Cumplir la palabra e irse

Cuando el todav¨ªa presidente de Murcia, Pedro Antonio S¨¢nchez, acuda a declarar el pr¨®ximo lunes como investigado por el caso Auditorio,tendr¨¢ que ser consciente de que, pese al apoyo cerrado de sus correligionarios de partido (encabezados por el propio Mariano Rajoy), su carrera pol¨ªtica ha entrado en una deriva imposible de enderezar. La decisi¨®n de Ciudadanos de romper el pacto de gobierno con el PP en Murcia, aunque no tenga efectos inmediatos, abre una grieta en las relaciones de ambos partidos que solo podr¨¢ cerrarse con la dimisi¨®n de S¨¢nchez.

Prevaricaci¨®n continuada, fraude, falsedad en documento oficial y malversaci¨®n de caudales p¨²blicos son las acusaciones a las que se enfrenta el l¨ªder popular murciano, que dej¨® por escrito y corrobor¨® con su palabra que abandonar¨ªa su cargo en caso de ser imputado en alguno de los casos por los que se le investigaba. Sin embargo, a la hora de la verdad, sigue aferrado al sill¨®n presidencial poniendo en grave riesgo el pacto de investidura que permiti¨® a Mariano Rajoy seguir siendo presidente del Gobierno.

No solo est¨¢ en juego la gobernabilidad en Murcia. La actitud de Pedro Antonio S¨¢nchez y de los principales l¨ªderes del PP pone en tela de juicio la voluntad del partido de Gobierno de enfrentarse a la corrupci¨®n con todas sus consecuencias y hacer pagar a los culpables.

La corrupci¨®n es el principal lastre que arrastra el partido conservador. Los diversos acuerdos para la regeneraci¨®n pol¨ªtica alcanzados con la formaci¨®n que preside Albert Rivera pod¨ªan suponer una v¨ªa para recuperar credibilidad frente a unos ciudadanos hartos de esa lacra. Si, cuando ha llegado el momento de cumplir los pactos, el PP se niega a ello, parece demostrar que no est¨¢ dispuesto a cerrar con dignidad ese oscuro apartado de su historia reciente. Y las sospechas seguir¨¢n para siempre.