Pragmatismo hecho tradici¨®n
Henri-Marie Beyle, m¨¢s conocido como Stendhal, consideraba que la memoria necesita de la rima. Raz¨®n no le faltaba al c¨¦lebre escritor, pues la vida est¨¢ formada por recuerdos, y estos son m¨¢s firmes cuanta mayor atenci¨®n ponemos en ellos y cuando se vinculan al contexto emocional en que se formaron. Hay muchas cosas que damos por buenas, las tradiciones especialmente, porque tambi¨¦n damos por buenos los principios que las justifican. Pero cuando desde el anclaje de nuestros h¨¢bitos observamos las costumbres de otros, a menudo estas suelen sorprendernos. Principalmente porque escapan a nuestra l¨®gica, aunque el fondo sea parecido o incluso el mismo.
La tradici¨®n, m¨¢s que pretender mezclas equilibradas, es el resultado de la selecci¨®n de lo menos desequilibrado.
Solemos tender a legitimar la tradici¨®n capacit¨¢ndola con cualidades cargadas de juicio, pero sin duda la mayor¨ªa de las veces solamente certifica una aplastante realidad: la tradici¨®n, m¨¢s que pretender mezclas equilibradas, es el resultado de la selecci¨®n de lo menos desequilibrado. Veamos una muestra: en la ciudad brasile?a de Bel¨¦m do Par¨¢, ya sea en el mercado, en los restaurantes o en las casas, uno de los platos t¨ªpicos locales m¨¢s populares es el pescado frito con a?a¨ª, que se sirve con farina de mandioca. Para un europeo suele ser una mezcla extra?a, peculiar. La fritura no tiene mayor misterio, m¨¢s all¨¢ de la singularidad de los pescados amaz¨®nicos, que no es poca. Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n es la mezcla con ese pur¨¦ cremoso de color morado, casi negro, elaborado con la pulpa de un fruto llamado a?a¨ª, de un sabor que recuerda a una mezcla de bayas rojas y chocolate, y que se sirve junto a la crujiente farina de mandioca. En realidad, esa combinaci¨®n no responde a un razonamiento asistido de m¨¢s razones que la limitaci¨®n. Los portugueses que se instalaron all¨ª en el siglo XVII b¨¢sicamente utilizaron lo que encontraron para alimentarse. As¨ª, aplicaron su t¨¦cnica de enharinado y fritura, y la acompa?aron con dos productos que utilizaban de manera habitual los indios tupinamb¨¢s. He ah¨ª el origen de ese plato tradicional.
La necesidad fue tambi¨¦n lo que llev¨® a los holandeses que desembarcaron en 1598 en isla Mauricio a experimentar. Se toparon con el dodo, un ave de enorme tama?o y gran torpeza que adem¨¢s no pod¨ªa volar, lo que la hizo presa f¨¢cil de los reci¨¦n llegados, que la utilizaron como fuente de alimento. Se extingui¨® a finales del XVII, pero de no ser as¨ª quiz¨¢s hoy ser¨ªa uno de los platos t¨ªpicos de la isla, a pesar de que aquellos exploradores la denominaron walghvogel, ¡°ave repugnante¡±. La evidencia nos muestra que cuando no hay otra opci¨®n, se consume lo que hay y por reiteraci¨®n acabamos acept¨¢ndolo. Como prueba est¨¢n esos productos que nadie se habr¨ªa metido en la boca si hubiese tenido otra alternativa. A modo de ejemplo, tenemos el surstr?mming, arenque fermentado sueco en lata que recuerda a la basura descompuesta; el queso ingl¨¦s stinking bishop, cuya traducci¨®n literal es ¡°obispo apestoso¡±, o el duri¨¢n, fruta nativa de Indonesia con un aroma entre ropa sudada y fruta sobremadurada que marea a muchas de las personas que lo huelen por primera vez. Ante esta tesitura, es dif¨ªcil saber si las recetas o sabores que fueron olvidados porque eran malos lo eran realmente o son descritos como malos precisamente porque fueron olvidados. ?Cuesti¨®n de rima!
Alb¨®ndigas de arroz integral y garbanzos
Ingredientes
El caldo de verduras
- 300 gramos de cebollas
- 200 gramos de zanahorias
- 200 gramos de puerros
- 200 gramos de champi?ones
- 4 dientes de ajo
- 5 granos de pimienta negra
- 1 hoja de laurel
- 1 ramita de tomillo
- 1 cayena
- 250 mililitros de vino blanco
- 9 gramos de aceite de oliva
- Agua
- 2 cucharadas soperas de salsa de soja
Las alb¨®ndigas
- 150 gramos de arroz integral
- 200 gramos de cebolletas
- 200 gramos de zanahorias
- 250 gramos de pimientos verdes
- 200 gramos de coliflor
- 100 gramos de garbanzos cocidos
- 20 gramos de tahina
- Sal
- Pimienta
- 9 gramos de aceite de oliva
- 2 claras de huevo
La picada
- 50 gramos de almendras
- 50 gramos de avellanas
- Or¨¦gano fresco
- Perejil
- 32 gramos de aceite de oliva
Instrucciones
1. El caldo de verduras
Cortar las verduras en dados. En una olla con una pizca de aceite de oliva, poner la pimienta negra, el laurel, la cayena y los ajos. Tostar ligeramente. Agregar las verduras y caramelizarlas a fuego fuerte, removiéndolas para evitar que se quemen. Si se pegan al fondo de la olla, añadir un poco de vino blanco; la humedad las despegará y recuperará el caramelizado. Una vez estén caramelizadas las verduras, cubrirlas con agua y agregar el tomillo. Bajar el fuego al mínimo. Cocer durante una hora. El caldo debe mantener un pequeño hervor. Colar, añadir la soja y reservar.
2. Las alb¨®ndigas
Poner el arroz integral en remojo una hora. Colar el arroz y cocerlo en abundante agua hirviendo. Colar y reservar. Cortar finamente la cebolleta fresca, la zanahoria y el pimiento verde en pequeños dados. Pochar la cebolleta. Cuando se torne translúcida, agregar la zanahoria y el pimiento. Cocer durante 10 minutos a fuego bajo. Reservar. Retirar las flores de la coliflor en pequeñas rosetas. Escaldar en abundante agua hirviendo.
Agregar las rosetas de coliflor a la mezcla de verduras. Triturar los garbanzos junto con la tahina, sal, pimienta y aceite de oliva, hasta obtener una pasta de garbanzos. Mezclar las verduras cocidas junto con la pasta de garbanzos y el arroz integral. Añadir las claras de huevo. Amasar la mezcla y formar albóndigas del tamaño deseado.
4. La picada
Picar los frutos secos de forma casual. Agregar aceite de oliva, perejil y orégano picado. Reservar.
5. Acabado y presentaci¨®n
Cocer las albóndigas dentro del caldo de verduras. Servir las albóndigas con el caldo. Terminar con una cucharada de picada.
Las leguminosas
Composici¨®n. Las leguminosas var¨ªan su composici¨®n nutricional en funci¨®n de factores como la especie y la variedad.
Propiedades. Son consideradas fuente de prote¨ªna de origen vegetal, y su calidad proteica mejora al tomarlas con cereales.
Indicaciones. Las prote¨ªnas de las legumbres no contienen gluten, por lo que son adecuadas para los celiacos.
Nutrientes. Su contenido en hidratos de carbono es alto, entre el 24% y el 68%, y el de fibra oscila entre el 8% y el 28%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.