Los supervivientes de la cooperaci¨®n

"Ninguna pol¨ªtica p¨²blica puede resistir una reducci¨®n de m¨¢s del 73% de sus recursos", denuncia Oxfam Interm¨®n en su informe anual La Realidad de la Ayuda que se presenta este martes. Eso y un poco m¨¢s (73,5%) es lo que ha ca¨ªdo el presupuesto de cooperaci¨®n espa?ola entre 2008 y 2015. As¨ª, Espa?a es el miembro del Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE que m¨¢s ha recortado su aportaci¨®n para favorecer el desarrollo de pa¨ªses pobres en ese per¨ªodo, y se sit¨²a en el puesto 26 de 28 ¡ªel tercero por la cola¡ª en generosidad con apenas el 0,13% del PIB (1.261 millones de euros) destinado a esta partida internacional en 2015. "En 2009, ocup¨¢bamos la posici¨®n n¨²mero 11 con un 0,46% del PIB. La bajada es una barbaridad", valora los datos I?igo Mac¨ªas, coordinador de investigaci¨®n de la ONG y autor del estudio. Por el filo de la tijera no solo han desaparecido los euros, sino los proyectos que financiaban y, en ¨²ltima instancia, las esperanzas de miles de personas que ya no reciben apoyo espa?ol para mejorar sus vidas y la de sus comunidades.

"La cooperaci¨®n espa?ola pasa de la irrelevancia al colapso", a?ade Mac¨ªas. El 0,7% es una aspiraci¨®n cada vez m¨¢s lejana. "En septiembre de 2013, Mariano Rajoy se comprometi¨® ante la Asamblea general de la ONU a aumentar la ayuda cuando el pa¨ªs creciese. Y ha incumplido", denuncia el experto. En 2014, la econom¨ªa de Espa?a mejor¨®. La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), no. ?Alg¨²n dato para la esperanza? El investigador no cree que el 0,21% del PIB presupuestado para AOD en 2016 sea a¨²n una cifra para celebrar. Para ello, habr¨¢ que comprobar cu¨¢nto de ese dinero realmente se ha traducido en proyectos. "En 2015, un 28% de lo planificado no se lleg¨® a ejecutar", explica. Una pauta que se viene repitiendo a?o tras a?o desde que gobierna el Partido Popular (2011), con un promedio anual de subejecuci¨®n del 22%.

Espa?a se sit¨²a en el puesto 26 de 28 ¨Cel tercero por la cola¨C de los pa¨ªses de la OCDE en generosidad; destina el 0,13% del PIB a cooperaci¨®n al desarrollo

Con la lupa en los datos recogidos en el informe, Mac¨ªas se indigna seg¨²n destaca uno u otro. La fotograf¨ªa se revela muy negra. En primer lugar, la mayor¨ªa de los fondos de la AOD corresponde a contribuciones obligatorias. Concretamente, de los 1.261 millones de 2015, unos 800 millones fueron destinados a la Uni¨®n Europea, 22 al Banco Mundial y 13 a la ONU, entre otros. Cabr¨ªa esperar que el resto de la partida, unos 300 millones de ayuda, aunque escaso, se destinase a proyectos en terreno. Pero no. "Si restamos las contribuciones obligatorias, damos poqu¨ªsimo. Porque adem¨¢s, en esa cantidad se incluyen las operaciones de deuda (principalmente condonaci¨®n) y los costes de estructura y salarios de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n para el Desarrollo (AECID), que es un 30% de su presupuesto", detalla Mac¨ªas. Y abunda: "Cuba es el principal beneficiario de la AOD espa?ola, con un 7,3% del total en 2015. Pero no porque hayan recibido fondos, transferencias, sino principalmente por una operaci¨®n de deuda", indica.

Otro tema "importante", subraya Mac¨ªas, es la cantidad que Espa?a destina a ayuda de emergencia: 46,6 millones. "?Un euro por espa?ol! Cuando la ONU est¨¢ alertando de que el mundo se enfrenta a la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial...", lamenta el experto. Desde 2009, cuando se destinaron 319 millones de euros en este concepto, seg¨²n el informe, la ca¨ªda ha sido del 85,4%. Adem¨¢s, como vienen haciendo otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, se cuenta como ayuda al desarrollo el gasto que supone la acogida de refugiados en territorio nacional. En el caso de Espa?a no es mucho, un 2,3% del total, pues apenas ha acogido a 1.167 de los 17.387 a los que se ha comprometido. "Pero detraemos recursos que se podr¨ªan destinar a otros pa¨ªses, para gastarlos aqu¨ª", apostilla el investigador de la ONG.

El informe desglosa y critica estas y m¨¢s cifras. As¨ª como las decisiones que han llevado a apostar por la ayuda reembolsable, que tiene que ser devuelta con intereses por los receptores y adem¨¢s no aumenta el d¨¦ficit de Espa?a. De tal manera que Oxfam Interm¨®n calcula que, en 2015, por cada cinco euros que salieron como AOD, el pa¨ªs reembols¨® uno. Tampoco gusta en la ONG la atomizaci¨®n de pa¨ªses beneficiarios, m¨¢s de 100 en 2015. "Son muchos y reciben muy poco", apunta Mac¨ªas.

Con estas consideraciones, a la hist¨®rica petici¨®n de la organizaci¨®n de aumentar el presupuesto para cooperaci¨®n ¡ªal 0,4% en 2020¡ª se suma la de "refundar la pol¨ªtica de desarrollo". En este sentido, sugiere una reforma institucional para que Espa?a comience a implementar la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015 en la ONU. "Proponemos la creaci¨®n de una Vicepresidencia de Desarrollo, Medio Ambiente y Derechos Humanos, que dependa de Presidencia, y que trabaje en la coherencia de pol¨ªticas nacionales e internacionales", explica Mac¨ªas. Otras dos peticiones en la lista de deseos de la ONG: que se refuerce el papel de la AECID para que lidere la pol¨ªtica de cooperaci¨®n en el exterior y que esta sea m¨¢s especializada en los sectores en los que Espa?a es fuerte.

Pese a los recortes, la falta de estrategia o especializaci¨®n que denuncia Oxfam Interm¨®n en su informe, quedan supervivientes de la cooperaci¨®n. Son aquellos que han recibido o todav¨ªa reciben ayuda espa?ola. Los que han podido mejorar sus vidas y la de sus comunidades gracias a la solidaridad marca Espa?a. Oxfam Interm¨®n ha querido que diputados de la presente legislatura de los cuatro principales partidos (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) les conozcan, viajen a sus pa¨ªses, visiten sus hogares y conozcan sus proyectos. Para que a su vuelta, con la realidad de esta pol¨ªtica en la memoria, se pongan de acuerdo en el Parlamento para defender m¨¢s y mejor ayuda. ?Lo har¨¢n?

Cuatro han sido los supervivientes que han recibido la oficial visita, en Jordania, Rep¨²blica Dominicana, Mauritania y Marruecos. Este martes, para la presentaci¨®n de La Realidad de la Ayuda, son ellos los que han venido a Espa?a para reba?ar m¨¢s apoyos. Salvo uno. Jasem Al-Wrewir, refugiado sirio en el campo de Zaatari, en Jordania, no ha podido acudir a la cita. La ONG, sin embargo, le reserva una silla vac¨ªa en el evento. "Simboliza la ausencia de muchos Jasem que no han podido salir del campo de Zaatari porque Gobiernos como el espa?ol no cumplen sus compromisos de acogida", afirma Lara Contreras, responsable de incidencia pol¨ªtica de Oxfam Interm¨®n. "Espa?a no pone los recursos burocr¨¢ticos necesarios para el reasentamiento desde Jordania y L¨ªbano. Desde octubre apenas llegan refugiados de estos pa¨ªses, la mayor¨ªa que vienen son reubicados desde Grecia e Italia", concluye la experta.

Patricia G¨®mez, Mamadou Ousmane Dieng y Saida Aitbihi har¨¢n de altavoz de su mensaje. El mismo que ellos le han expresado a los pol¨ªticos espa?oles: que aumente la solidaridad p¨²blica espa?ola.

Patricia G¨®mez, Rep¨²blica Dominicana

"Si no fuera por el apoyo de la cooperaci¨®n, nuestras luchas ser¨ªan muy dif¨ªciles". La batalla de Patricia G¨®mez, de 44 a?os, de Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana), es la de la reivindicaci¨®n de pol¨ªticas que mejoren la vida de la mayor¨ªa empobrecida. Hoy, es responsable de participaci¨®n social en la organizaci¨®n Ciudad Alternativa. "Soy la encargada de acompa?amiento a organizaciones sociales de base. Defendemos los derechos humanos y solicitamos servicios b¨¢sicos", aclara ella. "Las necesidades insatisfechas son muchas: hay d¨¦ficit de vivienda, en la educaci¨®n y la salud...", detalla. En su opini¨®n, las autoridades establecen medidas paliativas, pero no resuelven los problemas desde la ra¨ªz. Ah¨ª est¨¢n ellos, las peque?as y grandes entidades, las de barrio y las nacionales, para exigir soluciones. Y las consiguen. G¨®mez relata con orgullo algunas de sus victorias. "Conseguimos la aprobaci¨®n del 4% del PIB para educaci¨®n presuniversitaria. Ah¨ª jugu¨¦ un papel importante porque era la coordinadora de movilizaci¨®n", apunta.?

Pero G¨®mez no fue siempre la l¨ªder que es hoy. "Vengo de un matrimonio violento. Tampoco hab¨ªa estudiado. Lo m¨ªo era buscar qu¨¦ comer. Pero comenc¨¦ a trabajar en el barrio con ni?os impartiendo talleres de teatro y clases de taekwondo. Gratis, claro. Lo hac¨ªa para que mis hijos tambi¨¦n tuvieran un entorno vivible", relata. Fue entonces cuando una ONG, Copadeba, la fich¨®. Su trabajo en esta organizaci¨®n le hizo interesarse por el bienestar colectivo. Pronto fue coordinadora de barrio, luego regional y finalmente de la entidad. "Si la cooperaci¨®n no existeria, todav¨ªa estar¨ªa dando clases de artes marciales", afirma contundente. "Si la quitan, muchas pesonas alienadas nunca llegar¨¢n a movilizarse. Ya muchas entidades han notado la ca¨ªda de fondos y est¨¢n cerrando. Quisi¨¦ramos no necesitar la cooperaci¨®n internacional, porque significar¨ªa que estamos bien, pero no lo estamos", zanja.

Esto mismo le dijo al diputado de Ciudadanos, Luis Miguel Salvador, mientras remaba la barca por el r¨ªo para que observara los humildes barrios de la rivera, en Santo Domingo. "?l solo hab¨ªa ido a Punta Cana", r¨ªe G¨®mez. "Qued¨® muy sorprendido e indignado porque no pensaba que la realidad fuera as¨ª", recuerda ella. "Le expliqu¨¦ nuestra campa?a Casa Ya. Que con un salario de 7.000 pesos (135 euros) no da para pagar una vivienda de dos millones (40.000 euros)", a?ade. Gracias a su presi¨®n, las organizaciones sociales han conseguido que se tramite una propuesta en el Congreso nacional para garantizar casas p¨²blicas asequibles.

"Me llam¨® la atenci¨®n la enorme desigualdad. Bajo un puente de 1.000 millones de euros hab¨ªa un poblado de chabolas. Fue un ba?o de realidad", relata el diputado. Tambi¨¦n pudo comprobar c¨®mo "peque?os proyectos" consiguen grandes logros para la poblaci¨®n. "Salvan vidas", asegura Salvador. Por eso, dice, Espa?a no puede retraer m¨¢s la cooperaci¨®n internacional. "Tenemos que recuperar los niveles que ya hemos tenido. Y hace no mucho", concluye. Objetivo: 0,4% del PIB para AOD en esta legislatura.

Mamadou Ousmane Dieng, Mauritania

Vive en Wothie, Mauritania, y tiene 43 a?os. Se llama Mamadou Ousmane y es agricultor en una regi¨®n donde las sequ¨ªas e inundaciones compiten por chafar sus cosechas. Pero ya no lo consiguen. Este emprendedor, responsable de una explotaci¨®n familiar, presidente de una cooperativa de arroz que emplea a 200 personas y miembro del Consejo de la Federaci¨®n Nacional de Agricultores, recibi¨® formaci¨®n para ser m¨¢s eficiente en el uso de la tierra y el agua. Cortes¨ªa de la cooperaci¨®n espa?ola a trav¨¦s de Oxfam Interm¨®n. "La ayuda ha mejorado mis condiciones de vida y las de mi comunidad. Hemos aprendido nuevas t¨¦cnicas innovadoras para cultivar terrenos m¨¢s peque?os que antes. Esto permite que las familias que antes no se dedicaban a la agricultura, ahora exploten sus tierras y tengan medios de subsistencia, aunque sea a peque?a escala", explica Ousmane. ?l mismo consigui¨® aumentar su producci¨®n un 60% y cultivar vegetales todo el a?o para auntoconsumo y venta en los mercados locales. As¨ª, se ha convertido en un ejemplo a seguir por sus vecinos.

El agricultor sab¨ªa que Elena Bastidas, la diputada que visit¨® su pa¨ªs y su casa, pertenec¨ªa al partido en el Gobierno, el PP. "Por eso hice mucho hincapi¨¦ en que refuerce la pol¨ªtica de cooperaci¨®n", sonr¨ªe mientras lo cuenta. Le dijo tambi¨¦n que ¨¦l est¨¢ en contra de la emigraci¨®n. "A los j¨®venes les sugiero que no se vayan, que se queden en el pa¨ªs porque aqu¨ª se puede vivir en condiciones dignas", razona.?

Ousmane cree que los pol¨ªticos espa?oles a los que recibi¨® en sus tierras "empatizaron con la realidad al verla". "Espero que la visita refuerce el immpulso de la cooperaci¨®n porque Mauritania depende a¨²n de la ayuda. Solo puede mejorar, no nos podemos permitir que empeore", dice respecto de los recortes que viene aplicando Espa?a a esta partida.

Bastidas reconoce que aquella era su primera experiencia en terreno como presidenta de la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n. "He podido ponerle rostro y vida a la ayuda al desarrollo", dice. "He visto c¨®mo all¨ª, las personas son capaces de multiplicar lo que reciben y su impacto", a?ade. Adem¨¢s de los recuerdos, la diputada popular se ha tra¨ªdo de Mauritania un pacto consigo misma: "Reforzar el compromiso que ya ten¨ªa". ?Pelear¨¢ para que se alcance el 0,4% del PIB para AOD en esta legislatura? "No voy a eludir reconocer que la cantidad destinada a esta partida ha descendido. Ha sido doloroso. Y no creo que la subida sea la que se espera, pero se har¨¢". En este sentido cree que la aritm¨¦tica parlamentaria "obligar¨¢" a su grupo a negociar los presupuestos y "ser¨¢ una oportunidad" para sumarles unos euros a la cooperaci¨®n. "Ojal¨¢ al final del mandato alcancemos el 0,4 y el 0,7% en 2030. Estoy convencida de que hay voluntad de lograrlo", zanja.?

Saida Aitbihi, Marruecos

"Quiero seguir ayudando a las personas y especialmente a las mujeres pobres y marginadas", dice Saida Aitbihi, de 35 a?os. Trabaja en la organizaci¨®n Almoustakbal dando apoyo a v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, sobre todo aquellas sin recursos o en regiones sin acceso a profesores para sus hijos o abogados. "Tambi¨¦n apoyamos a ni?os que dejan la escuela porque sufren malos tratos o por el simple hecho de que el colegio est¨¢ lejos y no tienen c¨®mo desplazarse", a?ade la activista.

Aitbihi recibi¨® formaci¨®n de Oxfam Interm¨®n sobre gesti¨®n de organizaciones. "Ahora s¨¦ hablar en p¨²blico, redactar un proyecto y presentarlo mejor", asegura. Con estas nuevas habilidades ha conseguido transformar la organizaci¨®n en la que trabaja. Antes formaban a personas individuales, ahora imparten cursos a otras ONG para que sean ellas las que a su vez formen a mujeres sobre sus derechos y oportunidades. "Las mujeres en Marruecos son muy t¨ªmidas y no expresan sus problemas", apunta Aitbihi. Gracias al impulso que le ha dado la ayuda espa?ola, esta l¨ªder ha conseguido llevar su entidad a un escal¨®n superior, con mayor impacto e influencia.

"Espero que el Gobierno espa?ol sea consciente del impacto que tienen estas partidas en pa¨ªses como Marruecos", subraya Aitbihi. Ella todav¨ªa espera reunirse con la diputada de Podemos, Ione Belarra. "Sabiendo que no es del Gobierno, le pedir¨¦ que pase el mensaje de la importancia de esta ayuda para nosotros. Que luche por nosotros", termina la activista. La diputada de la formaci¨®n morada asegura que lo har¨¢. "Mi inter¨¦s por entrevistarme con ella es que se pueda escuchar su voz en Espa?a y que ella sea la protagonista de la demanda para que Espa?a recupere la cooperaci¨®n al desarrollo", afirma.

"Un Gobierno comprometido tiene que intentar garantizar los derechos humanos en cualquier lugar del mundo. Nosotros trabajamos en la l¨ªnea de la Agenda 2030. Aunque hay que adaptarla a cada pa¨ªs, los objetivos son para todos los pa¨ªses, y tenemos que aplicar la l¨®gica que todos tenemos que luchar contra la desigualdad. Nos pone en una relaci¨®n de igual a igual", a?ade la diputada que, aunque no ha podido conocer in situ el programa de la marroqu¨ª, s¨ª ha viajado a Jordania y Grecia en el marco de este proyecto de Oxfam . Le acompa?aban en ese periplo la socialista Meritxell Batet y Patricia Reyes, de Ciudadanos. Su anfitri¨®n en el campo de refugiados de Zaatari, Jasem Al Wrewir, no ha podido devolverles este martes la visita. Pero se han tra¨ªdo su mensaje.

Jasem Al-Wrewir, campo de refugiados de Zaatari, Jordania

Era un pr¨®spero empresario en Siria. Gestionaba seis vertederos que daban empleo a 200 personas. Y todo su esfuerzo se esfum¨® con la guerra. En 2013, Jasem Al-Wrewir huy¨® a Jordania. Desde entonces vive en el campo de refugiados de Zaatari, donde ha sido fundamental para establecer un sistema de reciclado innovador. "Estoy agradecido a Oxfam por ofrecerme la oportunidad de trabajar en el proyecto y aprovechar mi experiencia anterior. Significa mucho para m¨ª", recoge su testimonio el informe La Realidad de la Ayuda.

"Lo que no se aguanta es no tener esperanza", opina Meritxell Batet (PSC), quien visit¨® a Al-Wrewir. "Sent¨ª que a ¨¦l no le apetec¨ªa hablar, no quer¨ªa hacer victimismo de su vida", recuerda la socialista. "La conversaci¨®n fue dura. ?l tiene mi edad y era imposible comparar. Nos podr¨ªa pasar a cualquiera", reflexiona. Batet critica la dr¨¢stica ca¨ªda del presupuesto destinado a ayudar a personas como este sirio, padre de 14 hijos a los que intuye que no podr¨¢ dar el futuro que desear¨ªa. "Otros pa¨ªses, a pesar de la crisis, no han bajado tanto como Espa?a", dice. Por eso, promete que se sumar¨¢ a los esfuerzos que ya viene haciendo su partido "para que este asunto tenga una presencia constante".

Para empezar, las tres diputadas de PSC, Podemos y Ciudadanos que compartieron esta experiencia presentaron a su regreso una proposici¨®n no de ley para que Espa?a cumpla con su compromiso de acogida de refugiados. Y de paso, en palabras de Batet, "mandar la se?al de que estas cuestiones trascienden las siglas".