?Qu¨¦ pasa cuando los ni?os crecen y siguen queriendo dormir con los padres? Todos tenemos una opini¨®n
Los abuelos dir¨¢n que malcriamos a los hijos con tanto capricho. Y los expertos hablar¨¢n de l¨ªmites, rutinas y de que cada cosa tiene su espacio. Pero en muchas casas se sabe c¨®mo se van a dormir todos pero no c¨®mo se levantar¨¢n tras un ¡®tour¡¯ de camas y combinaciones sorprendentes
Junto al debate de leche materna contra leche en polvo, el otro gran tema pol¨¦mico de la crianza es c¨®mo deben dormir los ni?os. Todo el mundo tiene teor¨ªas, consejos, an¨¦cdotas terribles y experiencias agotadoras para compartir. Porque si no has tenido la t¨ªpica ama de cr¨ªa en el ala oeste de tu mansi¨®n que se encargara de atender a la criatura por la noche, en este trance estamos todos igualados, sea cual sea nuestra edad y n¨²mero de hijos. Eso s¨ª, la mayor¨ªa de las consultas a expertos se centran en c¨®mo ense?ar a dormir a los beb¨¦s. Pero hay un cap¨ªtulo del que poco se habla, a menos que haya un nivel de confianza y amistad importante: ?qu¨¦ pasa cuando los ni?os crecen y siguen queriendo dormir con los adultos?
Si tu familia comparte una sola habitaci¨®n no hay mucha opci¨®n. Dormir¨¦is todos juntos, y quiz¨¢ tambi¨¦n con los abuelos, como en Charlie y la f¨¢brica de chocolate. Pero en muchos casos, existe la habitaci¨®n de los ni?os y la de los adultos, y tambi¨¦n existe esa negociaci¨®n o berrinche despu¨¦s de cenar en la que los peque?os intentan hacer turismo nocturno y pasar a la cama grande y t¨² les dices que no las primeras 10 veces. A veces se rinden y lo aceptan, porque les queda la opci¨®n ninja de entrar sigilosamente de madrugada y meterse en la cama, esperando que el cansancio o el amor paternal mitiguen o anulen los posibles enfados y les permitan quedarse al menos unas horas.
Pero claro, hay recursos puntuales que se convierten en rutina. A veces pasa por terrores nocturnos de la criatura, a veces por celos de un hermano, a veces porque el simple contacto con alguien que te quiere te reconforta ante los pensamientos agobiantes que cualquiera puede tener por la noche cuando no se duerme r¨¢pido.
Pero si donde comen dos comen tres, donde duermen dos no duermen tres. Porque por un ni?o que duerma recto sin moverse, hay 1.000 que no paran de dar vueltas de breakdance. Te despiertas con su pierna en el ojo o acabas con sus calcetines en la nariz. Y ante esto te quedan pocas opciones que no impliquen desvelarse por completo. Una soluci¨®n es ir recolocando a la criatura en la cama cada dos por tres, en la oscuridad de la habitaci¨®n y sin despertar a tu pareja. Es importante que sus piernas y brazos est¨¦n lejos de tus ¨®rganos sensibles, para no amanecer medio ciego cada d¨ªa por manotazos inocentes, pero tambi¨¦n es relevante que su postura no le conduzca a hacer la croqueta y arrojarse al vac¨ªo. Otro remedio m¨¢s peligroso es dejarle sitio a la criatura y mantenerte t¨² en el borde del colch¨®n con todas las c¨¦lulas de tu lateral enganchadas a la cama, mientras notas que la pendiente te llama.
Y, por ¨²ltimo, la opci¨®n r¨¢pida y resignada para no pelearse con nadie es levantarse e irse al sof¨¢. Siempre se ha hecho mucha broma sobre las mujeres castigando y desterrando a sus maridos al sof¨¢, pero al final acaba siendo un refugio temporal interesante. A menos que sea verano y ese sof¨¢ sea de textura rugosa de la que da mucho calor. Pero cuidado con las soluciones pr¨¢cticas. Porque a veces las rutinas se convierten en norma: conozco gente que se fue un d¨ªa al sof¨¢ para que su pareja y el ni?o tuvieran m¨¢s espacio y al final qued¨® condenado para siempre.
En muchas casas se sabe c¨®mo se van a dormir todos pero no c¨®mo se levantar¨¢n, en un tour de camas y combinaciones sorprendentes: los ni?os en la cama de los padres, los padres en la cama de los ni?os, un adulto y un ni?o en el sof¨¢ mientras alguien duerme a pierna suelta en la habitaci¨®n de la pareja, o incluso las mascotas en la cama grande y los dem¨¢s hechos un puzle en un espacio de metro y medio.
Los abuelos dir¨¢n que estamos malcriando a los ni?os con tanto capricho, con tanta tonter¨ªa. Y los expertos traducir¨¢n la misma idea a su lenguaje, hablando de l¨ªmites, de rutinas, de que cada cosa tiene su espacio y cada uno su propia identidad. Pero luego te encuentras con criaturas que no saben dormir sin sus padres, imposibilitando algo tan sano y sociabilizador como las fiestas de pijamas o los viajes de final de curso.
No s¨¦ si dormir con los ni?os hasta que sean mayores los infantiliza y los vuelve in¨²tiles para la vida diaria o, al contrario, les recarga de amor y les ayuda a sentirse seguros porque sus padres siguen all¨ª. Lo ¨²nico cierto es que al precio que van los alquileres de las habitaciones si tienes una cama vac¨ªa cada noche est¨¢s perdiendo dinero. Tambi¨¦n dicen que dormir con ni?os destruye el deseo de la pareja. Pero la triste verdad es que, seg¨²n la edad de tus hijos y los a?os de cansancio que acumules, el ¨²nico deseo de la pareja es dormir unas cuantas horas.
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