El experimento que demuestra que se pueden sembrar patatas en Marte
Las primeras pruebas del proyecto 'Patatas en Marte' muestran la viabilidad de la papa en condiciones de extrema aridez y salinidad
Con uno de los suelos de la Tierra m¨¢s parecidos a los de Marte, investigadores peruanos y estadounidenses iniciaron el proyecto Patatas en Marte en enero del a?o pasado. Buscaban probar si la patata puede ser cultivada en unas condiciones como las del planeta rojo. Aunque a¨²n queda lidiar con otros problemas, los primeros resultados muestran que la papa puede crecer en suelos tan ¨¢ridos y salinos como los marcianos.
El proyecto, impulsado por el Centro Internacional de la Papa (CIP), con sede en Lima (Per¨²) y el Centro de Investigaci¨®n Ames (ARC) de la NASA, tiene un doble objetivo. Por un lado estudiar las posibilidades que tendr¨ªan las patatas de medrar en una futura colonia marciana. Por otro, aprovechar el conocimiento adquirido para encontrar la variedad del tub¨¦rculo que pudiera crecer en suelos donde ni las malas hierbas lo hacen y llevar su cultivo a zonas con desnutrici¨®n. Hay un tercer motivo: ir prepar¨¢ndonos para el impacto del cambio clim¨¢tico en el cuarto cultivo en importancia que alimenta a los humanos.
De las 65 variedades de papa habituadas a condiciones extremas que iniciaron el proyecto, ya solo quedan cinco
"Seleccionamos 65 variedades que podr¨ªan enfrentarse a un gran estr¨¦s por aridez", dice el investigador del departamento de mejora gen¨¦tica del CIP, Walter Amor¨®s. Y las plantaron en tierra del desierto de La Joya, en el sur de Per¨². "Son los suelos m¨¢s parecidos a los de Marte encontrados en la Tierra", dice en una nota el ingeniero del ARC, Chris McKay. La similitud es particularmente acusada en la salinidad de estos suelos. "Tienen 20 veces m¨¢s concentraci¨®n de sales, en especial sodio y boro", explica Amor¨®s.
Las condiciones de la tierra recogida para los experimentos eran tan exigentes que ninguna otra planta de las b¨¢sicas para los humanos, desde el trigo, hasta la quinua, pasando por los frijoles superaron la prueba. A las papas tambi¨¦n les cost¨®. Tuvieron que ayudarlas con agua rica en nutrientes para que enraizaran, algo que, en todo caso, tendr¨¢n que hacer los futuros colonos marcianos. Solo una de las variedades nativas y cuatro mejoradas con gen¨¦tica cl¨¢sica enraizaron y tuberizaron, proceso bot¨¢nico por el que las ra¨ªces o tallos inferiores de algunas plantas se transforman en tub¨¦rculos.
"Ahora tenemos que investigar c¨®mo logramos una producci¨®n mayor y m¨¢s estable", comenta el experto del CIP, que recuerda que se trata de una fase muy preliminar del proyecto. Todav¨ªa queda por ver c¨®mo lidian las variedades supervivientes con obst¨¢culos presentes en el suelo marciano, en especial compuestos oxidantes como los percloratos, abundantes tambi¨¦n en el agua marciana, antes de que una futura colonia humana en Marte pueda usar su tierra roja como sustrato para cultivar patatas.
Tambi¨¦n hay investigar c¨®mo afectan otros par¨¢metros ambientales y f¨ªsicos antes de saber si existe una superpapa. Como recuerda el profesor de la Universidad de Ingenier¨ªa y Tecnolog¨ªa UTEC, de Lima, y antiguo investigador de la NASA, Julio Valdivia, las condiciones de Marte son muy diferentes: "Una presi¨®n de 6 milibares, mientras que en la Tierra es de 1 bar. Atm¨®sfera casi entera de CO2, un 95% frente al 0,03% terrestre. Alta radiaci¨®n ultravioleta. Temperaturas entre 20¡ã y -70¡ã, con una media de -20¡ã. Un tercio de la gravedad de la Tierra..."
Casi todas esas condiciones son las que van a recrear dentro de un CubeSat en lo que supone la segunda fase del Potatoes on Mars y que puede seguirse online. Los CubeSat son sat¨¦lites en miniatura dedicados a la investigaci¨®n espacial. Aunque se les sueles poner en ¨®rbita, tambi¨¦n pueden reproducir las condiciones del espacio exterior, la Luna y otros planetas aqu¨ª en la Tierra. "Sirve para la experimentaci¨®n buscando las papas m¨¢s resistentes. Esta fase 2 que inicia busca los l¨ªmites de la papa acerc¨¢ndola m¨¢s a ambientes marcianos", explica Valdivia.
A¨²n queda un largo trecho en el camino y no andan sobrados de fondos. Si alguna de las plantas de patata supera la prueba del CubeSat, a¨²n habr¨ªa que recurrir a la biotecnolog¨ªa para aumentar su producci¨®n, habr¨ªa que llevar los primeros plantones desde aqu¨ª y habr¨ªa que comprobar si cuajan en el suelo marciano. Pero, como dice Amor¨®s pensando en la solidaridad alimentaria y el cambio clim¨¢tico, "si al final no sirven para Marte, servir¨¢n para la Tierra".
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