Hablamos con el amigo de Bukowski y Johnny Depp sobre su nueva novela
Jonathan Shaw acaba de publicar en Espa?a la tremebunda novela 'Narcisa', ha sido pobre ni?o rico, mangui, yonki, vagabundo, marinero, tatuador...
La cita es en un estudio de tatuajes. El hombre de negro que oculta sus gre?as bajo un gorro de lana y ense?a una sonrisa cargada de dientes de oro al fot¨®grafo es Jonathan Shaw (Nueva York, 1953), quien ha venido a hablar de su libro, Narcisa, un tocho de 708 p¨¢ginas que acaba de publicar la editorial Sexto Piso.
Narcisa es la historia de un enco?e mort¨ªfero. El que tienen sus dos protagonistas, Cigano, un exconvicto y exyonqui, con una insana?Lolita prostituta llamada Narcisa, y el que tiene ¨¦sta con el crack. Sexo, drogas y desesperaci¨®n planean de forma descarnada sobre un relato ambientado en un s¨®rdido y marginal R¨ªo de Janeiro que no sale en los folletos tur¨ªsticos. Es un libro curioso, l¨ªrico, tr¨¢gico, intenso, dividido en multitud de cap¨ªtulos y escrito con un lenguaje directo trufado de frases en portugu¨¦s.
"Johnny Depp era mi hermano, pero escogi¨® el camino de la fama. Y a m¨ª eso me chupa un huevo"
Shaw, cuya vida es ya de por s¨ª un novel¨®n, sabe de lo que habla. "No he tenido que hacer trabajo de investigaci¨®n, soy exadicto", confiesa en un perfecto castellano de acento mexicano mientras da caladas a un cigarrillo electr¨®nico. "La experiencia con el crack, las favelas, las chicas locas, la vida loca... yo ya pas¨¦ por eso, caminando por todas esas calles de mierda, ese escenario es familiar para m¨ª. Viv¨ª en ese submundo muchos a?os, los personajes son ficticios pero obviamente son un espejo de muchas experiencias que he pasado. En el fondo, es un libro sobre la adicci¨®n".
Seg¨²n el autor, el proceso de escritura ha sido sencillo. "La historia se me iba apareciendo, yo solo ten¨ªa que transcribirla. Iba en motocicleta por R¨ªo de un lado para otro, por las favelas, recibiendo golpes de inspiraci¨®n. Entonces paraba la moto y empezaba a escribir". Para compensar el misticismo de la revelaci¨®n literaria, Shaw nos cuenta que escribi¨® el libro ?en una BlackBerry! "No me pod¨ªa sentar en un Starbucks y sacar un port¨¢til, ni sacar un folio y ponerme a escribir. R¨ªo es un lugar pesado, peligroso. Viv¨ªa cerca de las favelas y los puntos de venta de droga. Escrib¨ªa montones de notas, observando la vida, las mandaba por email y las editaba en casa".
Narcisa era ¨¦l
Shaw, hijo del m¨²sico de jazz Artie Shaw ¡ªmarido de Lana Turner y Ava Gardner¡ª y su s¨¦ptima esposa, la actriz Doris Dowling, se escap¨® de casa a los 14 a?os. "Era un nido de locos. Mi pap¨¢ nos abandon¨® y mi mam¨¢ era alcoh¨®lica y violenta, una loca, as¨ª que mejor la calle que ese manicomio. Me marc¨® mucho. En Los ?ngeles encontr¨¦ gente interesante, me juntaba con Bukowski, Jim Morrison, Frank Zappa, hasta conoc¨ª a Charles Manson. Despu¨¦s empec¨¦ con la droga, la aventura... Y a viajar, como vagabundo, sin dinero. Eso te da una perspectiva diferente, no eres un turista ni tienes plata, caminas como un alma perdida y te expones a la vida, pensando en sobrevivir un d¨ªa m¨¢s".
Recorri¨® Brasil y M¨¦xico, y, a la larga, esa vida errante le ense?¨® el oficio con el que acabar¨ªa gan¨¢ndose la vida, el de tatuador. "En los 70 el tatuaje era una cosa marginal, estaba mal visto. Yo era marinero, viv¨ªa entre criminales y putas. He aprendido a tatuar como un gitano, como vagabundo y marinero. A m¨ª del tatuaje me atrajo el estilo de vida, no el arte. Despu¨¦s ya fui mejorando y, cuando el tatuaje explot¨® como algo aceptable por la sociedad, estaba en el lugar adecuado en el momento ideal".
De vuelta a Nueva York, abri¨® un sal¨®n, el pionero y m¨¢s reputado de la ciudad, por el que pasar¨ªan Dee Dee Ramone, Iggy Pop, Kate Moss, Jim Jarmusch y Johnny Depp, con el que trabar¨ªa una intensa amistad. Aclara: "Fue casualidad, no planeaba ser el tatuador de las estrellas, eso de la fama me chupaba un huevo, ?sabes? Era una manera interesante de vivir, hasta que un d¨ªa dije, quiero escribir. Con lo ahorrado me fui a Brasil y segu¨ª escribiendo".
Admirador de Henry Miller, Kerouac, C¨¦line y Garc¨ªa Marquez, y disc¨ªpulo espiritual de Bukowski ¡ª"fue un gran amigo, me acept¨® cuando era un adolescente de mierda. Fue muy bondadoso y me dio cierto apoyo emocional", asegura¡ª, Shaw goza de un estatus de autor underground de culto: lo mismo Robert Crumb le ilustra las portada de sus memorias, cuyo primera entrega est¨¢ pendiente de publicaci¨®n en Espa?a, que Lydia Lunch le hace un pr¨®logo. Un equipo latinoamericano est¨¢ rodando un documental sobre su figura, comisar¨ªa exposiciones y libros sobre la historia del tatuaje... Solo tiene un peque?o resquemor. Y salta cuando le preguntamos por las posibilidades de llevar Narcisa al cine. "Johnny Depp estuvo obsesionado con hacer una pel¨ªcula, pero sus consejeros le dijeron que no. Lamentablemente hoy no es solo un artista, es una celebridad que tiene que proteger su marca registrada. Era mi hermano pero escogi¨® otro camino, el camino de la fama, de la plata... Ese camino no me interesa, ya lo tom¨¦ y me llev¨® al infierno. La fama me chupa un huevo. Jim Jarmusch, ese s¨ª que es mi hermano de verdad. Nunca va a prostituir su arte, ama lo que hace, como yo".
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