Un revulsivo socialdem¨®crata

Pese a las horas bajas de la socialdemocracia en Europa, los efectos fulminantes del cambio de l¨ªder al frente del Partido Socialdem¨®crata de Alemania (SPD) sit¨²an a Martin Schulz como candidato cre¨ªble para disputar a Angela Merkel la canciller¨ªa de Berl¨ªn en las elecciones del 24 de septiembre, algo con lo que ni la pol¨ªtica alemana ni la europea contaban hace pocos meses.

Un cambio de dirigente en el mismo partido pol¨ªtico puede producir el efecto de revitalizar a la organizaci¨®n y recuperar el inter¨¦s de los electores que, por diversas razones, se hab¨ªan alejado o ca¨ªdo en el des¨¢nimo. Tras el batacazo de los socialdem¨®cratas en Holanda, la excepci¨®n alemana crea nuevas expectativas: el SPD ha saltado desde el 20% de intenciones de voto a principios de a?o al 32% en la actualidad.

Schulz es un pol¨ªtico profundamente europe¨ªsta. Ha presidido el Parlamento europeo mientras su partido participaba en la coalici¨®n con Merkel, lo cual le permite separarse de las luces y las sombras de una colaboraci¨®n marcada por el mantenimiento de la salud de la econom¨ªa y la exigencia de austeridad demandada a los pa¨ªses europeos en dificultades. Schulz irrumpe con un discurso a favor de los ciudadanos que, pese al ¨¦xito macroecon¨®mico del pa¨ªs, sienten que se les ha dejado atr¨¢s, a la vez que ataca duramente el populismo antiinmigraci¨®n de Alternativa para Alemania (AfD). Aplaza los detalles de su programa mientras recoge los frutos de la popularidad que se ha creado entre sus correligionarios.

Consiga o no el objetivo, un solo pa¨ªs cuenta ahora con dos pol¨ªticos capaces de llenar la escena p¨²blica, Angela Merkel y Martin Schulz. Europa necesita imperiosamente reorganizarse y volver a creer en s¨ª misma. Y una Alemania con capacidad de impulsar pol¨ªticas de integraci¨®n y, a la vez, de cohesi¨®n, es esencial para el ¨¦xito de esa empresa.