Avergonzarse de su cuerpo aumenta el riesgo de infarto
Sentirnos mal con nuestro f¨ªsico empuja al estr¨¦s, la mala alimentaci¨®n y el sedentarismo. Otros factores sorprendentes que influyen en la salud cardiovascular
Aunque en muchas ocasiones no se sigan al pie de la letra, las actividades que afectan a la salud cardiovascular son de sobra conocidas. El tabaquismo, el estr¨¦s, una vida sedentaria, el consumo de comidas grasientas¡ Los factores de riesgo acechan en cada esquina y, no en vano, este tipo de enfermedades son las que encabezan las causas de muerte en Espa?a, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Por supuesto, nadie puede sorprenderse cuando el cardi¨®logo le proh¨ªbe fumar y le invita a dar largos paseos vespertinos, pero existen otras posibles causas para explicar o agravar las enfermedades de los maltrechos corazones, ya suficientemente castigados por las rutinas y los rigores de la vida moderna. Algunos ni se los imagina. He aqu¨ª un listado de factores m¨¢s que sorprendentes que perturban la buena vida cardiovascular.
La altitud en la que vive
No son pocos los que sue?an con retirarse y comprar una casita frente al mar. Despertarse con el rumor de las olas, pasear por la orilla sin preocupaciones¡ Todo parecen ventajas pero, en contrapartida, conviene saber que, a mayor altitud, mayor robustez del sistema cardiovascular. Un estudio de la Universidad de Navarra, publicado en la revista Frontiers in Physiology, demostr¨® que vivir entre 457 y 2.297 metros de altitud reduce las posibilidades de sufrir una cardiopat¨ªa o un accidente cerebrovascular, en comparaci¨®n con quienes viven al nivel del mar. Y es l¨®gico. Seg¨²n el doctor Jos¨¦ Luis Palma, vicepresidente de la Fundaci¨®n Espa?ola del Coraz¨®n (FEC), ¡°un menor aporte de ox¨ªgeno a los ¨®rganos conlleva que el cuerpo deba trabajar m¨¢s para mantenerse oxigenado¡±, por lo que el organismo podr¨ªa lograr as¨ª cierta protecci¨®n frente a patolog¨ªas card¨ªacas.
Los cigarrillos electr¨®nicos
El tabaco es un poderoso enemigo en muchos sentidos pero, ?qu¨¦ hay del vapeo, su hermano electr¨®nico? ¡°Ya se sabe que, en primer lugar, estos cigarrillos cuentan con una peque?a porci¨®n de nicotina¡±, afirma Palma, ¡°pero la acetona y el formaldeh¨ªdo, otros dos compuestos qu¨ªmicos tambi¨¦n presentes en estos productos, pueden actuar contra la presi¨®n arterial¡±. Por eso, aunque los cigarrillos electr¨®nicos sean bastante menos da?inos que el fumeteo tradicional, est¨¢n lejos de ser inocuos.
El n¨²mero de hijos y los partos prematuros
?Es la natalidad reincidente un riesgo para el coraz¨®n de las mujeres? As¨ª lo afirma un estudio publicado en la revista de la Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n, Circulation. Seg¨²n las investigaciones, las mujeres que han tenido m¨¢s de un parto son m¨¢s propensas a desarrollar fibrilaci¨®n auricular, es decir, un latido estremecido o irregular que puede provocar co¨¢gulos o episodios cerebrovasculares. El estudio constat¨® que las mujeres que hab¨ªan tenido cuatro o m¨¢s hijos est¨¢n entre un 30 y 50% m¨¢s expuestas a esta suerte de arritmia. Adem¨¢s, el an¨¢lisis constat¨® que las mujeres que hab¨ªan tenido un parto prematuro (antes de las 37 semanas), ten¨ªan un 40% m¨¢s de probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares.
Llevar una alimentaci¨®n ca¨®tica
Nuestros padres y abuelos llevaban a rajatabla el patr¨®n alimenticio de "desayuno-comida-cena"; el ritmo fren¨¦tico de la vida moderna, sin embargo, obliga a muchos a saltarse comidas y recurrir a un picoteo a base de snacks. Un estudio comandado por la profesora de la Universidad de Columbia (EE UU) Marie-Pierre St-Onge concluy¨® que "omitir el desayuno, hacer ayuno intermitente, alterar la frecuencia de las comidas (el n¨²mero de veces que se come diariamente) y, en general, patrones de alimentaci¨®n irregulares, parecen menos favorables para lograr un perfil cardiometab¨®lico saludable".
Saltarse las pesas en el gimnasio
Practicar ejercicios de fuerza comienza a revelarse como un gran aliado del coraz¨®n, junto a, por supuesto, el aer¨®bic, la nataci¨®n, las sesiones de cardio en la bicicleta, la cinta o la m¨¢quina el¨ªptica. ¡°Someter a un m¨²sculo a una tensi¨®n moderada produce un incremento en la presi¨®n arterial y eso incentiva el trabajo cardiaco, pero es imprescindible realizar estos ejercicios de manera regulada¡±, afirma el doctor Palma. En esta l¨ªnea, una reciente investigaci¨®n publicada en el American Journal of Physiology descubri¨® que basta con una sesi¨®n de entrenamiento de este tipo para que el funcionamiento de los vasos sangu¨ªneos mejore notablemente.
Avergonzarse de su cuerpo
Es una relaci¨®n indirecta, pero existente. A menudo, cuando alguien engorda o tiene sobrepeso, pensamos que lo mejor es hacerle ver su realidad para que tome cartas en el asunto. Y si se hace con cierta brusquedad, mejor; as¨ª se har¨¢ cargo del problema con mayor rapidez. Error. Un estudio de la Universidad de Pensilvania (EE UU) ha constatado que esto no solo no es recomendable, sino que resulta contraproducente. Al parecer, las personas que reciben este tipo de comentarios pueden llegar a sentirse avergonzadas de su aspecto y, probablemente, lejos de intentar remediarlo opten por consumir m¨¢s calor¨ªas para hacer frente al estr¨¦s de la situaci¨®n. Y ah¨ª entra en juego el sendentarismo, ¡°uno de los mayores factores de riesgo para el sistema cardiovascular¡±, seg¨²n el doctor Jos¨¦ Luis Palma. Ya sabe, si se convierte en v¨ªctima de estas balas de indiscreci¨®n, esqu¨ªvelas con pericia.
A estos factores inesperados, hay que sumar las interacciones medicamentosas, aunque, como afirma el doctor Palma, ¡°los cuadros de pacientes sujetos a politerapia deben ser bien conocidos por el especialista¡±, por lo que se acaba escapando a su dominio. Y no olvide los m¨¢s divulgados. Los repasa el cirujano Claudio Gandarias: ¡°La edad, el g¨¦nero y la carga gen¨¦tica son fundamentales, pero contra ellos no podemos hacer nada; son inamovibles. Llevar una vida sana, mantener unos h¨¢bitos correctos y huir de las malas pr¨¢cticas son las mejores herramientas para mantener una correcta salud cardiovascular¡±. Aunque tal vez, visto lo visto, nos venga mejor mudarnos al Machu Picchu que a la tantas veces so?ada casita frente al mar¡
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