palmas y a seguir el ritmo de los flamencos del Campo de Gibraltar. ¡°Por all¨ª todos somos muy ¨¢cratas¡±. Quiz¨¢ eso explique su propia historia de trovador con duende sin perro que le ladre o ayude a entender de d¨®nde sale ese genio endiablado que esconde en alg¨²n recoveco de su estrecha figura: en el bolsillo de sus pantalones de cuero marr¨®n que se compr¨® hace a?os en Brooklyn por 20 d¨®lares o, quiz¨¢, debajo de la gorra con la que tapa sus canas. Si hay algo que calme al artista es preparar un plato de garbanzos con espinacas, como el que nos hace en el Corral de la Morer¨ªa, uno de los mejores tablaos de flamenco del mundo. Son las dos de la tarde y Oca?a ya lleva dos caf¨¦s, dos copas de vino y dos cigarrillos prestados. Mientras corta un par de patatas, el cantante confiesa que una vez tuvo una libreta donde apuntaba los mejores platos y caldos que probaba cuando estaba de gira con el grupo M¨¢rtires del Comp¨¢s. ¡°Registraba el kil¨®metro de la carretera donde estaban los restaurantes y pegaba la tarjetita que me daban en cada sitio por si alguna vez quer¨ªa volver¡±, recuerda.
Perdi¨® su peculiar gu¨ªa Michelin hace a?os, cuando vendi¨® la casa de San Roque. Y ya se le han olvidado las direcciones. De lo que se acuerda perfectamente es de las recetas que ve¨ªa hacer a su abuela o a su madre. De los ingredientes de una buena sopa de pescado o de un buen puchero. ¡°Que est¨¢ bueno con choco, bacalao¡ Al garbanzo le entra t¨®¡±. Como le pasa a ¨¦l. A lo largo de su carrera, Oca?a ha probado todos los sabores, fusionado varios g¨¦neros y visitado infinitos pa¨ªses. En muchas ocasiones, cuenta que ¡°el baj¨ªo¡±, la mala fortuna, le ha cerrado las puertas. ¡°Como la vez que se cancel¨® mi gira por Estados Unidos porque nos pill¨® all¨ª el 11-S, o cuando vine con el grupo a presentar nuestro primer disco y justo se muere Lola Flores, la m¨¢s grande¡±. El canijo de San Roque sigue capeando los infortunios como mejor sabe, con ese arte que le ha hecho llenar escenarios por todo el mundo y que, a sus casi 60 a?os, le mantiene con ganas de seguir componiendo.
A caballo entre Barcelona y Sevilla, Oca?a se encuentra ahora preparando un nuevo disco con su grupo (¡°despu¨¦s de haber estado peleaos, habernos quer¨ªo, reconciliao... El a?o pasado dimos varios conciertos¡±). Una buena noticia para los amantes del flamenco billy, un g¨¦nero musical que abander¨® Oca?a en los noventa y que suena a letras de encanto surrealista, notas de bajo rockero y acordes de guitarra espa?ola. Un estilo que escrito en papel se lee as¨ª: ¡°Los garbanzos de esta olla con mis espinacas, a un muerto le dan la v¨ªa en el Corral de la Morer¨ªa¡±. A su salud, maestro.
- Poner los garbanzos a remojo en agua tibia la noche anterior.
- Escurrirlos del agua, colocar en una olla y a?adir agua nueva caliente hasta que los cubra bien. Cocer durante 2 horas o unos 45 minutos en olla expr¨¦s. Despu¨¦s, dejar una hora en reposo.
- A?adir un poco de sal al final de la cocci¨®n teniendo en cuenta el punto de desalado del bacalao.
- Dorar tres dientes de ajo cortados en un sart¨¦n con aceite. A?adir despu¨¦s las espinacas y dejarlas que solo tomen color como un minuto. Retirar a un bol.
- Hacer un sofrito con la cebolla bien picada, aceite de oliva y una hoja de laurel. Cuando comience a cambiar de color, a?adir el tomate picado de la misma forma. Reservar en otro bol.
- Marcar los lomos de bacalao en la sart¨¦n, primero por la parte de la piel y despu¨¦s por el resto. Colocar en un plato y repartir el jugo sobrante entre el sofrito y las espinacas.
- Verter el sofrito sobre los garbanzos con su caldo y dar unos minutos de fuego lento. Hacer lo mismo con las espinacas. Finalmente, incorporar el bacalao con la piel hacia abajo. Cuando veamos que la piel se desprende en el guiso ser¨¢ el momento de servir.
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