El gran basural
OCURRI? HACE algunos a?os, cuando todos empez¨¢bamos a manejar Internet. Por entonces quise escribir un art¨ªculo sobre un humorista espa?ol que nos hac¨ªa mucha gracia a mi hijo y a m¨ª, de modo que me puse a buscar informaci¨®n sobre ¨¦l; aunque no era un humorista muy conocido, en seguida la encontr¨¦, la le¨ª y, para ver si a todo el mundo le gustaba tanto como a nosotros, me puse a leer los comentarios que escoltaban a las noticias. Qued¨¦ horrorizado. Yo entiendo muy bien que la gente se meta con un desaprensivo como yo, un rompepelotas que dispara contra todo lo que se mueve, capaz de criticar sin el menor escr¨²pulo a la gente m¨¢s idealista y bienintencionada, desde los independentistas catalanes hasta los antiindependentistas catalanes, desde los partidarios de Podemos hasta los detractores de Podemos; mentir¨ªa si dijese que no me afecta que me pongan pingando, pero la verdad es que me lo tengo m¨¢s que merecido: por meterme donde no me llaman. Ahora bien, me dije, ?tambi¨¦n tienen que insultar, humillar, escupir en la cara y tratar de destruir con una sa?a despiadada a un humorista que no se mete con nadie, que practica un humor casi blanco, que ni siquiera es una estrella del humor y que se ganar¨¢ la vida modestamente?
Desde que existe Internet ¨Cno digamos las redes sociales¨C basta con apretar un bot¨®n para enfrentarse a toda la basura del mundo.
La pregunta es de una ingenuidad que me averg¨¹enza, aunque eso s¨®lo lo he comprendido m¨¢s tarde, justo cuando he comprendido que la pregunta pertinente no es esa sino esta: ?tambi¨¦n en esto ha cambiado Internet el mundo? Quiero decir: antes de Internet sab¨ªamos por supuesto de qu¨¦ pasta estamos hechos los humanos, no ignor¨¢bamos que existe el odio, el rencor, la envidia y las dem¨¢s pasiones; pero, en nosotros y en los otros, en crudo, s¨®lo nos enfrent¨¢bamos a ellas de vez en cuando; es verdad que tambi¨¦n pod¨ªamos enfrentarnos a ellas leyendo la gran literatura, pero la gran literatura las ofrece estiliz¨¢ndolas, convirti¨¦ndolas en belleza y dot¨¢ndolas de sentido, volvi¨¦ndolas tolerables. Ahora, en cambio, desde que existe Internet ¨Cno digamos las llamadas redes sociales¨C basta con apretar un bot¨®n para enfrentarse a toda la basura del mundo: uno puede ver a defensores de los animales dese¨¢ndole la muerte a un ni?o de ocho a?os, enfermo de c¨¢ncer, porque ha dicho que le gustar¨ªa ser torero; uno puede ver a un patriota de izquierdas ri¨¦ndose a mand¨ªbula batiente de una mujer (Irene Villa) a la que ETA le cort¨® de ni?a dos piernas y tres dedos en un atentado terrorista; uno puede ver a patriotas de derechas tratando de aniquilar la carrera del director de cine que quiz¨¢ con m¨¢s ah¨ªnco ha defendido la tradici¨®n del cine espa?ol (Fernando Trueba) porque se le ocurri¨® decir que no se ha sentido espa?ol ni cinco minutos. Y as¨ª hasta el infinito. O casi. Es extraordinario: a los ni?os les prohibimos el porno, pero no esta porquer¨ªa. Aunque lo que a m¨ª de verdad me intriga es lo otro: ?c¨®mo va a cambiar el mundo esta inundaci¨®n de vileza permanente, gratuita y al alcance de todos? ?Este basural ilimitado va a contaminar la vida o, por el contrario, va a ser una v¨¢lvula de escape de la abyecci¨®n humana, m¨¢s o menos como lo es el f¨²tbol, o como dicen que lo es? Dudo mucho que quienes hemos crecido antes de Internet nos acostumbremos a este diluvio de mierda, pero ?y los que han crecido con ¨¦l? ?Tambi¨¦n ellos tendr¨¢n que aguantarse las ganas de llorar cuando los pisoteen con furia y los escupan en la cara cada vez que su nombre aparece en Internet? ?O no ser¨¢n tan gilipollas porque ya sabr¨¢n que eso es lo normal, que as¨ª es como funcionan las cosas, que quienes escupen y pisotean, siempre o casi siempre an¨®nimamente, no son m¨¢s que gente que intenta aliviarse de sus propias miserias y rencores, verdadera bazofia moral, la encarnaci¨®n pestilente de lo peor que todos llevamos dentro? ?Estar¨¢n nuestros hijos m¨¢s fortalecidos que nosotros contra la maldad? ?Sabr¨¢n protegerse mejor de ella porque habr¨¢n estado familiarizados con ella casi desde que tienen uso de raz¨®n, y podr¨¢n combatirla mejor?
No tengo ni la m¨¢s remota idea. Pero, si as¨ª fuera, esa ser¨ªa otra de las cosas maravillosas ¨Cquiz¨¢ la m¨¢s maravillosa de todas¨C que tendr¨ªamos que agradecerle a Internet.
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![Javier Cercas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2F7c2f1990-2fcc-4f89-9920-5c58b5cce2b5.png?auth=1b943cd3dff740de9753db38ab74d74fa6ffca665b1a02dbaf343ae19d00a44a&width=100&height=100&smart=true)