Estado

No me refiero a la(s) palabra(s) que describen el ¨¢nimo del usuario en las redes sociales, sino al otro. Y, m¨¢s concretamente, a ciertas expresiones que lo incluyen, como responsabilidad de Estado o sentido del Estado, bellos conceptos que deber¨ªan ata?ernos a todos pero que, ¨²ltimamente, el Gobierno esgrime como un arma arrojadiza contra toda o una parte de la ciudadan¨ªa. Tras una derrota parlamentaria vivida como una tragedia inconcebible ¡ªcuriosa reacci¨®n para un partido que no posee mayor¨ªa en la C¨¢mara¡ª, el PP se ha envuelto en la bandera del Estado para rega?ar a todos los partidos que han votado en contra y amenazar con nuevas elecciones. Lo m¨¢s grave es que sus portavoces culpan ya a los estibadores de la multa que tendremos que pagar todos los espa?oles, debido a que este Gobierno no s¨®lo no ha sido capaz de negociar un acuerdo satisfactorio con las partes, sino que ni siquiera ha mostrado mucho inter¨¦s en lograrlo. El sentido del Estado se transfiere as¨ª, por tanto, a unos trabajadores que ser¨ªan culpables de haber luchado por conservar su empleo y su salario, en lugar de irse al paro tan contentos por el bien de todos, excepto de s¨ª mismos y de sus familias. Es un desprop¨®sito tan descomunal que hasta me duele escribirlo. M¨¢s rid¨ªculo resulta todav¨ªa que, ampar¨¢ndose en t¨¦rminos como estabilidad y sensatez, el Gobierno advierta que puede convocar nuevas elecciones si su derrota se repite. Pero m¨¢s absurdo resultar¨ªa a¨²n que sus amenazas resultaran efectivas precisamente ahora, cuando su minor¨ªa parlamentaria ha quedado en evidencia. Lo m¨¢s triste es que no me extra?ar¨ªa que fuera as¨ª. Y estoy segura de que nos vender¨ªan las nuevas elecciones como un ejercicio de responsabilidad y sentido del Estado.