El futuro (de la ingenier¨ªa) s¨ª es femenino

Irene Castillo tiene 21 a?os, cursa 4? de Ingenier¨ªa en Dise?o Industrial en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y tiene claro que quiere ocupar una posici¨®n de liderazgo en alguna empresa. ¡°Para lograrlo, mi meta es llegar a los 24 a?os habiendo tenido experiencias en el exterior y con un ingl¨¦s fluido¡±, cuenta la joven, quien se define como una persona muy planificadora. ¡°Quiz¨¢s podr¨ªas hacer un m¨¢ster sobre liderazgo internacional en ingenier¨ªa¡±, le aconseja Blanca G¨®mez, directora de Recursos Humanos en Microsoft y responsable de la captaci¨®n de talento en Europa. Las dos charlan en una de las salas de reuni¨®n de la sede madrile?a de la empresa de tecnolog¨ªa, donde se re¨²nen una vez al mes, durante una hora y 45 minutos, para debatir sobre las posibilidades de inserci¨®n laboral de la joven estudiante y definir estrategias para hacerlo. Durante los encuentros, la directiva asume el papel de maestra y la comunicaci¨®n fluida genera un ambiente de confianza entre ambas.?

M¨¢s informaci¨®n

Dos barreras que alejan a las mujeres de la ciencia

Ninguna mujer dirige un organismo p¨²blico de investigaci¨®n en Espa?a

G¨®mez e Irene participan en el proyecto Mujer e Ingenier¨ªa (de la Real Academia de Ingenier¨ªa), que, junto con la Red de Mentoring Espa?a y con EJECON (Ejecutiv@s y Consejer@s), ha reunido a 47 profesionales ¡ªla mayor¨ªa ingenieras, pero tambi¨¦n matem¨¢ticas, periodistas y del mercado de finanzas¡ª para ejercer, durante cuatro meses, de mentoras de 60 estudiantes de carreras o m¨¢steres de ingenier¨ªa en las universidades Polit¨¦cnica de Madrid y Carlos III. El objetivo del programa es fomentar la presencia de mujeres en las carreras de ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªas y matem¨¢ticas (STEM, las siglas en ingl¨¦s de este tipo de carreras). Y es que, aunque que ellas sean mayor¨ªa entre los universitarios espa?oles (un 54% frente al 46% de varones), seg¨²n los datos del Ministerio de Educaci¨®n, no llegan al 25% en las carreras STEM. "En algunas ramas de la ingenier¨ªa y las TIC [Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y Comunicaci¨®n] ese porcentaje es inferior al 10%", lamenta Sara G¨®mez, directora de Mujer e Ingenier¨ªa.?

Las participantes del proyecto coinciden en que esa brecha de g¨¦nero empieza en casa, con los juguetes sexistas, y en el colegio, pero Castillo se?ala que las cifras en la universidad son "escandalosas": "No es un problema solo en la direcci¨®n de los centros, sino en todo el cuerpo docente: hay m¨¢s profesores que profesoras". Ella cuenta que nunca ha vivido en primera persona una situaci¨®n de discriminaci¨®n acad¨¦mica, pero s¨ª ha le¨ªdo comentarios en grupos de Whatsapp de alumnos que dec¨ªan que las chicas deber¨ªan "fregar platos".

Jessica Amo Mart¨ªnez, de 24 a?os, graduada en Edificaci¨®n y alumna de un m¨¢ster en la Escuela Superior de Ingenieros de la Polit¨¦cnica ¡ªes una de las siete mujeres que hay en su clase de 40 estudiantes¡ª, afirma haber escuchado m¨¢s de una vez: ¡°Las chicas vais a tener que esforzaros m¨¢s y tener mucho car¨¢cter¡± o ¡°Esto es un mundo de hombres, hombres a los que no les gusta tener una mujer por encima¡±. Por eso, ella se ha sumado a la red de mentoring. "Quiero pensar que dentro de algunos a?os no ser¨¢ tan raro encontrar a una jefa de obra o a una mujer liderando un gran proyecto de ingenier¨ªa", dice.?

Las mujeres son mayor¨ªa entre los universitarios (un 54% frente al 46% de varones), pero no llegan al 25% en las carreras STEM

Blanca G¨®mez, con m¨¢s de dos d¨¦cadas de experiencia en el mercado laboral, cuenta que las empresas de tecnolog¨ªa suelen valorar la diversidad en su plantilla, pero se?ala que todav¨ªa hay pocas mujeres en lo espacios de decisi¨®n. "Por eso, el mentoring es importante", sostiene. "Es una manera de arropar a las chicas, evitar que abandonen la carrera en los primeros a?os y ayudarlas a tener ¨¦xito". Para Castillo, todo lo que dice su mentora es "oro en pa?o". "Tengo la oportunidad de aprender de una mujer a quien admiro y que ha llegado muy lejos. Eso me ense?a que yo puedo pisar igual de fuerte que ella", afirma con una sonrisa.?

Castillo, Mart¨ªnez y muchas de las chicas que participan en el proyecto Mujer e Ingenier¨ªa tienen sus propias alumnas, estudiantes que est¨¢n en el primer a?o de carreras t¨¦cnicas, a las que ayudan a adaptarse al mundo acad¨¦mico y a superar la brecha de g¨¦nero. "Me veo reflejada en ellas, porque al empezar yo tambi¨¦n me sent¨ªa perdida. Es importante que alguien que lo haya vivido te cuente c¨®mo es, sin necesidad de hacer del tema una pel¨ªcula de miedo", cuenta Mart¨ªnez.

El programa tambi¨¦n incluye un proyecto en los colegios, con ni?os y ni?as a partir de los 9 a?os, para ense?ar lo que hace un ingeniero y desarrollar nuevas metodolog¨ªas pr¨¢cticas con los profesores para evitar el rechazo a asignaturas como matem¨¢ticas y f¨ªsica. Esa red de apoyo, que naci¨® en Madrid, pretende extenderse este a?o a Valladolid, Sevilla y ciudades del Pa¨ªs Vasco, Galicia y Catalu?a. Sara G¨®mez explica que hay por lo menos 40 chicas en una lista de espera para participar en la iniciativa. "Yo me incorpor¨¦ al mercado de trabajo a pelo. Ojal¨¢ hubiese tenido una mentora, alguien que me aconsejara", comenta. La presidenta del proyecto se muestra optimista en cuanto al futuro, no solo de esta red, sino tambi¨¦n de todas estas disciplinas: "Yo creo en un futuro femenino. Y no soy idealista, soy m¨¢s bien pragm¨¢tica. Creo en un futuro femenino porque lo veo en esas chicas".