Melania e Ivanka Trump, duelo de estilo
La primer dama luci¨® un traje de Michael Kors de 10.000 d¨®lares en el Capitolio y la hija del presidente uno de Roland Mouret valorado en 3.000 d¨®lares
Quiz¨¢, despu¨¦s de todo, Melania Trump s¨ª quer¨ªa ir a los Oscar y, dos d¨ªas despu¨¦s de la ceremonia (o del baile de los Gobernadores en la Casa Blanca, seg¨²n quien cuente) luci¨® un controvertido modelo en el primer discurso del Estado de la Uni¨®n que su marido dio en el Congreso.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,?sorprend¨ªa por controlar el tono (aunque no tanto el contenido) de sus arengas, Melania lo hac¨ªa por soltarse relativamente la melena desde que, con su deslumbrante Ralph Lauren baby blue en la inauguraci¨®n, el mundo interpretara que la sobriedad hab¨ªa llegado a su armario. Anoche, Donald Trump fue un poquito menos Donald Trump, pero Melania fue un poquito m¨¢s Melania.
Las cr¨ªticas no se han hecho esperar. ?Eran la pedrer¨ªa y los brillos lo m¨¢s adecuado para el momento? No se discute tanto la calidad y la elegancia del traje de dos piezas de Michael Kors, sino su idoneidad para el momento, y su precio: casi 10.000 d¨®lares (9.500 euros). M¨¢s a¨²n cuando Melania llev¨® de invitados ciudadanos que representaban su titubeante labor social como primera dama.
"Make America Liza Again", ironizaba en su cr¨®nica el Daily News por sus comparaciones con el look de la Minnelli en Cabaret (pel¨ªcula, ir¨®nicamente, sobre el ascenso del totalitarismo), y remataba diciendo que parec¨ªa que la primera dama hab¨ªa comprado su modelo en un crucero de esos que salen de su amada Florida.
Pero, ojo, no fue la ¨²nica. En esa soterrada competici¨®n entre la primera dama de iure y la primera dama de facto, Ivanka Trump tambi¨¦n sac¨® pecho (o m¨¢s bien hombro) con un vestido carm¨ªn de raso dise?ado por Roland Mouret y valorado en 3.000 d¨®lares (2.850 euros). Por presupuesto, la Trump de segunda generaci¨®n pareci¨® m¨¢s prudente en sus gastos, pero el efecto fue similar.
Pero como pasa con muchas de las salidas de tono de la era Trump, en realidad no son exclusividad ni primicia suyas, aunque el mundo ahora las mire con lupa y, por acumulaci¨®n, resulten en conjunto m¨¢s grotescas y escandalosas. De hecho, Michelle Obama, ahora recordada como un referente estil¨ªstico en su puesto de primera dama, tambi¨¦n levant¨® ampollas cuando acudi¨® en 2013 a la sesi¨®n del Estado de la Uni¨®n en el Congreso con un modelo de c¨®ctel dise?ado por Jason Wu que fue tachado de demasiado festivo. Quiz¨¢, para ver lo realmente novedoso y pol¨ªticamente trascendente en cuesti¨®n de estilo en "la noche del Capitolio", sea la decisi¨®n de las dem¨®cratas de vestir de blanco n¨ªveo, que no blanco nuclear.
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