El viento solar se comi¨® la atm¨®sfera de Marte
Hace miles de millones de a?os, el planeta rojo ten¨ªa una atm¨®sfera tan densa como la terrestre y su superficie estaba cubierta de oc¨¦anos
Hubo un d¨ªa en que el agua l¨ªquida cubr¨ªa la superficie de Marte. Eso es lo que sugiere la informaci¨®n recogida por las sondas que han visitado aquel planeta. All¨ª han encontrado cauces de r¨ªos secos o minerales que solo se forman en presencia de agua. Algunos estudios han llegado a afirmar que hubo un extenso oc¨¦ano poco profundo que ocupaba gran parte del globo e incluso que se produc¨ªan gigantescos tsunamis. Pero reconstruir lo que sucedi¨® hace miles de millones de a?os en un planeta que se encuentra a millones de kil¨®metros de distancia no es sencillo y tampoco han faltado las contradicciones. Si en diciembre de 2016, datos de la NASA serv¨ªan para afirmar que el agua marciana fue templada y pudo albergar vida, otro m¨¢s reciente que tambi¨¦n emple¨® informaci¨®n recabada por el robot Curiosity coincid¨ªa en la abundancia de agua, pero cre¨ªa que estar¨ªa en su mayor¨ªa congelada.
En ese proceso de reconstrucci¨®n de la historia clim¨¢tica del planeta del Sistema Solar m¨¢s parecido a la Tierra, esta semana, un art¨ªculo en la revista Science trata de explicar qu¨¦ sucedi¨® entre aquel pasado ba?ado en agua y el desierto rojizo que conocemos hoy. Seg¨²n un equipo liderado por Bruce Jakosky, investigador de la Universidad de Colorado en Boulder (EEUU), en su pasado remoto, Marte contaba con una densa atm¨®sfera, similar a la de la Tierra, pero compuesta en su mayor¨ªa por di¨®xido de carbono. Aquel manto permiti¨® la existencia de un entorno h¨²medo y templado, con los oc¨¦anos que creen probables otros investigadores, y su desaparici¨®n fue clave en la transici¨®n al actual entorno seco y g¨¦lido. El culpable fue el viento solar, una corriente de part¨ªculas cargadas que fluye desde la superficie del Sol y fue erosionando la atm¨®sfera.
El entorno del Marte primitivo pudo permitir la aparici¨®n de vida que podr¨ªa haber sobrevivido en el subsuelo
La sonda que ha permitido contar con los nuevos datos es MAVEN, una misi¨®n orbital dise?ada precisamente para conocer la historia de esa atm¨®sfera vol¨¢til. Gracias a ella se supo hace dos a?os que cada segundo el viento solar le ara?a 100 gramos a la atm¨®sfera de Marte. Una parte importante del inter¨¦s de este observatorio se encuentra en su capacidad para darnos informaci¨®n sobre c¨®mo evolucionaron las condiciones de habitabilidad en el planeta rojo. El ¨²ltimo estudio dibuja un escenario en el que alg¨²n tipo de vida bacteriana pudo surgir en aquel entorno ba?ado en agua y cubierto por di¨®xido de carbono. Despu¨¦s, cuando el planeta se volvi¨® m¨¢s fr¨ªo y seco, es posible que esos seres se retirasen paulatinamente hacia el subsuelo, aunque no descartan que puedan incluso aparecer hoy de vez en cuando en la superficie.
Jakosky y sus colegas llegaron a sus conclusiones despu¨¦s de medir la cantidad de dos versiones con distinta masa del arg¨®n a diferentes altitudes en la atm¨®sfera. El inter¨¦s del arg¨®n para los cient¨ªficos proviene de su naturaleza como gas noble. A diferencia de otros gases, no reacciona qu¨ªmicamente con otros elementos y no puede quedar secuestrado en rocas. La ¨²nica manera en que desaparece es por los soplidos del viento solar.
El is¨®topo m¨¢s ligero (Ar36) es m¨¢s abundante a altitudes elevadas que el m¨¢s pesado (Ar38). Por eso est¨¢ m¨¢s expuesto a que el viento solar lo expulse al espacio exterior. Conociendo las diferentes cantidades de los dos is¨®topos a distintas altitudes, y contando los distintos ritmos de desaparici¨®n de cada uno, calcularon que el 66% del arg¨®n de Marte ha desaparecido desde su formaci¨®n. A partir de ese dato, estimaron qu¨¦ parte del resto de la atm¨®sfera ha acabado tambi¨¦n barrida por el viento solar.
Una de las explicaciones que se han ofrecido para explicar la temprana p¨¦rdida de la atm¨®sfera marciana y su cambio clim¨¢tico extremo es la desaparici¨®n de su campo magn¨¦tico. En sus primeros millones de a?os de existencia, Marte cont¨® con un n¨²cleo de hierro, como el que a¨²n conserva la Tierra y genera la magnetosfera, un escudo magn¨¦tico que repele las part¨ªculas cargadas del viento solar. Ese escudo tambi¨¦n dificulta que el viento solar haga mella en nuestra atm¨®sfera y pudo cumplir esa funci¨®n durante los primeros 500 millones de a?os marcianos. Sin embargo, seg¨²n esta hip¨®tesis, el n¨²cleo de hierro desapareci¨® y con ¨¦l el escudo magn¨¦tico. Sin esa protecci¨®n, la entonces espesa atm¨®sfera de di¨®xido de carbono de Marte qued¨® a merced del viento solar.
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