¡°La poca tolerancia a la frustraci¨®n es m¨¢s de los padres que de los hijos¡±
Los padres tenemos cada d¨ªa m¨¢s informaci¨®n sobre la educaci¨®n de nuestros hijos, pero tambi¨¦n recibimos mensajes contradictorios que nos hacen experimentar cierto temor
?Es bueno que mis hijos se frustren o no? ?Tengo que poner l¨ªmites a todo? ?Es m¨¢s importante que pase mucho tiempo con mis hijos o que este sea de calidad? Los padres de hoy tenemos cada d¨ªa m¨¢s informaci¨®n sobre la educaci¨®n de nuestros hijos, pero tambi¨¦n recibimos m¨¢s mensajes contradictorios y que nos hacen experimentar cierto temor por nuestras decisiones. Alberto Soler Sarri¨®, psic¨®logo y autor del v¨ªdeoblog P¨ªldoras de psicolog¨ªa, responde a algunas de las dudas m¨¢s frecuentes de los padres respecto a la crianza de sus hijos.
PREGUNTA: Libros, v¨ªdeos, webs, blogs... Parece que los contenidos relacionados con la crianza y la educaci¨®n interesan cada vez m¨¢s. ?Crees que somos padres m¨¢s comprometidos o simplemente tenemos m¨¢s acceso a m¨¢s informaci¨®n?
RESPUESTA: Creo que las dos cosas no son incompatibles. Quiz¨¢s hoy s¨ª que le estamos dando m¨¢s importancia a c¨®mo hacer las cosas, pero se la damos gracias a que tenemos m¨¢s acceso a la informaci¨®n. Hace a?os, a la generaci¨®n de nuestros padres o de nuestros abuelos no es que les importara menos, sino que las cosas se hac¨ªan de una manera y punto y no se cuestionaban otras cosas. Por suerte cada vez hay m¨¢s investigaci¨®n, evolucionan la psicolog¨ªa y la pedagog¨ªa, y aspectos que antes la intuici¨®n hac¨ªa pensar que eran positivos hoy se demuestran que no lo son tanto. Todo eso genera un cuerpo de conocimiento que al juntarlo con la motivaci¨®n de los padres hace que cada vez estemos un poco m¨¢s implicados.
P. ?Hasta qu¨¦ punto es importante esa sobre informaci¨®n?
R. No me gusta que se trate de una manera paternalista a los padres, diciendo ¡°t¨² no busques informaci¨®n, t¨² no te informes, t¨² f¨ªate de lo que yo te digo¡±. Luego nos queremos comprar un smartphone y dedicamos d¨ªas a buscar informaci¨®n, a comparar modelos¡ Pero s¨ª te pasas esos mismos d¨ªas buscando informaci¨®n de colegios, sobre crianza, sobre la alimentaci¨®n de los hijos, quiz¨¢s te est¨¢s pasando de la raya y te est¨¢s obsesionando mucho. La informaci¨®n es muy importante y cuanta m¨¢s mejor, sobre todo para temas que pueden tener consecuencias serias.
P. Muchas veces da la sensaci¨®n de que parte de esa informaci¨®n tambi¨¦n mete mucho miedo a los padres, que si no lo hacen de tal o cual forma el futuro de sus hijos va a ser catastr¨®fico. ?No se juega mucho con el miedo?
R. En ese sentido a m¨ª siempre me gusta tranquilizar. Si t¨² duermes o no con tus hijos no lo haces para que tu hijo sea m¨¢s guapo o m¨¢s inteligente, sino porque todos est¨¢is a gusto as¨ª. Puede que haya algo que en funci¨®n de cada contexto pueda estar m¨¢s recomendado, pero hacerlo o no hacerlo no va a tener consecuencias catastr¨®ficas para tus hijos.
P. Uno de esos miedos es el de los l¨ªmites, que si no les ponemos a todo parece que vamos a crear unos hijos an¨¢rquicos¡
R. Es que es as¨ª, tenemos miedo. Parece que si no haces las cosas de determinada manera va a ser una cat¨¢strofe y el ni?o va a acabar siendo uno de los que salen en ¡®Hermano mayor¡¯. Y no es as¨ª. En la calle lo que se asocia con consecuencias negativas en la adolescencia es una crianza permisiva, con la que tampoco estoy de acuerdo porque es negativa. Sin embargo, la evidencia lo que demuestra es que las peores consecuencias en la adolescencia vienen de estilos de crianza m¨¢s autoritarios. Al final, por muy negligente que seas, si quieres mantener a tu hijo con vida los ni?os tienen per se muchos m¨¢s l¨ªmites de los que a ellos les gustar¨ªa soportar. Hay cosas que hay que imponer, como ¡°por la ventana no saltas y punto¡± o ¡°el sem¨¢foro se cruza en verde y punto¡±. Lo que yo siempre defiendo es que cada familia, con las cosas que son secundarias, que no est¨¢n directamente relacionadas con la seguridad, la integridad o el respeto hacia los dem¨¢s, decida qu¨¦ valores son importantes: para unas puede ser la nutrici¨®n, para otra las buenas formas¡ Si intentamos poner l¨ªmites a todo se vuelve un imposible, una mala leche constante.
P. Los l¨ªmites tambi¨¦n est¨¢n muy relacionados con la frustraci¨®n de los ni?os, ya que en ocasiones suelen ser consecuencia de la misma. ?ltimamente parece que vivimos obsesionados con que los ni?os se tienen que frustrar y aprender que la vida es dura desde bien peque?os¡
R. Los ni?os obviamente se frustran y no pasa nada. Otra cosa es que provoquemos esas frustraciones. El d¨ªa a d¨ªa ya tiene las frustraciones normales que un ni?o necesita para aprender. No obstante, siempre digo que se habla mucho de las frustraciones de los ni?os, pero no de las de los padres. Qu¨¦ poca tolerancia tenemos a la frustraci¨®n porque nuestro hijo de cuatro meses no duerme del tir¨®n, o porque nuestro hijo no se ha acabado el plato de comida, o porque tenemos que insistir con los deberes. La poca tolerancia a la frustraci¨®n es m¨¢s de los padres que de los hijos, que tienen expectativas poco realistas acerca de la infancia.
El ¡°tiempo de calidad¡±
P. Dentro de este marem¨¢gnum informativo tambi¨¦n hemos o¨ªdo numerosas veces una expresi¨®n que se ha convertido en dogma: el ¡°tiempo de calidad¡± que dedicamos a nuestros hijos. ?Es posible calidad sin cantidad?
R. Calidad y cantidad van de la mano. Es decir, los ni?os no necesitan que elijamos, sino que quieren bastante tiempo y de cuanta m¨¢s calidad mejor. El problema es que esa ¡°calidad¡± no tiene porque referirse a cosas extraordinarias. Yo ayer, por ejemplo, pas¨¦ una tarde muy buena con mis hijos. Estuvimos en el parque, hicimos la compra, preparamos la cena juntos, les ba?amos¡ Es decir, cosas muy cotidianas que para ellos es tiempo de calidad porque les estamos prestando atenci¨®n. S¨ª que es verdad, y las investigaciones as¨ª lo demuestran, que no basta con estar presente. T¨² puedes estar cinco horas seguidas con tus hijos, pero si esas cinco horas est¨¢s desatendi¨¦ndoles, m¨¢s pendiente del tel¨¦fono o de ver un partido de f¨²tbol, pues esas horas sirven de poco.
P. ?Por qu¨¦ crees que se ha popularizado eso del ¡°tiempo de calidad¡±?
R. Creo, y esto es una opini¨®n personal y subjetiva, que es una especie de anest¨¦sico social. En un momento en el cual la conciliaci¨®n es muy complicada necesitamos creer en ciertas ideas para no sentirnos culpables y para dejarnos llevar por la corriente, as¨ª que si tenemos a alguien que nos calma la conciencia diciendo que no pasa nada, que media horita de calidad es suficiente, pues en cierto modo nos alivia. Dile a tu jefe que solo vas a trabajar media hora, pero que va a ser de calidad, y a ver qu¨¦ te dice...
P. La falta de presencia activa de los padres en la vida de los hijos, ?puede tener consecuencias?
R. Los efectos depender¨¢n de la edad, pero s¨ª los hay, por supuesto. Los ni?os son totalmente dependientes de sus padres y les necesitan no solo para proveerles de cosas b¨¢sicas, sino que tambi¨¦n necesitan su afecto, su comprensi¨®n, su consejo. Privarles de esa presencia y esa implicaci¨®n claro que tiene consecuencias, y as¨ª lo demuestran las investigaciones. Los ni?os necesitan a sus padres.
P. ?De qu¨¦ tipos de consecuencias hablamos?
R. Problemas a nivel emocional, de estado de ¨¢nimo, incluso de ansiedad. Tambi¨¦n de orientaci¨®n, porque carecen de ella a nivel nutricional, de h¨¢bitos de vida saludables, acad¨¦mico¡ Son consecuencias respecto a su propio proyecto de vida, que van a tener que hacer m¨¢s en solitario si los padres no tienen presencia. En casos extremos hablar¨ªamos de negligencia, en las cuales los ni?os van donde quieren, comen lo que quieren, se relacionan con quien quieren, consumen lo que les da la gana. Todos tenemos el prototipo del ni?o desatendido en la infancia que luego no ha tomado las mejores decisiones en su vida.
P. ?Dir¨ªas que la falta de tiempo es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los padres de hoy?
R. Hay un mont¨®n de problemas, pero el principal es el poder estar presentes en la vida de los hijos. No lo tenemos nada f¨¢cil a nivel laboral y social para poder estar con nuestros hijos. Cada vez vivimos en contextos urbanos m¨¢s grandes, con periodos de desplazamiento mayores, jornadas laborales m¨¢s intensas, salarios m¨¢s bajos que nos obligan a trabajar a los dos miembros de la familia para poder salir hacia adelante¡ En esas circunstancias, poder mantener una relaci¨®n estrecha, c¨¢lida y presente con nuestros hijos cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil.
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