M¨¢s que un hotel
Turismo, arte, cultura, integraci¨®n y oportunidad. Esto es lo que representa el Hotel Walled Off.
A principios del mes de marzo, Banksy abri¨® las puertas de su nuevo hotel llamado Walled Off, descrito por ¨¦l mismo como ¡®el hotel con las peores vistas del mundo', ya que se encuentra justo enfrente del muro que separa Israel de los territorios palestinos, en Bel¨¦n.
El hotel Walled Off, un juego de palabras sacado de los glamurosos Hoteles Waldorf Astoria, puede sonar muy deprimente sabiendo que solo alberga 10 habitaciones ubicadas a tan solo 4 metros del pol¨¦mico muro y que solo recibe 25 minutos de luz solar al d¨ªa.
Todas las habitaciones ¨Csiete de las cuales las ha dise?ado Banksy- tienen vistas al muro y contienen piezas del (o la) artista, utilizando siempre su alta dosis creativa para reivindicar un mensaje pol¨ªtico. La suite presidencial, por ejemplo, cuenta con un jacuzzi presidido por una ilustraci¨®n de un tanque de agua goteando -como los que se observan en los tejados de la ciudad de Bel¨¦n- y las literas de las habitaciones compartidas fueron sacadas de cuarteles abandonados. Claramente, este hotel alberga una fuerte intenci¨®n que va m¨¢s all¨¢ del arte.
Adem¨¢s, el hotel tambi¨¦n cuenta con una galer¨ªa de arte promoviendo que artistas palestinos expongan y vendan sus obras, y un museo donde se muestra la historia de la regi¨®n. En la entrada de ¨¦ste, hay una reproducci¨®n de la figura de Arthur Balfour ejemplificando la escena de la firma de la declaraci¨®n Balfour, en la que el gobierno brit¨¢nico decidi¨® apoyar la creaci¨®n de un hogar jud¨ªo en la tierra donde hoy yace Palestina. El 2 de noviembre de este a?o har¨¢ 100 a?os de este acuerdo.
El muro ¨C de m¨¢s de 8 metros de alto- es, sin duda, uno de los s¨ªmbolos m¨¢s representativos de los 50 a?os de la ocupaci¨®n israel¨ª. Se empez¨® a construir en 2002 como ¡®medida preventiva para posibles ataques¡¯ y de acuerdo con ¡®The International Court of Justice¡¯ es una clara violaci¨®n al derecho internacional convirti¨¦ndose en el punto de mira para manifestaciones y representaciones art¨ªsticas.
Banksy visit¨® Bel¨¦n hace m¨¢s de una d¨¦cada, pintando en 2005 nueve im¨¢genes en distintas locaciones del muro. Consecuentemente esto gener¨® un importante mercado tur¨ªstico en la zona adem¨¢s de que se empezaron a comercializar r¨¦plicas de sus obras, siendo las m¨¢s representativas la escalera mec¨¢nica que conduce hasta el cielo (o hasta el otro lado del muro), la ni?a volando sosteniendo varios globos, la cortina abierta (saliendo del hormig¨®n) mostrando unas bonitas vistas de fondo, la ni?a palestina cacheando a un soldado israel¨ª, as¨ª como la de una paloma con un chaleco antibalas¡ De todos modos, algunos locales no est¨¢s del todo de acuerdo con las pintadas al muro ya que creen que todo lo que trivialice o normalice su existencia es un error.
"Veo como el trabajo de Banksy atrae a mucha gente a visitar la ciudad de Bel¨¦n y ver el muro", dice Ayed Arafah para The Independent. "Pero ahora, toda la gente vendr¨¢ a tomar fotos de las pintadas y grafitis... se ha convertido en Disneyland. Como si estuvi¨¦semos viviendo en un zoo", asegura.
El artista, que a d¨ªa de hoy aun se desconoce su identidad, siempre ha mostrado una constante preocupaci¨®n por lo que sucede en los territorios palestinos a trav¨¦s de las redes. Es por este motivo que ha querido impulsar empleo y aspira a generar a¨²n m¨¢s actividad en la poblaci¨®n, ya que este hotel prev¨¦ atraer un importante n¨²mero de turistas a una ciudad en la que la econom¨ªa est¨¢ principalmente basada en el peregrinaje y el turismo art¨ªstico.
?Adentr¨¢ndonos m¨¢s en la postura de esta acci¨®n, el artista pretende activar los bordes que separan el territorio ya que es totalmente necesario actuar y articular el espacio con este tipo de intervenciones con el fin de promover el intercambio y di¨¢logo entre ambas partes del muro. En los ¨²ltimos a?os, los israel¨ªes no han tenido razones para visitar Bel¨¦n ya que les est¨¢ prohibida tanto la entrada a la ciudad como a los sitios tur¨ªsticos. Pero el Hotel Walled Off est¨¢ ubicado en la Zona C, lo que significa que el 60% est¨¢ bajo control israel¨ª, lo cual ser¨¢ legal para los turistas israel¨ªs visitarlo.
Para fortalecer este di¨¢logo, en la galer¨ªa del hotel se expondr¨¢n trabajos de artistas palestinos, ofreci¨¦ndoles un espacio de libre expresi¨®n ya que muchos de ellos tienen vetado viajar y tener la posibilidad de acceder a un p¨²blico internacional.
?sta no no es la primera vez que Banksy muestra su deseo de unir israel¨ªes y palestinos. Despu¨¦s de la guerra en Gaza de 2014, Banksy logr¨® pintar en la zona para crear una serie de obras de arte y un ir¨®nico v¨ªdeo tur¨ªstico donde invitaba a la audiencia con el mensaje que dec¨ªa: ¡°haz que ¨¦ste sea el a?o en que descubras un nuevo destino¡±. En Dismaland, el parque de atracciones que cre¨® en 2015 en el pueblo costero de Weston-super-Mare (Somerset) exhibi¨® juntas obras de tres artistas palestinos y tres artistas israel¨ªes, con el fin de generar un di¨¢logo entre ellos. Shadi Alzaqzouq, uno de los artistas palestinos, se enfureci¨® tanto que cubri¨® su obra con una tela sobre la cual escribi¨® ¡°RIP Gaza¡±. La tela permaneci¨® cubriendo la obra durante toda la exposici¨®n, con un cartel que explicaba la protesta del artista.
De todos modos, a pesar del descontento de algunos locales, seguro que este hotel tendr¨¢ un gran impacto positivo para la regi¨®n. Si Banksy tuviese el poder de derribar el muro, estoy convencida que ya lo habr¨ªa hecho pero, como este poder solo est¨¢ en manos de los pol¨ªticos, cada uno - en su medida- aporta su grano de arena para mejorar el mundo en el que viviemos. Y Banksy utiliza el poder del arte que, sin lugar a dudas, es capaz de decir sin palabras lo que clama toda una sociedad.
Estas intervenciones no solo llaman la atenci¨®n en el lugar donde se encuentran, sino que son capaces de generar una reacci¨®n, transmitir y exponer lo que est¨¢ pasando en ese lugar. Y este hotel es una experiencia m¨¢s para conocer desde m¨¢s cerca lo que la poblaci¨®n palestina ve y padece cada d¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.