El secreto de los suecos para ser los mejores en su trabajo sin agobiarse se llama 'fika'
Otra lecci¨®n de vida del pa¨ªs escandinavo. O por qu¨¦ deber¨ªamos asumir que un empleado tomando un caf¨¦ tambi¨¦n est¨¢ trabajando
Lo hemos estado haciendo mal toda la vida. Porque aqu¨ª es sin¨®nimo de p¨¦rdida de tiempo, de huida del trabajo; de vasos de pl¨¢stico, brebajes artificiales y boller¨ªa industrial. Es el momento de poner verde al jefe, de compartir quejidos y lamentos. De contar los d¨ªas para las vacaciones. Pero las pausas para el caf¨¦ son otra cosa para los suecos, que vienen a ense?arnos c¨®mo exprimir al m¨¢ximo cualquier minuto de la jornada laboral. Porque si en Espa?a dedicamos un espacio m¨¢s o menos amplio a apurar la reconfortante bebida frente a la m¨¢quina, obviando por un tiempo nuestras tareas, ellos organizan en torno a esta pr¨¢ctica toda una celebraci¨®n, sin ir en detrimento de su t¨ªtulo de uno de los diez pa¨ªses m¨¢s competitivos del mundo seg¨²n el Foro Econ¨®mico Mundial. As¨ª son las fikas suecas, el momento del caf¨¦ en la oficina que se revela como uno de los factores que explica la alta productividad de sus trabajadores, seg¨²n estudios de la Universidad de Link?ping, y sus reducidos niveles de estr¨¦s, los m¨¢s bajos del mundo seg¨²n International Business Report.
¡°Fika es un fen¨®meno social. Es tomarse un caf¨¦ o un t¨¦, pero tambi¨¦n es una raz¨®n para socializar y disfrutar de un momento de calidad con los compa?eros de trabajo¡±. As¨ª define este sello cultural Emelie Gallego, agregada cultural de la embajada de Suecia en Espa?a. Y se trata de una realidad tan impresa en el alma de los suecos que son las propias direcciones de las empresas las que promueven estos descansos. Aunque no haga falta. Como afirma Israel ?beda, responsable de prensa y redes sociales de VisitSweden en Espa?a, ¡°m¨¢s que proponerlo, es algo que pertenece a la personalidad de los suecos y las compa?¨ªas. Porque, al fin y al cabo, las forman personas con sus idiosincrasias". Y ?beda a?ade: ¡°Los suecos aman el caf¨¦ y las pastas y por ello parece l¨®gico que en un sitio donde vas a pasar horas cada d¨ªa tengas una breve pausa para estirar las piernas, conversar con los colegas y disfrutar de dulces, fruta o un peque?o tentempi¨¦¡±. Todo, gentileza de la empresa.
?Se trata entonces de un mero descanso pagado?
En absoluto. Gallego lo explica: ¡°Ese ambiente m¨¢s familiar fortalece los lazos entre los compa?eros, pero tambi¨¦n los directores est¨¢n presentes. La cultura empresarial en Suecia es, en general, bastante cercana y poco jer¨¢rquica¡±. Por eso tambi¨¦n jefes y coordinadores se suman a estas ¡°paradas t¨¦cnicas¡±, buscando que entre todos, en esos momentos de relax, se puedan alumbrar mejores ideas para solucionar los asuntos que les ocupan frente al ordenador. Es decir: igual se habla del incre¨ªble partido de f¨²tbol de ayer que de c¨®mo afrontar la reuni¨®n de m¨¢rketing de ma?ana. Y usted dir¨¢: igual que en Espa?a. No tan r¨¢pido: su alta consideraci¨®n por parte de todos los estratos de la compa?¨ªa hace que las ideas y el optimismo fluyan con vigor, como prueba un estudio elaborado por LinkedIn. La investigaci¨®n Relationships @Work relev¨® que mantener buenas relaciones con compa?eros y superiores redunda en un mejor desempe?o profesional y una mayor motivaci¨®n en el trabajo. En la misma l¨ªnea, otro an¨¢lisis realizado por expertos de la Universidad de Florida constat¨® que fomentar una relaci¨®n de confianza entre trabajadores y superiores trae consigo mayor colaboraci¨®n, innovaci¨®n y eficiencia. Adem¨¢s, despojar a estas pausas de la clandestinidad aumenta la felicidad del trabajador, que mejora, seg¨²n varios estudios, tanto ambiente de oficina como productividad.
Aunque no est¨¢n regulados por una agenda, los fikas tienen varios espacios durante la jornada. En la empresa de Israel suelen parar varias veces al d¨ªa, durante 10 minutos por receso: ¡°Depende de la compa?¨ªa, pero un par de pausas por la ma?ana y otra por la tarde puede ser perfectamente normal, aunque eso no quiere decir que todo trabajador participe en todas y cada una de ellas¡±, comenta. De ello da fe J¨®natan L¨®pez, arquitecto espa?ol que vive en Estocolmo desde hace m¨¢s de seis a?os. Ha trabajado en tres empresas distintas y en todas ha podido constatar que las fikas forman parte de la cultura empresarial sueca: ¡°Ahora somos unos 200 trabajadores, as¨ª que cada grupo tiene sus propias costumbres. Una de mis compa?eras est¨¢ haciendo un curso de pasteler¨ªa y los mi¨¦rcoles trae sus elaboraciones caseras¡±. J¨®natan recuerda su paso por empresas espa?olas y c¨®mo, a diferencia de lo que ocurre en Suecia, el caf¨¦ es algo que siempre se ten¨ªa que costear uno mismo. "Aqu¨ª las cafeteras son tan importantes como los ordenadores y los jefes son los que nos dicen que tenemos que mejorar [acabar antes con las tareas urgentes] para sacar tiempo para m¨¢s fikas¡±, a?ade.
Un hervidero de grandes ideas
Ana Berd¨²n, coach personal y experta en felicidad en el trabajo, suma que estas pr¨¢cticas son "una buena herramienta para luchar contra el presentismo. Ayuda a trabajar cuando trabajas y a descansar cuando descansas, porque, en otro ambiente m¨¢s restrictivo, mientras est¨¢s frente al ordenador piensas en el receso y, cuando est¨¢s tomando el caf¨¦, no puedes desconectar de todo aquello que te queda por hacer¡±.
Manuel Torres, director comercial de Eboca, empresa de vending especializada en m¨¢quinas de caf¨¦, se lamenta de que la pausa espa?ola sea ¡°algo clandestino, un tiempo en el que el trabajador se siente observado¡±, y considera que ¡°un empleado, tomando caf¨¦, tambi¨¦n est¨¢ trabajando¡±. Torres subraya el estrecho v¨ªnculo entre la cafe¨ªna y el rendimiento laboral, hablando de su vertiente biol¨®gica y la sociol¨®gica, y se pregunta: ¡°?Cu¨¢ntas de las grandes ideas, de los inicios de los mejores proyectos, se nos han ocurrido d¨¢ndole vueltas a un espresso?¡±.
En efecto, la EFSA (el panel de expertos europeos en salud alimentaria) ha reconocido que a partir de 75 miligramos, la cafe¨ªna aumenta la atenci¨®n, la memoria y la capacidad de aprendizaje. Y los defensores del fika matizan: no es lo mismo tomarlo en un vaso de pl¨¢stico que en una taza personal, como no es igual hacerlo en un pasillo frente a una m¨¢quina met¨¢lica que en un espacio di¨¢fano con sof¨¢s y bandejas de pastas caseras. Para practicarlo, como afirma Ana Berd¨²n, ¡°el cambio cultural tiene que ser propiciado por los empresarios, que deben entender que esto es algo positivo¡±. Y tambi¨¦n debe ser tomado con responsabilidad por los trabajadores. ?Llegar¨¢ ese d¨ªa? Habr¨¢ que pensarlo con un cortado en la mano¡
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.