Las grandes verdades de Samanta Villar
La periodista no hace m¨¢s que poner en palabras ¨Cquiz¨¢s algo exageradas¨C sentimientos que muchos hemos tenido y de los que es bueno hablar
Parece que despu¨¦s de un par de semanas de calma, Samanta Villar la ha vuelto a liar. Esta vez, por una entrevista en S¨¢lvame De Luxe donde, si hacemos caso de algunos titulares e interpretaciones tuiteras, casi abog¨® por el defenestramiento colectivo de beb¨¦s. La verdad es que llego un poco tarde a todas las pol¨¦micas que se crean cada vez que Villar abre la boca, porque, despu¨¦s de unos cuantos a?os de escribir y leer en blogs y foros de maternidad, ya el tema me da un poco de pereza. No me refiero al tema de si tirar o no a los beb¨¦s que lloran por la terraza, sino el de la cr¨ªtica sin piedad hacia las madres, sean las que sean, hagan lo que hagan. Y lo que es peor, que la mayor¨ªa de las veces esas cr¨ªticas vienen de otras madres.
Samanta Villar ha dicho grandes verdades. Algunas son tan obvias que no entiendo la pol¨¦mica, m¨¢s all¨¢ de que se expresa de forma muy directa sobre un tema en el que quiz¨¢s otros usen eufemismos o humor, como el Club de Malasmadres o decenas de madres y padres blogueros. No hace m¨¢s que poner en palabras ¨Cquiz¨¢s algo exageradas¨C sentimientos que muchos hemos tenido y de los que es bueno hablar. Es curioso que al final todas las pol¨¦micas que se est¨¢n generando vienen de las declaraciones de la periodista sobre aspectos muy cotidianos de la crianza, eclipsando totalmente el tema que pretend¨ªa abordar en el libro que est¨¢ promocionando, Madre hay m¨¢s que una: el tab¨² de la infertilidad y la ovodonaci¨®n.
?Qu¨¦ se pierde calidad de vida con la maternidad, como dijo Villar en una de las primeras entrevistas? Claro. Ganas en amor, en peque?os y grandes momentos de felicidad indescriptibles. Pero no solo pierdes sue?o, salidas nocturnas o viajes, sino que tu relaci¨®n de pareja y tu carrera profesional pueden verse resentidas. Adem¨¢s de que sumas gastos, agobios, rutinas y preocupaciones para el resto de tu vida. ?Qu¨¦ hay tan escandaloso en reconocerlo? A la mayor¨ªa de los padres nos compensan las ganancias de felicidad sobre los aspectos negativos. Pero hay que acabar con la imagen de que cuando tienes hijos tu vida van a ser alegres cenas en torno a una mesa o peleas de cosquillas, mientras la comida se hace sola, y en donde por supuesto nadie llora, se enfada u os hace perder los nervios hasta que ca¨¦is agotados al final del d¨ªa.
Las palabras del ¨²ltimo esc¨¢ndalo han sido: "Cuando t¨² dejas de dormir, esto probablemente te vaya a llevar a una situaci¨®n l¨ªmite, f¨ªsica y psicol¨®gicamente. ?Por qu¨¦ no podemos hablar de esto? A todas las parejas les ha pasado que hay un momento que se imaginan que tiran al ni?o por el balc¨®n, porque ya no pueden m¨¢s. (...) Lo cuentas como una an¨¦cdota cuando ya ha pasado un tiempo, pero en ese momento lo vives como algo realmente penoso".
No s¨¦ por qu¨¦ ha causado tanto estupor esa frase, que parece m¨¢s una expresi¨®n tipo "estrangular¨ªa a mi jefe con mis propias manos" que algo literal. Cuando lo importante es lo que hay detr¨¢s: que a veces la falta de sue?o, combinado con el llanto persistente de un beb¨¦ en los primeros meses te lleva a tal agotamiento f¨ªsico y mental que te ponen al l¨ªmite y te pueden hacer perder el control. Si no has vivido esos momentos, enhorabuena. Pero muchos s¨ª lo hemos hecho. He pasado por momentos en los que entend¨ª a esos padres desesperados que le dieron una sacudida al beb¨¦ porque ya no sab¨ªan qu¨¦ hacer para que dejara de llorar, con consecuencias fatales.?
Para quien piense que Samanta Villar o yo misma somos unas peligrosas malas madres por entender y hablar de este tipo de situaciones, reproduzco este p¨¢rrafo que la web del Children's Hospital Colorado (Estados Unidos) dedica al s¨ªndrome del beb¨¦ sacudido o zarandeado: "El s¨ªndrome del beb¨¦ sacudido puede ocurrir cuando un padre, madre o cuidador se frustra y pierde el control, incluso solo durante un momento. Esto ocurre a menudo cuando el beb¨¦ se pone latoso y llora por tiempo extenso. La raz¨®n n¨²mero uno que solemos o¨ªr cuando alguien sacude a un beb¨¦ es 'solo quer¨ªa que el llanto parara". Seg¨²n esta web, se calcula que m¨¢s de 1.200 ni?os son tratados al a?o en Estados Unidos por esta causa, de los que uno de cada cinco mueren. Se estima que es relativamente frecuente, con una incidencia en el mundo es de 20-25 casos por cada 100 000 ni?os menores de dos a?os. En Espa?a, de los 450 000 ni?os nacidos al a?o, unos 100 pueden padecer este s¨ªndrome, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa.
Algunos puede que tuvieran unos padres maltratadores, pero me temo que muchos otros eran unos padres normales, que quer¨ªan a sus hijos y que perdieron el control por unos segundos en una fase de la vida en la que el agotamiento es la norma. Quiz¨¢s si se abordara m¨¢s abiertamente la dureza de los primeros meses de crianza, sin saltar a la yugular de quien reconoce que lo pasa mal, se podr¨ªan evitar estos casos.??
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